Dilma Rousseff: ¡°El Gobierno brasile?o es neofascista¡±

Podr¨ªa decirse que Dilma Rousseff, de 71 a?os, es una activista de izquierdas devenida en tecn¨®crata. Cierto, pero Dilma es sobre todo una luchadora. Presidenta de Brasil, fue la primera mujer en gobernar el pa¨ªs, entre 2011 y 2016. Activista desde su juventud, Rousseff irrumpi¨® en la primera fila de la pol¨ªtica como ministra de Energ¨ªa y presidenta de la junta directiva de Petrobras? y despu¨¦s como jefa de Gabinete, una suerte de primer ministro, en el ¨²ltimo mandato de Lula da Silva, cargos donde se gan¨® una reputaci¨®n de dama de hierro por su exigente gesti¨®n, su capacidad de trabajo y su dominio de los temas t¨¦cnicos.

Hija de un inmigrante b¨²lgaro y con madre brasile?a, Rousseff naci¨® en una familia de clase media en el Estado de Minas Gerais, en el sudeste, donde se licenci¨® en Econom¨ªa. Tras el golpe de Estado de 1964 que dio paso a la dictadura militar se uni¨® a los grupos radicales de izquierda. Aunque dice que nunca intervino en un enfrentamiento armado, fue detenida y torturada, y aqu¨ª hay que decir que en estas pr¨¢cticas los militares brasile?os de aquel entonces eran unos aut¨¦nticos expertos, y pas¨® tres a?os en prisi¨®n.

Elegida por Lula para continuar su mandato, en un contexto de prosperidad econ¨®mica que permiti¨® el ingreso en la clase media de 40 millones de brasile?os, gan¨® con holgura las elecciones en 2010 y volvi¨® a ganar cuatro a?os despu¨¦s, cuando el carnaval de las materias primas, como fue llamado en esos a?os, impulsado por la demanda china y la bonanza que hab¨ªa producido comenzaba a frenarse. Vino entonces una etapa de vacas flacas y una sociedad m¨¢s consciente de sus derechos que urg¨ªa unas reformas siempre aplazadas. Rousseff presidi¨® un periodo de estancamiento econ¨®mico y una espiral de corrupci¨®n que envolv¨ªa al Partido de los Trabajadores (PT). Ir¨®nicamente, mucho m¨¢s dura que sus antecesores en la lucha contra la corrupci¨®n ¡ªen su primer a?o de Gobierno despidi¨® a seis ministros imputados¡ª result¨® v¨ªctima de esta tras una operaci¨®n de la oposici¨®n de derechas que con una triqui?uela legal la desaloj¨® del poder.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Rousseff super¨® un c¨¢ncer; su sucesor y verdugo pol¨ªtico, Michel Temer, est¨¢ procesado por corrupci¨®n, y en noviembre los brasile?os eligieron presidente a Jair Bolsonaro, un militar populista de extrema derecha, al que no duda en calificar de ¡°neofascista¡±. Hoy Dilma a secas, como se la conoce en Brasil, est¨¢ en Madrid para participar en actos de la UGT y del PCE porque, dice, ¡°la izquierda debe estar unida y no perder la esperanza¡±.

Pregunta. La ONU debate el cambio clim¨¢tico, tras los incendios en la Amazonia, pero Jair Bolsonaro parece ir en direcci¨®n contraria en este y otros asuntos¡­

Respuesta. Me parece que est¨¢ destruyendo no solo la Amazonia, sino la soberan¨ªa de Brasil. El pa¨ªs tiene un ¨¢rea de preservaci¨®n en un entorno que es 11 veces el tama?o de Espa?a. Todo eso est¨¢ siendo amenazado. El proceso ya comenz¨® con el Gobierno anterior, de Michel Temer, pero como a escondidas, por los m¨¢rgenes. Bolsonaro no. Bolsonaro asumi¨® actitudes grav¨ªsimas: por ejemplo, cerr¨® el Consejo Nacional del Medio Ambiente (Conama). Es una pol¨ªtica deliberada. Bolsonaro ha hecho expl¨ªcito su objetivo de explotaci¨®n minera de la zona. La Amazonia es una epifan¨ªa.

P. Han pasado tres a?os desde su proceso de impeachment. ?C¨®mo ve hoy aquellos hechos?

R. Fue m¨¢s que una injusticia. Fue un golpe de Estado. Mi salida fue el primer acto de una pieza teatral que no acab¨®. El segundo fue colocar a un Gobierno que adopt¨® medidas no aprobadas por las urnas y una reforma laboral que precariza el trabajo y que nosotros no hubi¨¦ramos hecho. Eso crea el ambiente para la llegada de Bolsonaro. La Red Globo de televisi¨®n difunde que Brasil est¨¢ quebrado. ?C¨®mo que estaba quebrado? Brasil estaba quebrado cuando Lula da Silva lleg¨® al Gobierno. Los golpistas dan un golpe para implantar un modelo neoliberal. Fueron irresponsables, unieron una crisis pol¨ªtica a una econ¨®mica y comenzaron a vislumbrar que hab¨ªa una posibilidad de que Lula volviese a la presidencia. Primero, comienzan a hacer gestos para criminalizarle, como no lo consiguen, le condenan y le encarcelan. Segu¨ªa siendo el favorito para las elecciones.

