El portugu¨¦s Costa busca la mayor¨ªa absoluta con m¨¢s gasto p¨²blico

La victoria no se debate, se debate la mayor¨ªa. El primer ministro portugu¨¦s y candidato socialista, Ant¨®nio Costa, parte como favorito en la campa?a electoral, que arranc¨® este domingo, para las legislativas del 6 de octubre, y lo hace con promesas de mayor inversi¨®n p¨²blica. Lleg¨® al poder de forma in¨¦dita en el pa¨ªs (sin ser el m¨¢s votado) con el apoyo parlamentario de las fuerzas a su izquierda, Bloco de Esquerda y Partido Comunista. Estos cuatro a?os, el Gobierno en minor¨ªa de Costa ha sido ejemplo de estabilidad, equilibrios y promesas cumplidas, con las exigencias de la UE y con las de sus socios euroesc¨¦pticos.

Ninguno de los augurios catastrofistas de la coalici¨®n vencedora en las urnas, el de centroderecha formado por el PSD-CDS, se cumplieron. Costa lleg¨® al poder un a?o despu¨¦s del fin de la tutela econ¨®mica de la troika ¡ªformada por la Comisi¨®n Europea, el FMI y el BCE¡ª, pero a¨²n con su programa econ¨®mico vigente, basado en fuertes recortes sociales y gran aumento de impuestos. La campa?a de Costa se bas¨® en ¡°pasar p¨¢gina a la austeridad¡± y a eso se ha dedicado en sus cuatro a?os de Gobierno. Aument¨® el salario m¨ªnimo de 500 a 600 euros, baj¨® el IVA de la restauraci¨®n del 23% al 13%, recuper¨® cuatro d¨ªas festivos y los empleados p¨²blicos volvieron al horario de 35 horas, entre otras medidas de impacto inmediato.

La apuesta por el consumo funcion¨® ¡ªsubida a la ola de la recuperaci¨®n europea¡ª y el balance macroecon¨®mico de su gesti¨®n es incontestable: descenso del d¨¦ficit del 4,4% al 0,2%, de la deuda del 129,8% al 116% y del paro del 12,4% al 6,3%. Por primera vez en el siglo, el pa¨ªs crece por encima de la media europea. Su ministro de Finanzas, Mario Centeno, que empez¨® siendo el alumno que m¨¢s preocupaba a Bruselas y acab¨® presidiendo el Eurogrupo.

La cr¨ªtica de la oposici¨®n y de sus mismos socios parlamentarios se centra en el funcionamiento de la sanidad, los transportes y las infraestructuras y, en general, a la falta de inversi¨®n p¨²blica, incluso por debajo de la aprobada en los presupuestos. Largas huelgas han afectado a hospitales y transportes para reclamar, sobre todo, m¨¢s medios. M¨¢s que en el Parlamento, la oposici¨®n ha estado en la calle, manejada por el sindicato CGTP, bajo la ¨®rbita del Partido Comunista.

Todas las cr¨ªticas y los cientos de huelgas ¡ªm¨¢s que durante el Gobierno anterior del centroderecha PSD-CDS¡ª no son, sin embargo, suficientes para que todas las encuestas sean favorables a Costa, hasta con 15 puntos de ventaja sobre el socialdem¨®crata PSD. La baza de Costa para acercarse a la mayor¨ªa absoluta es un salto adelante en inversi¨®n p¨²blica, con la promesa de 2.000 millones de euros para acallar el flanco d¨¦bil de su mandato.

La victoria se da por descontada y la incertidumbre electoral es si Costa lograr¨¢ la mayor¨ªa absoluta que le permita gobernar sin socios a la izquierda (para aprobar medidas sociales) o a la derecha (para medidas econ¨®micas y laborales). Esa cuesti¨®n centra la campa?a electoral por encima de los programas. ¡°La mayor¨ªa absoluta es peligrosa¡±, advierte la l¨ªder del izquierdista Bloco, Catarina Martins. ¡°Los portugueses est¨¢n escaldados de ellas, sean del PSD o del PS¡±, recuerda J?ao Oliveira, portavoz parlamentario del Partido Comunista. Aunque Costa la desea ¡ªno tanto el partido¡ª, en sus apariciones p¨²blicas habla de ¡°una victoria expresiva que impida bloqueos parlamentarios¡±. Y advierte: ¡°Es preciso evitar una situaci¨®n a la espa?ola, donde tenemos un partido socialista d¨¦bil que conduce a una soluci¨®n de ingobernabilidad¡±, como declaraba al peri¨®dico Expresso el pasado agosto. ¡°Tenemos que tener un partido socialista fuerte que garantice la estabilidad de Portugal. Tenemos que mirar todos hacia Espa?a para percibir los riesgos de lo que significa un PS d¨¦bil y un Podemos fuerte¡±.

La l¨ªder del Bloco ¡ªpartido en gran sinton¨ªa con Podemos¡ª se dio por aludida y respondi¨® que la formaci¨®n siempre fue ¡°una fuerza de estabilidad. Nunca inventamos crisis¡± y anuncia que su idea es entrar en el pr¨®ximo Gobierno si obtiene m¨¢s del 10% de los votos (10,2% en 2015). Idea que Costa ¡ªcomo S¨¢nchez en Espa?a¡ª ha descartado con un expresivo: ¡°Para qu¨¦ estropear una buena amistad con un mal casamiento¡±.

Martins asegura que el voto ¨²til para evitar la mayor¨ªa absoluta del PS es el voto al Bloco, mostrando sus diferencias con el PC, mientras Costa echa una mano a los comunistas. ¡°?Saben cu¨¢l es la diferencia entre el PC y el Bloco?¡±, preguntaba a su audiencia en un mitin. ¡°Que el PC es un partido de masas y el Bloco un partido de mass media. El PC no vive la angustia de ser noticia todos los d¨ªas al mediod¨ªa, tiene una gran madurez institucional¡±. El comunista Oliveira esconde la sonrisa por la ocurrencia de Costa. ¡°La realidad¡±, dice, ¡°es que nunca utilizamos la v¨ªa medi¨¢tica para sacar ventaja en una negociaci¨®n en curso. Otros no pueden decir lo mismo¡±.

Detr¨¢s de la cornada a uno de sus socios parlamentarios, se oculta la estrategia de Costa para que el Bloco no aumente su fuerza electoral, sea por el lado socialista, sea por el lado comunista. Mientras, los partidos del centroderecha asisten a la pelea entre las izquierdas como una mera comparsa. Con un 30% de intenci¨®n de voto en los sondeos contra el 55% de la izquierda, nunca sumaron tan poco.