El Paso se resiste a dar la bienvenida a Donald Trump
La visita del presidente a una ciudad en duelo por el atentado racista del s¨¢bado suscita cr¨ªticas entre los vecinos y buena parte de los pol¨ªticos locales
En El Paso todo gravita alrededor de una valla. No la que, unos kil¨®metros m¨¢s al sur, separa Estados Unidos de M¨¦xico. Sino la que separa a los pase?os del horror. Una valla que se asoma, como un siniestro mirador, al aparcamiento del hipermercado Walmart, donde el pasado s¨¢bado Patrick Crusius, de 21 a?os, cometi¨® el mayor crimen racista contra hispanos de la historia moderna de Estados Unidos. Aqu¨ª se ha improvisado un memorial a las v¨ªctimas, al que los vecinos de El Paso peregrinan en masa para rendirles tributo. Amarrada a la valla, repleta de cruces, banderas estadounidenses y mexicanas, flores y dedicatorias, hay una cartulina verde con un mensaje al presidente escrito con rotulador: ¡°Se?or Trump, ya no m¨¢s actos de racismo, actos de odio, actos de terrorismo. Somos un pa¨ªs hispano y no se vale tanto odio para los mexicanos. Somos tres ni?as, ciudadanas americanas. Nuestros padres son mexicanos y ya tenemos miedo de salir. Esperamos lea este sentir. Dios lo bendiga¡±.
En El Paso, la matanza del pasado s¨¢bado, que dej¨® 22 muertos, ha liberado una furia latente contra el presidente Trump, al que muchos vecinos de esta ciudad fronteriza, con casi un 85% de poblaci¨®n hispana, consideran responsable de alimentar el clima de odio que radicaliz¨® al asesino. Por eso, el anuncio de que el presidente visitar¨¢ este mi¨¦rcoles la ciudad para solidarizarse con sus habitantes y rendir homenaje a las v¨ªctimas, ha puesto a la ciudad en alerta. Donald Trump, para muchos vecinos y buena parte de las principales voces pol¨ªticas de la ciudad, no ser¨¢ bienvenido.
¡°No hablo por todos los pase?os, pero en mi opini¨®n no deber¨ªa venir, porque las palabras que ha usado para describir a los hispanos han alimentado el odio que est¨¢ detr¨¢s de la matanza¡±, explica la congresista Ver¨®nica Escobar, que representa a la ciudad en la C¨¢mara de Representes. ¡°Pero tiene la oportunidad de retirar esas palabras, de reconocer su error, y eso nos ayudar¨ªa mucho. No podemos prevenir su visita, obviamente. El Paso demostrar¨¢ que es una ciudad de amor, pero deber¨ªa retirar sus palabras¡±.
En un manifiesto racista que subi¨® a un foro de Internet poco antes de irrumpir a tiros en el Walmart, Crusius explic¨® que la matanza que se dispon¨ªa a cometer era ¡°una respuesta a la invasi¨®n hispana de Texas¡±. El presidente Trump ha utilizado la palabra ¡°invasi¨®n¡± para referirse a la inmigraci¨®n hispana no solo en m¨ªtines y declaraciones p¨²blicas, sino en nada menos que 2.200 anuncios de campa?a pagados en Facebook. Se ha referido a los hispanos que cruzan a diario la frontera en busca de asilo como ¡°criminales¡± y ¡°violadores¡±. En un mitin en Florida el pasado mes de mayo, hablando de la inmigraci¨®n hispana, el presidente pregunt¨® a la multitud: ¡°?C¨®mo paras a esta gente?¡±. Cuando una persona del p¨²blico grit¨® ¡°?Dispar¨¦mosles!¡±, el presidente se rio.
La noticia de que Trump visitar¨¢ El Paso el mi¨¦rcoles la dio el alcalde de la ciudad, Dee Margo, en una rueda de prensa el lunes por la tarde. Su tono, a pesar de que Margo pertenece al Partido Republicano, no se puede calificar de entusiasta. ¡°Quiero aclarar, por las connotaciones pol¨ªticas, que esto es el cargo de alcalde de El Paso dando la bienvenida de manera oficial al cargo de presidente de Estados Unidos, lo cual considero que es mi deber formal¡±, dijo.
