Biden se reivindica como la mejor apuesta dem¨®crata para derrotar a Trump
El exvicepresidente ensalza el legado de Obama mientras sus rivales reclaman pol¨ªticas m¨¢s progresistas
Joe Biden, vicepresidente de la era Obama, se reivindic¨® este jueves por la noche como la apuesta m¨¢s segura para derrotar a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020 y defendi¨® su ideario centrista frente a los dos precandidatos dem¨®cratas que le siguen a la zaga en los sondeos, los senadores izquierdistas Bernie Sanders y Elizabeth Warren. El tercer debate televisivo, celebrado en Houston, se convirti¨® en una larga conversaci¨®n de ideas y estrategia: sobre si Estados Unidos requiere pol¨ªticas m¨¢s atrevidas de corte socialdem¨®crata, si el votante est¨¢ preparado para ese giro y si a la Casa Blanca se vuelve por el centro o por la izquierda. ¡°Puede que te guste m¨¢s otro candidato, pero tienes que fijarte en qui¨¦n va a ganar¡±, dice la esposa de Biden, Jill, en un anuncio electoral de las primarias. Pero un pu?ado de candidatos muy diversos le llevan la contraria: si en 2016 gan¨® alguien tan heterodoxo y divisivo como Trump, las leyes de la elegibilidad han quedado refutadas.
Biden empez¨® al ataque, cuestionando la viabilidad de los planes de dos progresistas de vieja escuela, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, sobre sanidad, uno de los asuntos m¨¢s complejos en la pol¨ªtica dom¨¦stica y de los m¨¢s sangrantes para la clase trabajadora. Tambi¨¦n, uno de los dilemas que m¨¢s dividen a los propios dem¨®cratas. El exvicepresidente defendi¨® su idea de mejorar la cobertura para los estadounidenses partiendo de la reforma de Obama y critic¨® con dureza la propuesta m¨¢s atrevida, que apuesta por extender el sistema p¨²blico de cobertura de los mayores de 65 a?os (Medicare) a toda la poblaci¨®n y, adem¨¢s, eliminar el sistema privado de seguros.
¡°?C¨®mo vamos a pagarlo?¡±, se pregunt¨® Biden. ¡°Mi amiga y senadora a la izquierda [en referencia a Elizabeth Warren] no ha dicho c¨®mo va a pagarlo, pero yo s¨ª digo c¨®mo voy a pagar mi propuesta¡±. Cuando Sanders reproch¨® que EE UU est¨¢ pagando en salud el doble per c¨¢pita que Canad¨¢, espet¨®: ¡°Esto es Am¨¦rica¡±.
Dec¨ªa Tocqueville que los americanos adoran los cambios, pero temen las revoluciones. ¡°Cada d¨ªa cambian o modifican cosas secundarias, y se cuidan mucho de no tocar las principales¡±, escribi¨®. Nadie como Biden representa ese esp¨ªritu en esta carrera, ya venga a cuenta de la sanidad, de la regulaci¨®n de armas, o de la inmigraci¨®n. Cuestion¨® que un presidente pueda prohibir los rifles de asalto (que suelen usarse en los tiroteos masivos) mediante una orden ejecutiva, algo que s¨ª ha afirmado la senadora Kamala Harris. ¡°Hay cosas que no se pueden hacer [con una orden]¡±, dijo, ¡°Seamos constitucionales, tenemos una Constituci¨®n¡±, insisti¨®. Mientras, Harris le interrump¨ªa haciendo suyo el lema de Obama: ¡°Bueno, Joe, en lugar de decir, ¡®no podemos, digamos s¨ª podemos (Yes, we can), ?de acuerdo?"
Fue uno de los instantes m¨¢s descriptivos del tablero dem¨®crata en estos momentos. Si hubiera que trazar un paralelismo con 2008, Biden encarna la primera candidatura de Hillary Clinton, la experiencia y el discurso pragm¨¢tico frente al mensaje inspirador de aquel joven senador de Illinois que se convirti¨® en el primer presidente afroamericano de la historia estadounidense. Hoy, la ilusi¨®n obamista, la que habla de refundaciones, se encuentra repartida entre un grupo de precandidatos muy diverso. Nunca se hab¨ªan presentado tantas mujeres (esta noche coincidieron en el escenario Warren, Harris y Amy Klobuchar), hay un aspirante de origen asi¨¢tico, Andrew Yang, que propone una renta universal, toda una revoluci¨®n en Estados Unidos, y otro de tan solo 37 a?os que es el primero abiertamente homosexual. A la cabeza, sin embargo, siguen dos veteranos de Washington, Sanders y Warren.
Era esta noche la primera vez que los tres mejor situados en las encuestas se ve¨ªan las caras en un debate, ya que, en lugar de participar una veintena de aspirantes repartidos entre dos noches, hubo una criba para excluir a la mitad ¡ªen funci¨®n de su posici¨®n en sondeos y n¨²mero de donantes¡ª y solo la decena que pas¨® el corte se bati¨®. La campa?a de primarias ha entrado ya en otra fase, una en la que las figuras con m¨¢s tir¨®n se distancian del resto y en la que el exvicepresidente parece haber tomado aliento. Tuvo su sesi¨®n m¨¢s en¨¦rgica hasta la fecha y reivindic¨® el legado de Barack Obama, mientras sus rivales reclaman pol¨ªticas m¨¢s progresistas.
Que Joe Bien (76 a?os), Bernie Sanders (78) y Elizabeth Warren (70) dominen los sondeos con autoridad para la carrera de 2020 refleja que la mayor movilizaci¨®n del voto joven, palpable en las elecciones legislativas de noviembre, no impide que el candidato predilecto sea un septuagenario. A mucha distancia de estos, con apoyo en los sondeos inferior a los dos d¨ªgitos, figuran Harris, Buttigieg y los texanos Beto O¡¯Rourke, excongresista, y Julian Castro, exsecretario de Vivienda con Obama.
En favor de Biden juega la llamada electability, es decir, las probabilidades que se considera que tiene un pol¨ªtico de ganar la elecci¨®n. En una encuesta de The Washington Post-ABC publicada esta semana, el exvicepresidente arrasa: el 45% cree que es quien tiene m¨¢s opciones de derrotar a Trump, comparado con el 14% de Sanders y el 12% de Warren. Hay quien cuestiona ese criterio a la hora de elegir candidato, como Castro, que en una entrevista en el Post plante¨®: ¡°No vamos a ganar intentado jugar lo m¨¢s seguro posible¡±, ¡°Trump no gan¨® jugando as¨ª¡±. Castro lanz¨® un golpe bajo a Biden en el debate, cuando el exvicepresidente neg¨® haber dicho algo sobre la reforma sanitaria, el texano le espet¨® tres veces seguidas: "?Se le ha olvidado lo que ha dicho hace solo dos minutos?". El asunto de la edad planea tambi¨¦n sobre esta carrera.
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