H¨¦roes para Ucrania, y ?en Rusia?

Mosc¨² y Kiev han canjeado este s¨¢bado 70 personas (35 por 35 seg¨²n las listas cuyos nombres han sido publicados en Ucrania). La identidad de los liberados no es solo una cuesti¨®n de pasaportes, sino tambi¨¦n el resultado de opciones pol¨ªticas y de circunstancias varias.

Los 35 que vuelven a Ucrania son ciudadanos de ese pa¨ªs (aunque Rusia tras la anexi¨®n de Crimea en 2014 impuso su ciudadan¨ªa a oriundos de la pen¨ªnsula, como al director de cine Oleg Sentsov).

Los que volaron desde Mosc¨² a Kiev ¡°vuelven¡± a su pa¨ªs, con independencia de que f¨ªsicamente no puedan llegar a Crimea (en el caso de Sentsov). Ucrania los recibi¨® como si fueran sus ¡°h¨¦roes¡±.

Pero de los 35 llegados a Rusia, no todos vuelven (por lo menos en el caso de Vlad¨ªmir Tz¨¦maj y dos desertores ucranianos con pasaportes de Ucrania todos ellos). Rusia es la consecuencia l¨®gica de la causa que abrazaron y que promueven los dirigentes del Kremlin en el pa¨ªs vecino.

La diferencia en el recibimiento de un contingente y otro en el aeropuerto de Bor¨ªspol en Kiev y en el de Vn¨²kovo en Mosc¨² ha sido enorme, seg¨²n las im¨¢genes de las televisiones de los dos pa¨ªses. En Bor¨ªspol, a los ucranianos les dio la bienvenida el presidente Volod¨ªmir Zelenski, que se abraz¨® efusivamente con la mayor¨ªa de ellos, algunos de los cuales eran gigantones que, embargados por la emoci¨®n, achucharon al jefe del Estado hasta casi hacerle perder el equilibrio. Los periodistas entrevistaron a todos los que pudieron.

En Mosc¨² el recibimiento se centr¨® en torno al periodista Kiril Vishinski, el delegado de la agencia oficial rusa Ria N¨®vosti en Kiev, al que recibi¨® su jefe de Mosc¨². Seg¨²n pudo verse en la pantalla de las televisiones oficiales, no estaba el presidente Putin ni se vieron cargos pol¨ªticos. Los otros liberados llegados a Vn¨²kovo pasaron como fantasmas en segundo plano en las im¨¢genes mostradas por la cadena televisiva estatal Vesti.24, tal vez porque parte de los que aterrizaron en Rusia no "vuelven¡± sino que ¡°vienen¡± a la patria adonde se han visto abocados. Esa patria en la que algunos, como Vlad¨ªmir Tsemaj, el responsable de la defensa antia¨¦rea en las proximidades de Snezhnoe el 17 de julio de 2014 cuando fue abatido un avi¨®n malasio con 298 personas a bordo, podr¨¢n ¡°perderse¡± si no quieren ser reclamados como testigos o como responsables en el futuro por la justicia internacional. Ucrania ve a los liberados como sus h¨¦roes. Y Rusia, ?c¨®mo ve a los suyos?