Un gasoducto enfrenta a M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢

La pen¨ªnsula de Yucat¨¢n se oscureci¨® por lo menos una vez en los meses de marzo, abril y junio de este a?o. Los mexicanos del sureste padecieron los tres masivos cortes de electricidad en los d¨ªas c¨¢lidos de primavera en los que el term¨®metro lleg¨® a alcanzar los 40 grados. La demanda de luz en esos d¨ªas fue alt¨ªsima, debido principalmente al intenso uso del aire acondicionado, pero el suministro el¨¦ctrico no fue suficiente. La regi¨®n sufre desde hace varios a?os una importante escasez de gas natural para generar la energ¨ªa el¨¦ctrica que eche a andar no solo los sistemas de aire acondicionado, sino tambi¨¦n a la industria. ¡°No hay luz porque no hay suficiente gas en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n¡±, resume Gonzalo Monroy, consultor en energ¨ªa y director de GMEC.

Para reparar la hist¨®rica escasez, el Gobierno mexicano organiz¨® en 2016 la construcci¨®n de un gasoducto para traer el hidrocarburo desde Estados Unidos. El proyecto era ambicioso: un ducto de 42 pulgadas en el fondo del golfo de M¨¦xico que recorriera 800 kil¨®metros desde Brownsville (Texas, EE UU) hasta Tuxpan (Veracruz) para suministrar una tercera parte de todo el gas natural necesario para M¨¦xico. La obra de 2.000 millones de d¨®lares fue asignada a la canadiense TCEnergy ¡ªconocida anteriormente como TransCanada¡ª y a IEnova, una subsidiaria de la estadounidense Sempra. El plan, dise?ado por la Administraci¨®n del expresidente Enrique Pe?a Nieto, era que para finales de 2018 el gas estuviera ya en la Pen¨ªnsula. Las empresas se demoraron casi seis meses m¨¢s en terminar la construcci¨®n y el 11 de junio de 2019 anunciaron que el ducto estaba listo.

La Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE), la empresa estatal encargada del suministro el¨¦ctrico, deb¨ªa emitir una constancia en la que aceptaba la obra terminada y en la que pon¨ªa una fecha de inicio de operaciones. Esto a¨²n no ha sucedido. Su director, Manuel Bartlett ¡ªun veterano pol¨ªtico con poca experiencia en el sector energ¨¦tico¡ª plante¨® entonces una renegociaci¨®n de los contratos firmados en 2016 con TCEnergy e IEnova. ¡°El prop¨®sito del Gobierno es renegociar los contratos, buscar contratos equitativos¡±, dijo el director de la CFE, entonces. Las firmas se negaron y ambas partes amenazaron con comenzar una pelea en tribunales internacionales.?

El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha calificado las condiciones de los contratos como "excesivos y leoninos". Su Gobierno?buscaba con la renegociaci¨®n dos objetivos: conservar el monto de una carta de cr¨¦dito dado como garant¨ªa por las empresas y modificar la responsabilidad de las partes en eventos de fuerza mayor (como desastres naturales, accidentes, o movimientos sociales). Monroy, de GMEC, explica que los t¨¦rminos del contrato original entre las empresas y la CFE est¨¢n dentro de los est¨¢ndares internacionales y que no son abusivos, como ha argumentado Bartlett. ¡°CFE va a perder porque el contrato est¨¢ as¨ª y no lo pueden negar y cuando pierda le van a salir car¨ªsimo al Gobierno mexicano, van a tener que pagar hasta los taxis de los abogados¡±, comenta Monroy. L¨®pez Obrador ha organizado en las ¨²ltimas semanas mesas de negociaci¨®n entre la CFE y las empresas involucradas, sin que hasta el momento hayan llegado a un acuerdo. L¨®pez Obrador ha asegurado que la disputa podr¨ªa terminar esta misma semana.?

La tensi¨®n por el gasoducto ya ha escalado internacionalmente. El primero en manifestar su descontento fue el embajador de Canad¨¢ en M¨¦xico, Pierre Alaire: ¡°Estoy profundamente preocupado por las acciones recientes de la CFE y por la se?al que env¨ªan de que, a pesar de las declaraciones de L¨®pez Obrador, M¨¦xico no desea respetar los contratos de gasoductos¡±, escribi¨® en junio, en su cuenta de Twitter. El mensaje del diplom¨¢tico dio visibilidad al conflicto que comenz¨® a llamar la atenci¨®n en Ottawa. ¡°El Gobierno canadiense est¨¢ preocupado por las acciones de la Comisi¨®n Federal de Electricidad, que exige la eliminaci¨®n de ciertas cl¨¢usulas contractuales est¨¢ndar, como es la cl¨¢usula de fuerza mayor¡±, expres¨® a EL PA?S Sylvain Leclerc, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Canad¨¢. ¡°Nos parece un incumplimiento de contratos escritos y emitidos por el Gobierno mexicano, a trav¨¦s de la CFE. Estamos en conversaciones con el Gobierno mexicano para enfatizar la importancia de respetar los contratos debidamente firmados¡±, agreg¨®.

Un mes m¨¢s tarde, el 25 de julio, el Gobernador de Texas, Greg Abbott, envi¨® una carta al presidente L¨®pez Obrador para pedir que las negociaciones den paso al funcionamiento del gasoducto. ¡°M¨¦xico y Texas se beneficiar¨ªan¡±, escribi¨® Abbott. Aunque ni EE UU ni Canad¨¢ han manifestado abiertamente que el gasoducto puede afectar la relaci¨®n comercial entre los tres pa¨ªses, el Gobernador texano ha dejado deslizar uno de los grandes temores en M¨¦xico: la ratificaci¨®n del Tratado de Libre Comercio. ¡°Las dudas sobre los retrasos y los contratos de larga duraci¨®n y negocios entre M¨¦xico, Estados Unidos y Canad¨¢ pueden impactar negativamente a nuestras econom¨ªas en los siguientes a?os. Como usted sabe, el Tratado Estados Unidos, M¨¦xico, Canad¨¢ (TMEC) todav¨ªa tiene que ser ratificado por los tres pa¨ªses. Las violaciones al Tratado de Libre Comercio o el incumplimiento de los contratos podr¨ªan poner en peligro al TMEC¡±, apunt¨® Abbott.

El asunto tambi¨¦n ha estado a debate dentro del Gobierno de L¨®pez Obrador. Carlos Urz¨²a, quien fungi¨® como secretario de Hacienda hasta hace un mes, reconoci¨® en una entrevista a la revista Proceso que una de las razones de su dimisi¨®n fue la disputa por el ducto. Urz¨²a no estaba de acuerdo en renegociar el contrato de 2016. ¡°Puede ser cierto que el gasoducto haya salido caro, como afirma Bartlett, pero lo cierto es que nosotros firmamos un contrato y debemos cumplirlo¡±, dijo. El exministro acus¨® a Bartlett de no tener los conocimientos suficientes sobre el tema y de generar un problema donde era necesaria una soluci¨®n. ¡°El pleito va a durar a?os y es muy probable que M¨¦xico lo pierda, adem¨¢s de que no podremos usar ese gasoducto por un buen rato. Es es jugar literalmente con fuego y con el bienestar de millones de mexicanos que viven en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, donde ya hay apagones severos porque no hay gas¡±, remat¨® Urz¨²a.