Si alguien ha catalizado la furia contra Trump tras la matanza, ha sido Beto O¡¯Rourke, el joven candidato a las primarias del Partido Dem¨®crata, nacido en El Paso, que represent¨® a la ciudad en la C¨¢mara baja del Congreso. ¡°Este presidente, que ha ayudado a crear el odio que hizo posible la tragedia del s¨¢bado, no deber¨ªa venir a El Paso. No necesitamos m¨¢s divisi¨®n. Necesitamos curar las heridas. ?l no tiene sitio aqu¨ª¡±, escribi¨® en Twitter el candidato, tras conocer los planes de Trump.
O¡¯Rourke fue uno de los pol¨ªticos que se unieron a los centenares de vecinos que velaban el lunes por la memoria de las v¨ªctimas en la valla que se asoma al Walmart. Tambi¨¦n estuvo Mary Gonz¨¢lez, representante de El Paso en la c¨¢mara legislativa estatal. ¡°Como representante, mi primera misi¨®n es curar las heridas de la comunidad, y la visita interrumpir¨ªa ese proceso¡±, dijo.
"Problema de salud mental"
La Casa Blanca confirm¨® el martes que el presidente visitar¨¢ El Paso y Dayton (Ohio), donde 13 horas despu¨¦s de la matanza en el Walmart, otro individuo mat¨® a 9 personas. ¡°Tratar¨¢ de ayudar a cicatrizar las heridas en las comunidades, se reunir¨¢ con los heridos, los familiares. Se reunir¨¢ con las fuerzas de seguridad y los profesionales m¨¦dicos. Dar¨¢ las gracias a los servicios de emergencia¡±, explic¨® la consejera Kellyanne Conway.
En la ma?ana del lunes, dos d¨ªas despu¨¦s de la masacre en El Paso y tras haberse referido a ella en Twitter como ¡°un problema de salud mental¡±, el presidente se dirigi¨® a la naci¨®n y habl¨® por primera vez de la naturaleza racista de la matanza. ¡°Con una voz, nuestro pa¨ªs debe condenar el racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco¡±, dijo. ¡°Estas ideolog¨ªas siniestras deben ser derrotadas. El odio no tiene lugar en Estados Unidos. El odio deforma la mente, devasta el coraz¨®n y devora el alma¡±. Pero Trump no mencion¨® a la poblaci¨®n hispana.
¡°?Por qu¨¦, ni siquiera entonces, tuvo palabras de apoyo para nuestra comunidad?¡±, se preguntaba Silvia Ortiz, vecina de El Paso, que hab¨ªa acudido a la valla a depositar flores. ¡°No nos conoce, no sabe nada de nosotros. No tiene derecho a llamarnos asesinos y violadores solo por el color de nuestra piel. Odio llamarle presidente. Respeto su cargo, porque la gente le ha votado. Pero no aqu¨ª en El Paso¡±.
No es la primera vez que el presidente visita la ciudad. Lo hizo tambi¨¦n el pasado febrero. Tampoco entonces la visita fue bien recibida por los pase?os. El lunes, un funcionario del Ayuntamiento le record¨® que a¨²n debe medio mill¨®n de d¨®lares por la seguridad desplegada con motivo de aquella vista. Trump hab¨ªa convertido a la ciudad en una pieza clave en su batalla por levantar un muro en toda la frontera con M¨¦xico. El presidente hab¨ªa dicho en su discurso sobre el Estado de la Uni¨®n que gracias a la valla de la frontera, que se levant¨® entre 2008 y 2010, los cr¨ªmenes hab¨ªan bajado en El Paso y por eso era una de las ciudades m¨¢s seguras del pa¨ªs. Ya no lo es. Y no ha sido por culpa de los inmigrantes, sino de un supremacista blanco.
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