Los incendios en Bolivia golpean a Evo Morales a menos de dos meses de las elecciones
La crisis ambiental marca las aspiraciones del presidente, que busca su cuarta reelecci¨®n
Ni 20 d¨ªas de arduo trabajo de soldados, guardabosques, bomberos y voluntarios, ni las m¨²ltiples descargas de agua del avi¨®n bombero alquilado por el gobierno, ni las lluvias de los ¨²ltimos d¨ªas han podido apagar hasta ahora los incendios forestales en Santa Cruz, la principal regi¨®n agropecuaria de Bolivia. Los habitantes del pa¨ªs viven d¨ªas de zozobra por los valiosos recursos que se pierden hora tras hora, una parte de ellos de forma irreversible, mientras el Gobierno se esfuerza para que la crisis ambiental ¡ªque estall¨® a menos de dos meses de las elecciones generales¡ª no tenga una secuela pol¨ªtica que perjudique las aspiraciones del presidente Evo Morales, que busca su cuarta reelecci¨®n.
A lo largo de su gesti¨®n, Morales ha sostenido que ahora, en ning¨²n campo, el pa¨ªs necesita ¡°pedir limosna¡± a las potencias mundiales. Este discurso le dificulta la aprobaci¨®n de una declaratoria de ¡°desastre nacional¡±, que, seg¨²n la legislaci¨®n nacional, implicar¨ªa aceptar que el Estado carece de capacidad para enfrentar la tragedia. Decenas de instituciones ambientalistas y civiles, entre ellas la Iglesia cat¨®lica, as¨ª como manifestaciones espont¨¢neas en las tres principales ciudades bolivianas ¡ªLa Paz, Santa Cruz y Cochabamba¡ª, le han exigido que haga esta declaratoria. El presidente no ha rechazado y, al contrario, ha agradecido la ayuda ofrecida por muchos pa¨ªses. Pero hasta ahora se ha resistido a solicitar alg¨²n fondo o colaboraci¨®n en concreto.
El Gobierno le ha dado la m¨¢xima prioridad al asunto, creando un ¡°gabinete de crisis¡± con varios ministros, y contratando un avi¨®n bombero para regar desde el aire las tierras incendiadas. Su labor debe enfrentar la inusual extensi¨®n de los incendios, que ya han afectado a casi un mill¨®n de hect¨¢reas, el 30% de ellas de bosques; la falta de experiencia de Bolivia en este tipo de fuegos, que en el pasado eran muy raros en los pa¨ªses tropicales, cubiertos en gran parte de bosques h¨²medos; y, finalmente, los ataques pol¨ªticos opositores, que han logrado instalar en la opini¨®n p¨²blica la idea de que la responsabilidad ¨²ltima de lo sucedido pertenece a Morales, que en el pasado aprob¨® leyes y decretos que facilitan el ¡°chaqueo¡± o quema controlada para desbrozar las parcelas.
El chaqueo, una pr¨¢ctica ancestral
El ¡°chaqueo¡± es una pr¨¢ctica ancestral para quemar pajonales y renovar los cultivos, aunque el supuesto efecto benefactor del holl¨ªn sobre el terreno es cuestionado por la agricultura moderna. En el proceso de ampliaci¨®n de la frontera agr¨ªcola que vive Bolivia desde hace d¨¦cadas ¨Cy que el gobierno de Evo impulsa intensamente, por ejemplo trasladando campesinos del altiplano a las zonas boscosas¨C el ¡°chaqueo¡± se ha usado tambi¨¦n para ¡°desmontar¡±, es decir, para despejar el bosque natural que crece en las regiones bajas del pa¨ªs. Este sistema es el ¨²nico que los campesinos tienen a mano, ha dicho el presidente Morales: sin ¨¦l, ¡°se mueren de hambre¡±.
Con esta posici¨®n, el gobierno aprob¨® varias normas que, primero, permiten el ¡°desmonte¡± de las zonas tradicionalmente boscosas para la agropecuaria y, segundo, aceptan las quemas controladas, que en el pasado se hallaban prohibidas ¨Caunque se trataba de una prohibici¨®n formal antes que real¨C. Las mencionadas normas no han producido los ¡°chaqueos¡±, que siempre han sido un hecho de la realidad, pero s¨ª han flexibilizado la posici¨®n del Estado frente al uso del fuego en la agricultura. Ahora diversos sectores las esgrimen como pruebas de un ¡°ecocidio¡± instrumentado por las pol¨ªticas desarrollistas de Morales. El debate incluye el rechazo de algunos cruce?os a la ¡°invasi¨®n de campesinos collas¡±, es decir, provenientes del occidente del pa¨ªs, zona en la que no hay bosques y, por tanto, el ¡°chaqueo¡± no tiene efectos de corto plazo (aunque s¨ª contribuye a la producci¨®n de gases invernadero).
Pausa ecol¨®gica en las tierras arrasadas por las llamas
No se sabe a¨²n si la preocupaci¨®n por el ambiente ha calado en los sectores populares que constituyen el grueso del electorado de Morales, quien ha reaccionado prometiendo que habr¨¢ una "pausa ecol¨®gica" en las tierras afectadas por la cat¨¢strofe. Pero sin duda han reanimado el apoyo a la oposici¨®n pol¨ªtica de las clases medias acomodadas, el cual hab¨ªa deca¨ªdo en las ¨²ltimas semanas como consecuencia del convencimiento de que Morales ganar¨ªa las elecciones venideras. Seg¨²n un ¨²ltimo sondeo, seis de cada 10 bolivianos creen que el presidente ser¨¢ reelegido una vez m¨¢s el pr¨®ximo 20 de octubre.
Sin embargo, esta previsi¨®n colectiva ha quedado en suspenso por obra de la crisis ecol¨®gica, que ¡°incendi¨®¡± las redes sociales, llen¨¢ndolas de vituperios contra del oficialismo, y que el pasado domingo sac¨® a miles de personas, sobre todo j¨®venes, a protestar en las calles en contra de las pol¨ªticas y normas agr¨ªcolas del gobierno y demandando ayuda internacional. ?Se quemar¨¢ la victoria electoral del Gobierno en las puertas del horno? Nadie lo sabe, pero impedirlo es un motivo adicional para que las autoridades traten de apagar los incendios cuanto antes.
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