Cali se postula como modelo de seguridad
La urbe colombiana, amenazada por diversos tipos de violencia, lanza junto a la ONU una hoja de ruta para responder a los desaf¨ªos de los grupos criminales
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Colombia se encamina a las primeras elecciones de alcaldes y gobernadores desde que el Gobierno sell¨® el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC. Aunque el pacto ha ahorrado sangre y l¨¢grimas, los colombianos a¨²n sufren distintas violencias, nuevas o recicladas, y la campa?a ha estado marcada por atentados y amenazas. En ese complicado contexto, Cali, que lleva d¨¦cadas enfrentando todos los fen¨®menos de inseguridad que se conocen en el pa¨ªs, se postula como un modelo para otras ciudades.
La capital del departamento del Valle del Cauca present¨® esta semana un detallado diagn¨®stico del crimen. La in¨¦dita auditor¨ªa de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en ingl¨¦s) forma parte de un proyecto de pol¨ªticas p¨²blicas basadas en evidencias para mejorar la seguridad de las comunidades en ciudades de Am¨¦rica Latina y ?frica ¨C tambi¨¦n se implement¨® en Quer¨¦taro, M¨¦xico, y en Durban, Sud¨¢frica¨C.
La UNODC ha hecho decenas de auditorias de seguridad en Colombia, incluyendo grandes urbes como Barranquilla o Medell¨ªn, pero ninguna ha alcanzado el grado de sofisticaci¨®n de Cali, donde abarc¨® una perspectiva amplia sobre las estructuras criminales, las fronteras invisibles, los mercados il¨ªcitos y las vulnerabilidades de la ciudad que afectan la seguridad y convivencia. El estudio incluy¨® las 22 comunas y 15 corregimientos de la ciudad, con la participaci¨®n de 1.412 personas entre l¨ªderes comunitarios, acad¨¦micos, el sector privado y las autoridades locales.
La asesor¨ªa incluye una plataforma tecnol¨®gica que permite vigilar lo que ocurre en la ciudad. Se trata de un observatorio en tiempo real que permite obtener una comprensi¨®n integral de los fen¨®menos asociados al delito a partir de un an¨¢lisis interpretativo, y as¨ª desarrollar estrategias m¨¢s acertadas. ¡°No hay muchas ciudades en el mundo que tengan esta herramienta¡±, apunta Pierre Lapaque, representante de UNODC. Entre sus hallazgos, la auditor¨ªa identifica 182 agrupaciones ilegales en Cali, de las cuales tres cuartas partes est¨¢n conformadas por ni?os, ni?as y adolescentes utilizados para actividades delictivas.
Con 2,4 millones de habitantes y un robusto tejido empresarial, Cali es la gran ciudad en el occidente del pa¨ªs, muy pr¨®xima tanto a la cordillera como a la costa del Pac¨ªfico ¡ªdonde se encuentra el convulso puerto de Buenaventura¡ª. Es un microcosmos de Colombia, con una marcada herencia tanto afrodescendiente como ind¨ªgena. Y lleva m¨¢s de 30 a?os enfrentando desaf¨ªos de seguridad muy complejos.
¡°Termina siendo la capital de facto del suroccidente colombiano¡±, una de las regiones m¨¢s golpeadas por el conflicto armado, se?ala Andr¨¦s Villamizar, el secretario de Seguridad y Justicia del alcalde Mauricio Armitage, un empresario que ha apoyado sin matices la reconciliaci¨®n tras la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, a finales de 2016. En la ciudad se encuentra todo el espectro de actividades delincuenciales, desde la pandilla m¨¢s sencilla y espont¨¢nea hasta grupos armados organizados con nivel m¨¢ximo de jerarqu¨ªa, e incluso la incipiente presencia de emisarios de carteles mexicanos.
¡°Cali es un perfecto ejemplo de una nueva din¨¢mica de seguridad en Colombia, que tiene que ver con desaf¨ªos regionales muy bien definidos con un impacto en centros urbanos principales¡±, explica Villamizar, en referencia a la cercan¨ªa con territorios en disputa en departamentos como Cauca y Nari?o. ¡°Ah¨ª terminan confluyendo las problem¨¢ticas de cultivos il¨ªcitos, miner¨ªa ilegal, grupos armados ilegales pero con una repercusi¨®n sobre la vida cotidiana de los ciudadanos, que ven como su principal preocupaci¨®n la inseguridad cotidiana, el atraco o el robo del celular. Son fen¨®menos que no est¨¢n desligados¡±.
Al igual que Medell¨ªn, Cali sufri¨® a finales del siglo pasado el estigma del narcotr¨¢fico y los embates de los grandes carteles. La capital del Valle del Cauca ha lidiado con todo tipo de violencias, desde pandillas hasta guerrillas. Tambi¨¦n estuvo asolada por el secuestro, y fue el escenario de dos de los m¨¢s recordados plagios masivos. En mayo de 1999, el ELN irrumpi¨® en la Iglesia la Mar¨ªa y se llev¨® a 285 feligreses, de los cuales liber¨® a dos centenares en medio de la persecuci¨®n. Despu¨¦s, las extintas FARC ¡ªhoy desarmadas y convertidas en partido pol¨ªtico¡ª perpetraron un cinematogr¨¢fico operativo en abril de 2002 para llevarse a una docena de diputados que sesionaban en la sede de la Asamblea Departamental, en el coraz¨®n de la ciudad. Sigifredo L¨®pez fue el ¨²nico sobreviviente, los otros 11 fueron masacrados en 2007, estando a¨²n cautivos.
Con una tasa de 46,7 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018, Cali pr¨¢cticamente dobla el promedio nacional (25). Sin embargo, son los niveles m¨¢s bajos de este siglo. Las autoridades han conseguido una significativa reducci¨®n en a?os recientes, en gran medida gracias a programas de prevenci¨®n y rutas de resocializaci¨®n urbana. A finales de los noventa la tasa era de m¨¢s de 100, y en 2013 de 84, es decir, que ha bajado a casi la mitad en el ¨²ltimo quinquenio. ¡°Si bien Cali ha sido percibida como un epicentro de la criminalidad, a partir de esto queremos que se vuelva un laboratorio de soluciones para Colombia¡±, apunta Villamizar.
Colombia est¨¢ a un mes de volcarse a las urnas, el pr¨®ximo 27 de octubre. En Cali, el favorito es el exalcalde Jorge Iv¨¢n Ospina (2008-2011), del Partido Verde, un m¨¦dico hijo de un excomandante de la guerrilla del M-19. Le sigue Roberto Ortiz, un empresario de las apuestas que cuenta con el apoyo de varios partidos de derecha. Desde la actual Alcald¨ªa aspiran a que, gane quien gane, la auditor¨ªa se convierta en una hoja de ruta para los pr¨®ximos gobernantes. Incluso se proponen, tras los comicios, hacer una reuni¨®n tripartida entre la administraci¨®n saliente, la entrante y la UNODC para hacer un empalme de seguridad alrededor de la auditor¨ªa. Que no se pierda ni el esfuerzo ni el impulso.
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