N¨¢ufragos del Brexit
Ansiedad y confusi¨®n ante los tr¨¢mites para que los residentes europeos en el Reino Unido mantengan sus derechos
El Brexit es una pesadilla recurrente para muchos de los 3,5 millones de ciudadanos comunitarios instalados en el Reino Unido y que, por primera vez, no se sienten tan bienvenidos en la isla. El resultado del refer¨¦ndum de 2016 ¡ªun no a seguir en la UE¡ª pill¨® desprevenida a una mayor¨ªa de residentes europeos. Y, en el caso de la madrile?a Mar, entonces en plena mudanza a Londres con su familia.
¡°No nos est¨¢ yendo mal desde que nos vinimos hace tres a?os. Tenemos trabajo y nuestros dos ni?os (escolares de un colegio p¨²blico) ya hablan un ingl¨¦s perfecto¡±, explica esta secretaria de direcci¨®n casada con un chef, que prefiere no ver publicado su apellido. Ahora bien, ¡°si al final tenemos que hacer las maletas, pues nos iremos a cualquier otro lugar¡±, subraya con la resoluci¨®n de quien no quiere verse desbordada por la inflexibilidad del Gobierno de Boris Johnson. Aunque su aventura londinense arranc¨® bajo la sombra del Brexit, entonces imperaba la convicci¨®n de que la sensatez acabar¨ªa imponi¨¦ndose. El Gobierno de Theresa May agriet¨® ese espejismo. Y el posterior desembarco en Downing Street de Johnson ha acabado haci¨¦ndolo trizas este verano bajo la amenaza de un final abrupto a la libertad de movimiento de los trabajadores a partir del 1 de noviembre.
Mar no quiere permitirse el lujo de especular si el ¨®rdago de Johnson es un farol destinado a arrancar nuevas concesiones a Bruselas. Ha seguido los pasos recomendados por el Ministerio del Interior brit¨¢nico ante el supuesto de un no-deal, una salida sin acuerdo, y demandado por v¨ªa administrativa su reconocimiento como residente legal. Ya lo tiene, pero aqu¨ª no acaba el asunto. Los ciudadanos europeos que puedan demostrar al menos un lustro de estancia permanente tendr¨ªan garantizado el estatuto de ¡°establecido¡± (settled status). Los que, como ella, todav¨ªa no alcanzan el quinquenio deben optar por un ¡°estatuto de preestablecido¡± (pre-settled) y, solo tras cumplirse los cinco a?os de residencia, reclamar la categor¨ªa anterior. En ambos casos al residente europeo se le permitir¨¢ trabajar en el Reino Unido y utilizar, entre otros servicios, la sanidad p¨²blica (NHS). El plazo para presentar estas solicitudes se extender¨¢ hasta diciembre del 2020.
Pero el esquema deja muchos cabos sueltos que redundan en la ansiedad y confusi¨®n de los comunitarios. ?C¨®mo se controlar¨ªa, en el d¨ªa a d¨ªa, qui¨¦n es o no residente legal? ?Le corresponder¨ªa dirimirlo a los servicios m¨¦dicos, a los caseros o a los empresarios?, plantean organizaciones en defensa de los derechos de los ciudadanos europeos como 3 Million o Imix. Hay que tener en cuenta que en el Reino Unido no existe el DNI f¨ªsico (el carn¨¦ de conducir o una tarjeta de cr¨¦dito suelen acreditar al usuario), ni se contempla la expedici¨®n de un documento para los no naturales. Tampoco queda claro qu¨¦ tipo de documentaci¨®n habr¨ªan de esgrimir un espa?ol, un franc¨¦s o un b¨²lgaro si despu¨¦s de una visita a sus respectivos pa¨ªses de origen decidieran retornar despu¨¦s del 31 de octubre a su hogar brit¨¢nico.
Al murciano Ra¨²l Garc¨ªa Lax, con 14 a?os a sus espaldas trabajando como peluquero en Londres, no le tienta dar un solo paso administrativo ¡°hasta que sean ellos quienes lo tengan claro¡±. Se refiere a las autoridades brit¨¢nicas a las que paga puntualmente sus impuestos y que, ante la eventualidad de un no-deal, le conminan ahora a certificar su condici¨®n de residente. Pasar¨ªa el tr¨¢mite sin problema (¡°tengo mi n¨²mero de la Seguridad Social, soy propietario de un barco-vivienda en el canal), pero le irrita entre otras cosas que la solicitud habilitada por la Administraci¨®n solo sea compatible con el sistema Android, por ejemplo. Otra barrera denunciada por las ONG.
2,5 millones, pendientes
Hasta la fecha, un mill¨®n de europeos han completado con ¨¦xito las gestiones para regularizar su condici¨®n de residentes ante el posible escenario de Brexit duro. Restan otros 2,5 millones. Antes del verano, una circular interna del banco en el que trabaja el catal¨¢n Dani Lozano recomendaba a sus empleados europeos que solicitaran el estatuto de establecido. ¡°Pero no quiero perder el tiempo hasta que se ejecute algo concreto¡±, ya sea un Brexit duro, blando o ninguno (todav¨ªa guarda la secreta esperanza de que ocurra lo ¨²ltimo). Su mujer, Laura Jim¨¦nez, tambi¨¦n profesional del sector de las finanzas, ha cambiado de opini¨®n tras la amenaza de Johnson y se dispone a tramitar el estatuto de establecida cuando el 31 de agosto se cumplan los cinco a?os del desembarco de ambos en Londres.
La reacci¨®n de la leonesa Silvia Gonz¨¢lez L¨®pez tiene visos de militancia contra el Brexit duro. Es directora del servicio de reciclaje del Ayuntamiento de Newport (Gales) y como tal no le ser¨ªa dif¨ªcil recabar el estatuto de ¡°preestablecida¡± por los cuatro a?os que lleva instalada en las islas. Su marido ya lo hizo durante una fase de prueba alentada entre los trabajadores de la educaci¨®n superior. Pero a Silvia le disuade la perspectiva de, una vez completados los cinco a?os de residencia, ¡°tener que volver a empezar de cero¡± para solicitar un settled status. Tambi¨¦n recela de que la tramitaci¨®n est¨¦ exenta de la ley de protecci¨®n de datos. Descabalgada de su bicicleta para atender por tel¨¦fono a EL PA?S, esgrime que esa ¡°decisi¨®n personal¡± apenas tendr¨¢ consecuencias para una europea como ella, con trabajo estable que cotiza en la seguridad social brit¨¢nica. Lo que le preocupa es que el proceso acabe dejando a otros muchos ciudadanos en la cuneta, entre los que cita a algunos miembros de la cerrada comunidad rumana, a personas mayores o enfermas que no sabr¨ªan c¨®mo lidiar con los tr¨¢mites. O que desconocen que ¡°el ¨²ltimo tren (hacia una salida ordenada de la UE) ya sali¨® en marzo de 2019¡±.
¡°Antes del Brexit me sent¨ªa m¨¢s integrado¡±, admite Ra¨²l, que incluso ha sido blanco del grito ¡°vete a tu casa¡± en un bar. Intenta pasar por alto ese ambiente enrarecido que han tra¨ªdo los vientos del Brexit y est¨¢ convencido de que podr¨¢ seguir adelante con su vida en el Reino Unido, cualquiera que sea el desenlace final. ¡°Pero si al final no me quieren aqu¨ª donde pago mis impuestos, pues me ir¨¦ all¨ª donde me convenga¡±, apostilla sin amilanarse.
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