Trump escala la tensi¨®n con China con la amenaza de nuevos aranceles

El anuncio se produjo tras la reuni¨®n de Trump con el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en la Casa Blanca a su regreso de la ronda negociadora con China que ha tenido lugar esta semana en Shangh¨¢i. El republicano asegur¨®, en un primer tuit, que las discusiones con China hab¨ªan sido ¡°constructivas¡± pero inmediatamente despu¨¦s pas¨® a reprochar a Pek¨ªn sus varios incumplimientos y a recordar que el acuerdo se esperaba para hace tres meses. ¡°Lamentablemente decidieron renegociar¡±, a?ad¨ªa el mandatario.

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Por un lado, el republicano insisti¨® en que China se comprometi¨® a comprar mayor cantidad de productos agr¨ªcolas, uno de los sectores m¨¢s afectados por la guerra comercial en EE UU. ¡°Pero hasta ahora no lo ha hecho¡±, se quej¨®. Tampoco que, como le prometi¨® el presidente Xi Jinping en la reuni¨®n que ambos mantuvieron en el G20 de finales de junio en Jap¨®n, que Pek¨ªn no haya puesto fin a las ventas de fentanilo a empresas estadounidenses que comercializan el potente medicamento que ha disparado la adicci¨®n a los opi¨¢ceos en EE UU y ha provocado una oleada de muertes en el pa¨ªs.

Pese a ello, Trump insisti¨® en que ¡°las conversaciones contin¨²an¡± ¡ªen principio deber¨ªan reanudarse en septiembre¡ª y confi¨® en que el di¨¢logo abierto acabe dando frutos. Pero eso no le impidi¨® anunciar el arancel del 10% a partir del 1 de septiembre sobre importaciones chinas por valor de 300.000 millones de d¨®lares, que se sumar¨¢n as¨ª al gravamen del 25% que ya soportan productos chinos por 250.000 millones. En 2018, EE UU import¨® bienes chinos por 557.900 millones de d¨®lares, seg¨²n el Departamento de Comercio, as¨ª que pr¨¢cticamente la totalidad de esas compras estar¨ªan gravadas.

Es el m¨¦todo que el propio Trump describe en su libro Arte de la negociaci¨®n, el del palo y la zanahoria, presionar a su oponente mientras sigue negociando para ganar ventaja. Pero Pek¨ªn ya advert¨ªa el mi¨¦rcoles, al fin del encuentro con Lighthinizer y Mnuchin, que ¡°no tiene ning¨²n sentido¡± que Washington use esa v¨ªa.

La reuni¨®n en Shangh¨¢i dur¨® menos de lo esperado, una clara evidencia de que no se registraron avances m¨¢s all¨¢ de mostrar disposici¨®n a seguir dialogando. Y ante ese escenario, en el que cada d¨ªa se alejan las posibilidades reales de un acuerdo entre las dos potencias y que va forzando a empresas y consumidores a buscar alternativas, el presidente volv¨ªa a jugar la baza de la pol¨ªtica interna. Seg¨²n Trump, los chinos buscan retrasar deliberadamente el proceso con la esperanza de que los dem¨®cratas ganen las elecciones de 2020. ¡°Saben que si yo gano el acuerdo ser¨¢ mucho m¨¢s duro¡±, declar¨® esta semana el presidente, que insiste en que solo firmar¨¢ un pacto que sea bueno para Estados Unidos.

La guerra comercial se desat¨® el a?o pasado cuando la Casa Blanca decidi¨® iniciar la escalada arancelaria sobre productos industriales chinos por valor de 50.000 millones de d¨®lares, que fue respondida con medidas similares por Pek¨ªn. A partir de entonces ambos pa¨ªses abrieron una mesa de negociaci¨®n que, pese a las varias rondas negociadoras y las treguas declaradas tras las reuniones de los dos presidentes ¡ªen diciembre, en Argentina y en junio, en Jap¨®n¡ª no ha evitado la escalada arancelaria.

Subidas de precios

Hasta ahora, los agricultores y las grandes empresas eran los principales perjudicados por los aranceles sobre China. Compa?¨ªas como el gigante de la maquinaria Caterpillar o la aeroespacial Boeing se ve¨ªan obligados a pagar m¨¢s por las materias primas o los bienes intermedios que compraban a China para fabricar sus propios productos. Pero los nuevos aranceles golpear¨¢n b¨¢sicamente a bienes de consumo, desde tel¨¦fonos m¨®viles, como los componentes que Apple utiliza para sus iPhone o sus ordenadores Mac, a ropa y calzado. ¡°El presidente Trump est¨¢ utilizando a las familias estadounidenses de rehenes en sus negociaciones¡±, aseguraba el presidente de los vendedores de calzado, Matt Priest, en respuesta al anuncio presidencial.

Justo este jueves, Peter Navarro, el principal asesor del presidente en cuestiones comerciales y uno de los halcones de la Casa Blanca, defend¨ªa el beneficio de los aranceles. ¡°Son buenos¡±, coment¨® en Fox News, ¡°porque aumentan la recaudaci¨®n¡±. La Casa Blanca, sin embargo, ya ha aprobado varios planes de ayudas a los agricultores por m¨¢s de 15.000 millones de d¨®lares.

La balanza comercial, adem¨¢s. cuestiona la estrategia de nacionalismo econ¨®mico de Donald Trump. El d¨¦ficit comercial con China en la categor¨ªa de bienes creci¨® hasta los 419.000 millones de d¨®lares en 2018, un 11% m¨¢s que el a?o anterior. La amenaza de las sanciones provoc¨® que los importadores se anticiparan a la medida y las exportaciones de productos agr¨ªcolas como la soja se hundieron como consecuencia de las represalias.

El anuncio ha sido recibido con pesimismo en Wall Street y ha cogido por sorpresa a los inversores. Los ¨ªndices de referencia en el mercado neoyorquino sub¨ªan m¨¢s de un 1% al arrancar la sesi¨®n del jueves. Hasta que el presidente lanz¨® los cuatro mensajes y dieron un vuelco en segundo, para pasar a caer cerca de un 1% al cierre porque la guerra comercial sigue ganando intensidad. Reflejo del impacto que puede tener la tensi¨®n arancelaria en la econom¨ªa, el precio del barril de petr¨®leo cay¨® casi un 8%, en la peor jornada en cuatro a?os.

La reacci¨®n de Trump es un reflejo tambi¨¦n su descontento con la Reserva Federal, que en la v¨ªspera rebaj¨® los tipos de inter¨¦s un cuarto de punto utilizando como justificaci¨®n la incertidumbre econ¨®mica que genera la batalla arancelaria. El presidente republicano, sin embargo, esperaba una acci¨®n m¨¢s agresiva por parte del banco central. El alza de los aranceles eleva los riesgos para la econom¨ªa y podr¨ªa forzar a la Fed realizar un nuevo recorte en septiembre.