Bruselas y Londres elevan el nivel de las negociaciones para intentar evitar un Brexit salvaje
Juncker considera que "el acuerdo es deseable y posible", pero advierte de que el riesgo de una ruptura brutal "sigue siendo muy real"
La cuenta atr¨¢s para el Brexit avanza y Bruselas y Londres han decidido elevar el nivel de las negociaciones para intentar evitar una salida sin acuerdo del Reino Unido de la UE el pr¨®ximo 31 de octubre. Los contactos saltar¨¢n del nivel t¨¦cnico al pol¨ªtico para buscar contra reloj una f¨®rmula que permita el abandono brit¨¢nico del club y el mantenimiento de la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas y servicios entre las dos partes de Irlanda, la comunitaria y la brit¨¢nica. Londres insiste en que el acuerdo es posible, pero la premura de tiempo y el desbarajuste interno del Reino Unido hacen que Bruselas se tema lo peor.
A solo seis semanas de que se cumpla el plazo, "el riesgo de una salida sin acuerdo contin¨²a siendo muy real", ha advertido este mi¨¦rcoles el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, durante una intervenci¨®n en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Juncker ha informado al plenario, sin ofrecer m¨¢s detalles, sobre su encuentro del pasado lunes con el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson. Unas conversaciones que el luxemburgu¨¦s ha descrito como "amistosas, constructivas y, en parte, positivas".
Las posiciones de Bruselas y Londres no se movieron durante la cita. Johnson insisti¨® en la necesidad de suprimir del acuerdo de salida la llamada salvaguarda irlandesa (que evita la reintroducci¨®n de controles fronterizos). Y Juncker exigi¨® que Downing Street ofrezca soluciones alternativas que consigan el mismo objetivo que la salvaguarda. Pero la cita, seg¨²n ha revelado Juncker, marc¨® el inicio de una nueva fase de negociaci¨®n que aspirar¨ªa a evitar una salida sin acuerdo de incalculables consecuencias pol¨ªticas y econ¨®micas.
"He pedido al primer ministro brit¨¢nico, c¨®mo decirlo, que politicemos las negociaciones, en el buen sentido de la palabra", ha se?alado. Juncker quiere que el negociador jefe europeo, Michel Barnier, y el ministro brit¨¢nico encargado del Brexit, Stephen Barclay, "asuman ellos mismos las negociaciones para que no sigan solo a nivel t¨¦cnico".
Desde la llegada de Johnson a Downing Street en julio, los contactos con Bruselas han sido infructuosos a pesar de las repetidas visitas de los negociadores brit¨¢nicos a la capital comunitaria. La falta de claridad sobre las intenciones de Londres y el escaso alcance pol¨ªtico de las conversaciones ha desembocado en un estancamiento. Bruselas parece dispuesta a elevar el rango y potenciar el impulso pol¨ªtico.
La decisi¨®n de Juncker llega animada por su convencimiento de que "el acuerdo es deseable". "Creo? que es todav¨ªa posible", ha dicho. El presidente de la Comisi¨®n ha insistido en que la posibilidad de una salida sin acuerdo quiz¨¢ sea el deseo del Gobierno de Johnson, "pero jam¨¢s ser¨¢ la opci¨®n de la UE".
Al otro lado del canal de la Mancha, tambi¨¦n se ha apreciado este mi¨¦rcoles una intensificaci¨®n de los aparentes esfuerzos de aproximaci¨®n. Johnson ha vuelto a hablar, v¨ªa telef¨®nica, con Juncker y con algunos primeros ministros de la UE y ha invitado al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, a visitar Londres en los pr¨®ximos d¨ªas.
"El primer ministro ha informado a los l¨ªderes europeos sobre los trabajos en marcha para encontrar una alternativa al backstop qeu proteja tanto los acuerdos de paz en Irlanda como la integridad del mercado ¨²nico", han indicado fuentes brit¨¢nicas.
El objetivo de las negociaciones entre Barnier y su hom¨®logo brit¨¢nico ser¨ªa llegar a un acuerdo antes de la cumbre europea del pr¨®ximo 17 y 18 de octubre. Si se alcanzara una soluci¨®n, los 27 pa¨ªses de la UE podr¨ªan ratificarla en esa cumbre y Johnson podr¨ªa someterla al veredicto del Parlamento de su pa¨ªs. Pero si las negociaciones fracasan, el Ejecutivo brit¨¢nico, en teor¨ªa, estar¨ªa obligado a un tercer aplazamiento del Brexit, tal como le ha exigido su propio Parlamento. Johnson, sin embargo, amaga con no acatar ese mandato, lo que podr¨ªa desencadenar una ruptura brutal con la UE en la noche del ¨²ltimo viernes de octubre, v¨ªspera de la fiesta de Halloween.
El eurodiputado liberal y presidente del grupo parlamentario encargado del Brexit, Guy Verhofstadt, advirti¨® a Londres contra la tentaci¨®n de confiar en un pacto in extremis que evite la cat¨¢strofe. "Hay gente en Gran Breta?a que piensa que, al final de la negociaci¨®n, los europeos van a ceder. Quiz¨¢, pero no somos est¨²pidos. Defenderemos a nuestras empresas, nuestra econom¨ªa y nuestro mercado ¨²nico".
La Uni¨®n Europea entra en la recta final de los contactos con una unidad pol¨ªtica e institucional que se ha manifestado este mi¨¦rcoles durante el debate en el pleno del Parlamento Europeo. La Euroc¨¢mara ha aprobado por abrumadora mayor¨ªa (544 votos a favor, 126 en contra y 38 abstenciones) una resoluci¨®n en la que exige un acuerdo de salida que garantice un Brexit sin consecuencias negativas para Irlanda (como la aparici¨®n de una frontera) ni para el mercado interior europeo (con el riesgo de productos descontrolados desde el territorio brit¨¢nico de Irlanda del norte).
Soluciones operativas
"Necesitamos que el acuerdo de salida incluya soluciones jur¨ªdicamente operativas que respondan de manera precisa a todos y cada uno de los riesgos que genera el Brexit", ha exigido Barnier, tambi¨¦n presente en el hemiciclo de Estrasburgo. Barnier ha se?alado que cualquier animal vivo o producto alimentario que llegue a Irlanda procedente del Reino Unido "entrar¨¢ autom¨¢ticamente, de manera mec¨¢nica" en todo el mercado europeo. "Y nuestra memoria no es corta", ha apuntado el franc¨¦s, en una clara alusi¨®n a la mortal crisis alimentaria de las llamadas vacas locas. La enfermedad (encefalopat¨ªa espongiforme bovina) se detect¨® en el Reino Unido en 1986 y desencaden¨® una epidemia que provoc¨® decenas de muertos, oblig¨® a sacrificar reses y llev¨® a la UE a prohibir la importaci¨®n de carne de vacuno brit¨¢nica.
La salvaguarda irlandesa o backstop obligar¨ªa al Reino Unido a mantener una uni¨®n aduanera con la UE y respetar en Irlanda del Norte ciertas normas del mercado ¨²nico europeo mientras no se alcanzase un nuevo acuerdo sobre la relaci¨®n comercial futura. Entre esas normas figuran las relativas a mercanc¨ªas, a controles veterinarios, producci¨®n y comercializaci¨®n agr¨ªcola, IVA o algunos impuestos especiales. Las condiciones, consideradas imprescindibles por la UE para no imponer una frontera dura entre las dos partes de Irlanda, fueron aceptadas por el Gobierno de Theresa May, pero el Parlamento brit¨¢nico vot¨® en contra (hasta tres veces) del conjunto del acuerdo de salida.
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