China y EE UU retoman las negociaciones para zanjar la guerra comercial con pocas expectativas
La mayor esperanza es un pacto parcial que paralice nuevas subidas de aranceles a cambio de un aumento de las compras chinas de productos agr¨ªcolas estadounidenses
Todo vuelve a estar preparado. Este jueves, las delegaciones de EE UU y de China vuelven a verse las caras, por primera vez en cinco meses en Washington, para tratar de negociar un acuerdo que resuelva su guerra comercial. Las expectativas apuntan a un peque?o pacto temporal de m¨ªnimos. Algo m¨¢s ambicioso parece casi descartado. Las posiciones de una y otra parte est¨¢n a¨²n demasiado alejadas, y las reticencias mutuas se han extendido a demasiados frentes: desde la tecnolog¨ªa a los derechos humanos, pasando ¨Cesta misma semana¨C por la libertad de expresi¨®n, Hong Kong y la NBA.
La batalla dura ya 15 meses. El presidente de EE UU, Donald Trump, dec¨ªa este lunes, durante la firma de un acuerdo comercial mucho m¨¢s peque?o con Jap¨®n, que "la cadena de suministro china est¨¢ completamente rota" por los aranceles estadounidenses y por eso, afirm¨®, ¡°vienen aqu¨ª a negociar¡±. ¡°Quieren un acuerdo¡±, a?adi¨®, ¡°veremos qu¨¦ pasa¡±. El republicano insiste en que busca un pacto ¡°sustancial¡± y que sea ¡°justo¡±.
Los pre¨¢mbulos no apuntan a nada muy ambicioso. Esta semana, Washington inclu¨ªa a 28 compa?¨ªas tecnol¨®gicas chinas en la ¡°lista negra¡± que les impide hacer negocios con empresas estadounidenses, por su papel en la represi¨®n contra la minor¨ªa uigur en la regi¨®n china de Xinjiang. Tambi¨¦n negar¨¢ visados a funcionarios chinos que hayan participado en esa represi¨®n. El Departamento de Comercio y el de Estado aseguran que las nuevas restricciones impuestas a empresas y funcionarios est¨¢n desvinculadas de la negociaci¨®n comercial.
El trato chino a los derechos humanos se ha convertido tambi¨¦n esta semana en cuesti¨®n de debate entre la opini¨®n p¨²blica estadounidense despu¨¦s de que el tuit de un dirigente de los Houston Rockets en apoyo a los manifestantes de Hong Kong haya desencadenado una gigantesca pol¨¦mica entre China y la NBA en torno a la libertad de expresi¨®n. Los partidos de la liga profesional estadounidense de baloncesto han dejado de emitirse en el pa¨ªs asi¨¢tico, que sostiene que la libertad de expresi¨®n ¨Cincluso en el extranjero¨C se acaba donde empiezan las cuestiones de soberan¨ªa nacional.
De no llegar a un acuerdo, el pr¨®ximo martes Estados Unidos tiene previsto elevar nuevamente los aranceles que impone a China, del 25% actual al 30% sobre productos por valor de 250.000 millones de d¨®lares. El alza estaba marcada inicialmente para el d¨ªa 1, aunque Washington la aplaz¨® dos semanas como gesto de buena voluntad. Esa fecha es la fiesta nacional de la segunda potencia econ¨®mica y el d¨ªa en que la Rep¨²blica Popular celebraba sus 70 a?os con un enorme desfile civil y militar.
El influyente blog Taoran, del peri¨®dico estatal?Diario Econ¨®mico y que sirve de gu¨ªa para conocer las posiciones generales del gobierno chino en cada ronda de negociaci¨®n, abandonaba este martes el optimismo de semanas previas para describir lo que comenzar¨¢ en Washington como ¡°conversar al tiempo que se pelea¡±.
¡°Hay gente que se pregunta, si Estados Unidos va a subir los aranceles a¨²n m¨¢s, ?es necesario continuar las conversaciones?¡ La respuesta es que es tan necesario adoptar contrapartidas como continuar las conversaciones¡±, apunta el blog an¨®nimo, en un indicio de que Pek¨ªn tambi¨¦n prepara medidas de represalia si se llegara a ese punto.
Pero si hay animosidad, tambi¨¦n hay razones para llegar a un acuerdo siquiera de m¨ªnimos. Ante las protestas en Hong Kong, China prefiere cerrar otros frentes abiertos. Su econom¨ªa no atraviesa tampoco el mejor momento. Y en EE UU, los ¨²ltimos indicadores econ¨®micos muestran una contracci¨®n en la industria manufacturera que no se ve¨ªa desde la pasada crisis, por la incertidumbre que genera el litigio. Los agricultores tambi¨¦n sufren las consecuencias de las medidas de retorsi¨®n china. Son dos hervideros de votos para la reelecci¨®n. Eso podr¨ªa forzarle a ser m¨¢s flexible y aceptar un pacto parcial.
¡°No es lo que preferir¨ªa¡±, responde el republicano, sin el lenguaje tajante que le caracterizaba, ¡°me inclino porque sea un gran acuerdo¡±. Pero tambi¨¦n ha apuntado que un pacto comercial puede llegar ¡°antes de lo que ustedes creen¡±. El presidente tambi¨¦n hab¨ªa vinculado hasta ahora cualquier avance a la evoluci¨®n de las protestas en Hong Kong. Esta semana, sin embargo, dio a entender ya no es un factor tan decisivo. Se limit¨® a decir que quiere una ¡°soluci¨®n humana¡±.
Pek¨ªn parece dispuesto, por su parte, a facilitar un acuerdo modesto por el que aumentar¨¢ sus compras de productos agr¨ªcolas a cambio de que aparcar nuevas subidas de aranceles. En septiembre ya eximi¨® a la carne de cerdo y la soja de aranceles y aument¨® sus compras de ambos productos. El diario Financial Times cita fuentes an¨®nimas para afirmar que China est¨¢ dispuesta a incrementar sus adquisiciones de soja, de los 20 millones de toneladas actuales a 30 millones, un gasto adicional de unos 3.250 millones de d¨®lares (2.960 millones de euros).
Algo m¨¢s ambicioso tendr¨¢ que esperar a¨²n, quiz¨¢ m¨¢s all¨¢ de noviembre del a?o pr¨®ximo. ¡°Trump no querr¨¢ ceder tanto que se le perciba como perdedor en la guerra comercial¡± ¨Cafirma ING Economics en una nota¨C. ¡°Siente la presi¨®n de los dem¨®cratas y los halcones de su propio partido para mantenerse duro con China y tratar de conseguir algo m¨¢s que un acuerdo sobre flujos comerciales¡±.
Por su parte, China, como ya dej¨® claro en mayo, no tiene ninguna intenci¨®n de ceder en lo que considera injerencias en su soberan¨ªa econ¨®mica. Ni en lo relacionado con los subsidios a sus compa?¨ªas, ni en su pol¨ªtica industrial. Para Pek¨ªn ¨Crecuerda ING¨C ¡°tambi¨¦n es inaceptable que solo Estados Unidos pueda decidir si se cumple lo suficiente un acuerdo como para cancelar las subidas de aranceles¡±, una de las exigencias de Washington.
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