EE UU y China acuerdan retomar las negociaciones para poner fin a la guerra comercial

Entre el intercambio de golpes, las palabras se abren paso. Estados Unidos y China han acordado iniciar una nueva ronda de negociaciones, seg¨²n ha anunciado esta ma?ana el Ministerio de Comercio chino por medio de un comunicado p¨²blico. Las dos primeras econom¨ªas mundiales aspiran de este modo a rebajar la tensi¨®n de una guerra comercial que desde hace m¨¢s de un a?o las mantiene enfrentadas. Liu He, mano derecha del presidente Xi Jinping y l¨ªder del equipo negociador de su pa¨ªs, visitar¨¢ Washington a principios de octubre para intentar avanzar en la b¨²squeda de un acuerdo.

Este encuentro ha sido acordado en una conversaci¨®n telef¨®nica que Liu He ha mantenido a primera hora de hoy con sus contrapartes, Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, y Robert Lighthizer, representante de Comercio. Todos ellos se ver¨¢n las caras de nuevo el mes que viene, en la que ser¨¢ la primera reuni¨®n tras la celebrada a finales de junio en Shangh¨¢i, la cual estaba a destinada a ser una demostraci¨®n de buenas voluntades tras tres meses de bloqueo y acab¨® convertida el preludio de m¨¢s desavenencias. Al d¨ªa siguiente Trump anunciaba m¨¢s sanciones, lo que desemboc¨® en la cotizaci¨®n del yuan alcanzando m¨ªnimos de 11 a?os, por encima de la barrera de siete frente al d¨®lar, y con China etiquetada como ¡°pa¨ªs manipulador de divisas¡±

La escalada continu¨® este pasado fin de semana. El domingo entraron en vigor nuevos aranceles estadounidenses que elevaron del 10% al 15% la tasa impositiva sobre importaciones chinas valoradas en 100.000 millones de euros. La reacci¨®n de China fue presentar una tercera queja formal ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC): un gesto simb¨®lico ya que el proceso contencioso puede tardar a?os en alcanzar un fallo. En el caso de que la instituci¨®n diera la raz¨®n a China, adem¨¢s, esta tendr¨ªa autorizaci¨®n para aprobar sanciones propias, las cuales ya est¨¢ en vigor.

Los efectos del conflicto comienzan a ser visibles en el flujo de bienes entre ambos pa¨ªses. De acuerdo con los datos publicados ayer por el Departamento de Comercio de EE UU, sus exportaciones a China durante el mes de julio cayeron un 2,7% con respecto al mes anterior, mientras que las importaciones perdieron un 1,9%. De esta manera, el d¨¦ficit comercial ¨Cel dato al que Trump apunta cuando se refiere al ¡°timo¡± que China lleva ¡°d¨¦cadas¡± poniendo en pr¨¢ctica¨C, ha pasado de 259.000 millones de euros en la primera mitad de 2018 a 231.000 este a?o. Esto no es consecuencia de un reequilibro en la relaci¨®n comercial sino de una p¨¦rdida generalizada: en ese mismo periodo de tiempo, exportaciones e importaciones se han reducido en un 17,3% y un 12,4% respectivamente.

Los mercados financieros asi¨¢ticos han recibido la noticia de una nueva ronda de negociaciones con optimismo. La bolsa de Shangh¨¢i y Tokio han abierto esta ma?ana con ganancias del 1,5% y el 2,3%. El camino a recorrer, no obstante, no ser¨¢ pl¨¢cido. Ambos pa¨ªses tienen m¨¢s sanciones en el disparadero. El viernes pasado Trump afirm¨® que elevar¨ªa los aranceles del 25 al 30% en productos chinos por valor de 275.000 millones de euros. China, por su parte, ha anunciado que retomar¨¢ sus tasas sobre veh¨ªculos y componentes norteamericanos en diciembre. La magnitud de las desavenencias y la proximidad de las elecciones presidenciales norteamericanas invita a pensar que la soluci¨®n al conflicto no llegar¨¢, como pronto, hasta 2021. Pero, de momento, las palabras se abren paso.