Argentina sufre una nueva jornada negra
Varias manifestaciones colapsan Buenos Aires mientras el peso sigue cayendo
La crisis pol¨ªtica y econ¨®mica de Argentina no deja de agravarse. El pa¨ªs vivi¨® el mi¨¦rcoles una nueva jornada sombr¨ªa, con la ciudad de Buenos Aires bloqueada por manifestaciones y con fuertes turbulencias en los mercados financieros. Con el d¨®lar de nuevo en 60 pesos, el Banco Central se vio obligado a adoptar medidas de emergencia para frenar la depreciaci¨®n de la moneda: restringi¨® la financiaci¨®n en pesos a las grandes empresas exportadoras, para forzarlas a vender divisas.
Desde la dura derrota del Gobierno en las elecciones primarias, sin otro valor que el puramente indicativo, se da por casi seguro que el pr¨®ximo presidente ser¨¢ el peronista Alberto Fern¨¢ndez. Eso ha dejado a Mauricio Macri en una situaci¨®n muy inc¨®moda. No hay vac¨ªo de poder porque Macri sigue ah¨ª, pero resulta muy perceptible la impotencia gubernamental ante una crisis de m¨²ltiples facetas. A la crispaci¨®n de quienes sienten horror ante un retorno del kirchnerismo y a las dificultades generales de la ciudadan¨ªa, agobiada por una inflaci¨®n galopante (de nuevo por encima del 50% anual) y un desempleo del 10%, se suman la falta de confianza de los inversores y la sensaci¨®n, muy extendida, de que en el futuro pr¨®ximo las cosas solo pueden empeorar.
Las organizaciones sociales forjadas durante el colapso de 2001 y 2002 tomaron Buenos Aires desde primera hora, con varias manifestaciones multitudinarias que cortaron los accesos a la ciudad y colapsaron el centro. Fue una demostraci¨®n de fuerza con una exigencia central: que el Gobierno estableciera ¡°medidas urgentes contra el hambre¡±, dado que un tercio de los argentinos viven en la pobreza. Las marchas tambi¨¦n pudieron interpretarse como la respuesta del kirchnerismo a las grandes manifestaciones del s¨¢bado en apoyo a Macri.
El caos urbano fue como una met¨¢fora de la situaci¨®n general. En los mercados financieros cundi¨® la convicci¨®n de que el Fondo Monetario Internacional, a la espera de conocer el rumbo de la econom¨ªa argentina, no iba a desembolsar pr¨®ximamente los 5.400 millones previstos para septiembre, parte del pr¨¦stamo global de 57.000 millones concedido hace un a?o, y que eso pondr¨ªa a la Rep¨²blica en peligro de no poder afrontar sus pr¨®ximos vencimientos de deuda en manos de acreedores privados, que suman unos 10.000 millones de d¨®lares hasta fin de a?o. El riesgo-pa¨ªs (el sobreprecio que habr¨ªa que pagar por un cr¨¦dito si Argentina tuviera acceso a los mercados) subi¨® hasta 2.102 puntos, un nivel parecido al que se registraba cuando el pa¨ªs comenzaba a emerger de la cat¨¢strofe de 2001 y 2002.
Cifras de v¨¦rtigo
En la Superliga argentina no hay doble partido. Por tanto, River y Boca disputan un solo encuentro. La ¨²ltima vez que Boca acudi¨® al Monumental en el torneo regular fue el 5 de noviembre de 2017, hace algo menos de dos a?os.
Ese d¨ªa, un d¨®lar costaba 18 pesos. Ahora, en v¨ªsperas de otro derbi en terreno de River, cuesta 60. La tremenda devaluaci¨®n da una idea de la crisis que azota al pa¨ªs. Durante el mandato de Mauricio Macri, iniciado en diciembre de 2015, la deuda p¨²blica ha subido desde el 52% del PIB hasta casi el 100%, y la inflaci¨®n anual ha pasado de un 21% (estimado) a m¨¢s del 50%.
En plena incertidumbre, el d¨®lar volvi¨® a convertirse en refugio. Pese a que el Banco Central realiz¨® cuatro subastas de d¨®lares y adopt¨® una medida extraordinaria y m¨¢s propia del intervencionismo peronista que del liberalismo macrista, la de estrangular la financiaci¨®n en pesos a las grandes empresas exportadoras para obligarlas a conseguir liquidez con la venta de divisas, el peso perdi¨® otro 2,5%. En lo que va de a?o, la depreciaci¨®n alcanza ya el 53%. Eso se traduce en inflaci¨®n y hace prohibitivas las importaciones.
Gobierno y oposici¨®n han roto la tregua de la pasada semana y se acusan mutuamente de fomentar el p¨¢nico. Ambos, probablemente, tienen su parte de raz¨®n. Si el candidato peronista a la presidencia, Alberto Fern¨¢ndez, realiz¨® el martes duras declaraciones contra el programa de austeridad pactado entre el FMI y el gobierno, con efectos desestabilizadores, el candidato macrista a la vicepresidente, el peronista tr¨¢nsfuga Miguel Pichetto, acus¨® el mi¨¦rcoles a colaboradores de Fern¨¢ndez (sin dar nombres ni pruebas) de pedir al FMI que interrumpiera el desembolso del pr¨¦stamo, con efectos igualmente desestabilizadores. No existe debate pol¨ªtico. Todo se reduce a descalificaciones.
Parece como si ambos bandos pensaran que cuanto peor, mejor. Macri, que quiz¨¢ ya solo aspira a permanecer en el cargo hasta el 10 de diciembre y convertirse en el ¨²nico presidente no peronista en cumplir la integridad de su mandato, podr¨ªa preferir dejar a su sucesor una herencia de tierra quemada, para facilitar su futura tarea en la oposici¨®n. Fern¨¢ndez podr¨ªa pensar que asumir en plena crisis desbocada le facilitar¨ªa la adopci¨®n de medidas duras e impopulares. Es imposible conocer la estrategia de Macri y Fern¨¢ndez, porque la fluidez de la situaci¨®n les obliga a improvisar.
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