P. ?Pero esa trama es la ¨²nica responsable de que Bolsonaro llegue al poder? Est¨¢ la corrupci¨®n por el caso Lava Jato, el saqueo de Petrobras¡­

R. Los partidos de centro, centroderecha y derecha se destruyeron en el proceso. Iniciamos el fortalecimiento de las instituciones, con una legislaci¨®n que permit¨ªa el combate contra la corrupci¨®n. Lula dio, adem¨¢s, recursos y profesionales a la polic¨ªa federal y yo sancion¨¦ una ley de combate contra las organizaciones criminales en 2013, antes de la Operaci¨®n Lava Jato. Las instituciones en las democracias j¨®venes corren un riesgo, transformarse de instituciones en corporaciones, que, como se sabe, solo se ocupan de defender su propio inter¨¦s. Las instituciones judiciales se han convertido en una corporaci¨®n y con S¨¦rgio Moro como jefe de los fiscales de Curitiba desencadenaron la Operaci¨®n Lava Jato. Es cierto que descubrieron muchas cosas, pero la cuesti¨®n es en qui¨¦n se enfocaron. En Lula.

P. ?Qu¨¦ opina de las filtraciones que The Intercept en colaboraci¨®n con EL PA?S Brasil ha publicado sobre el ministro de Justicia Moro?

R. En cualquier otro pa¨ªs, los fiscales deber¨ªan ser interrogados e incluso juzgados. Cometieron irregularidades y una serie de actos ilegales e irregulares. Y a¨²n m¨¢s grave, esas filtraciones demostraron que no ten¨ªan pruebas contra Lula y que forzaron delaciones falsas. Segundo, actuaron de forma pol¨ªtica. En relaci¨®n con el expresidente Fernando Henrique Cardoso que ten¨ªa la misma situaci¨®n que Lula, Moro escribi¨®: ¡®No hay que investigar a un aliado¡¯. Se comprometi¨® la justicia brasile?a. Un juez no puede comportarse como un acusador. No s¨¦ c¨®mo va a desenvolverse esa situaci¨®n en un Gobierno neofascista como el de ahora que ataca a todos los sectores.

P. ?C¨®mo hacer que Brasil se vuelva a enamorar del PT?

R. Tuvimos una derrota. Perdimos, llegamos en segundo puesto, pero somos los ¨²nicos que sobrevivimos a la razzia de la extrema derecha, con 47 millones de votos, un 44,8%. Sufrimos una derrota, pero no estrat¨¦gica. El PT mantuvo su dignidad. Tuvimos errores y aciertos. Impedimos la llegada del neoliberalismo.

P. ?Cree que la autocr¨ªtica y nuevos rostros devolver¨¢n el poder al PT? ?Piensa volver a la pol¨ªtica? Se present¨® como senadora y no fue elegida...

R. Bolsonaro no lleg¨® al poder por nuestros errores, sino por nuestros aciertos. La exigencia de autocr¨ªtica viene de un sector de los medios que crearon el clima que facilit¨® la llegada de Bolsonaro al poder, y de sectores del empresariado. Pude equivocarme cuando di una exenci¨®n de impuestos, fue un gran error, porque los empresarios simplemente se lo metieron en el bolsillo. Podemos habernos equivocado en no haber reglamentado el mercado oligop¨®lico de los medios, que llev¨® a la absoluta ambici¨®n de una parte de las ¨¦lites brasile?as de implantar ya las reformas neoliberales. Yo estoy en la pol¨ªtica. Creo en la pol¨ªtica en sentido griego, como servicio p¨²blico.

P. En el documental de Netflix (Democracia en v¨¦rtigo) ha dicho que en alg¨²n momento de su mandato lleg¨® a sentirse sola.

R. No recuerdo haberlo dicho. Y si lo han puesto en mi boca, ser¨ªa fuera de contexto. Todo lo que ten¨ªa era compa?eros alrededor. Nunca me qued¨¦ sola. Y yo tampoco nunca he sido de decir ¡°Ay, pobre de m¨ª, estoy sola".

P. ?C¨®mo ve a la izquierda latinoamericana?

R. Con mucha esperanza. Ya tuvimos a L¨®pez Obrador, ahora est¨¢ la posibilidad de que en Argentina ganen Alberto Fern¨¢ndez y Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, para que regresen¡­ porque el Gobierno de [Mauricio] Macri revela a donde lleva una pol¨ªtica endiosada. Recordemos qu¨¦ se dijo cuando gan¨®: que salvar¨ªa a Argentina del caos, que tendr¨ªa mucho ¨¦xito porque era empresario y har¨ªa una pol¨ªtica muy eficiente. ?Qu¨¦ ha hecho? El endeudamiento m¨¢s brutal. Y es extra?o que el FMI conceda un pr¨¦stamo de 56.000 millones de d¨®lares que huye de todos los par¨¢metros t¨¦cnicos. Van a quebrar Argentina otra vez.