Un himno propio: la nueva modalidad de las protestas en Hong Kong
Centenares de personas se re¨²nen en centros comerciales para cantar 'Gloria a Hong Kong'
Es dif¨ªcil exagerar hasta qu¨¦ punto los centros comerciales est¨¢n integrados en la vida diaria de los hongkoneses. Representan un sector fundamental para la econom¨ªa de este territorio aut¨®nomo; son un lugar habitual de ocio, punto de encuentro para citas, y nudos ineludibles en el laberinto de pasos elevados que permiten a los peatones esquivar el tr¨¢fico ¡ªy los frecuentes chaparrones tropicales¡ª en el centro de la ciudad. Desde esta semana se han convertido tambi¨¦n, tras caer la noche, en auditorios improvisados. Centenares de manifestantes vestidos de negro se re¨²nen en sus atrios para cantar una electrizante marcha convertida de modo fulminante en el nuevo himno de las protestas: ¡°Gloria a Hong Kong¡±.
Esta canci¨®n de letra desafiante, que solo est¨¢ terminada desde finales de agosto, es fruto de una colaboraci¨®n colectiva. La m¨²sica es obra de un veintea?ero que se hace llamar Thomas y no quiere hacer p¨²blicos m¨¢s datos sobre su persona. La letra es el resultado de las aportaciones de decenas de personas a trav¨¦s de las redes sociales. De ritmo marcial y estrofas apasionadas, desde que se subi¨® su primera versi¨®n a internet hace dos semanas los manifestantes la han memorizado con entusiasmo y se ha extendido como la p¨®lvora.
Cuenta, incluso, con lo que ya puede considerarse su propio v¨ªdeo oficial: una producci¨®n muy cuidada, vista m¨¢s de un mill¨®n de veces en YouTube desde su publicaci¨®n, este mi¨¦rcoles, en la que una orquesta de muchachos vestidos de negro, con m¨¢scaras de gas y cascos ¡ªel uniforme de los manifestantes¡ª, interpreta esta melod¨ªa de ritmo marcial. Las im¨¢genes de los j¨®venes m¨²sicos se mezclan con fotos de las movilizaciones, en una apelaci¨®n a la ¨¦pica.
El pasado martes, durante el partido de f¨²tbol de clasificaci¨®n para el Mundial que enfrent¨® a la selecci¨®n de Hong Kong con la de Ir¨¢n, sus notas fueron cantadas a grito limpio por los asistentes. Todo un contraste con el trato al himno de China, el oficial en este territorio aut¨®nomo, ahogado por una muy sonora pitada. En muchos centros comerciales por toda la ciudad, desde entonces, cada noche ¡ªo de d¨ªa, a la hora del almuerzo¡ª la marcha vuelve a sonar, entonada por personas que utilizan la luz de su tel¨¦fono a modo de vela, y que, entre aplausos, repiten los lemas de las protestas -¡°?Liberad Hong Kong, revoluci¨®n de nuestra era! ??nimo, hongkoneses!¡±.
La canci¨®n cuenta ya con una versi¨®n en ingl¨¦s, y Thomas ha pedido otras contribuciones para asemejarla lo m¨¢s posible al original canton¨¦s. ¡°Por tantas l¨¢grimas que ha derramado esta tierra¡±, comienza la letra en este idioma, para continuar: ¡°Por la angustia que sufrimos en este caos, mantenemos nuestras cabezas altas, nuestras voces firmes, que la libertad se asiente en Hong Kong¡±. La ¨²ltima estrofa concluye en ingl¨¦s con un: "Venid, hijos de nuestra patria, ha llegado el momento de la revoluci¨®n, la libertad pertenece a esta tierra, gloria a Hong Kong".
Los c¨¢nticos en p¨²blico se han convertido en una tradici¨®n en los tres meses de protestas, y la selecci¨®n de lo que se entona ha ido evolucionando en paralelo al cambio en la naturaleza de las movilizaciones, pac¨ªficas inicialmente y gradualmente m¨¢s violentas. En las primeras semanas era ubicuo el himno cristiano Sing Hallelujah to the Lord (Canta aleluya al Se?or), que a¨²n hoy se sigue escuchando ocasionalmente. Entre las razones de su triunfo est¨¢ su sencillez ¡ªdos o tres escuchas bastan para aprenderlo¡ª y su tono calmado, que enfatizaba el car¨¢cter pac¨ªfico inicial de las movilizaciones. Tambi¨¦n proporcionaba una excusa a las concentraciones no autorizadas: las congregaciones de car¨¢cter religioso en la calle no necesitan aprobaci¨®n policial previa; las convocatorias civiles, s¨ª.
Tambi¨¦n es frecuente escuchar el Do you hear the people sing?, de la versi¨®n musical de Los Miserables. Hace cinco a?os, esta tonada ya se hab¨ªa convertido en el himno no oficial del Movimiento de los Paraguas, las protestas estudiantiles precursoras de las actuales que durante casi tres meses paralizaron el centro de Hong Kong en 2014.
Pero ninguna hab¨ªa impactado como Gloria a Hong Kong, hasta el punto de que ya hay participantes en las protestas que empiezan a nombrarlo como ¡°el nuevo himno¡± de la excolonia brit¨¢nica. ¡°Ojal¨¢ llegue un d¨ªa en que, en un acontecimiento internacional, podamos cantarlo con la cabeza alta¡±, desea el usuario Fantasma de Humo, en uno de los foros de internet favoritos de los manifestantes para comunicarse.
Una encuesta de la Universidad de Hong Kong de junio pasado, despu¨¦s de las dos primeras manifestaciones masivas, mostr¨® que solo el 27% de los residentes de Hong Kong se declaran orgullosos de ser ciudadanos chinos, mientras que el 71% asegura que no comparte ese sentimiento.
Gloria a Hong Kong volver¨¢ a escucharse con seguridad en las movilizaciones programadas para este fin de semana, que este viernes, en la festividad de Medio Oto?o, incluye cadenas humanas con farolillos y sentadas en estaciones de metro, el tur¨ªstico pico Victoria o Lion Rock, la monta?a m¨¢s alta del territorio aut¨®nomo. Tambi¨¦n, en centros comerciales.
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