El jefe de seguridad del Papa dimite tras un nuevo esc¨¢ndalo de filtraciones

Las tormentosas finanzas del Vaticano siguen agitando la Santa Sede y a quien trata de domesticarlas. Esta vez le ha tocado al jefe de seguridad del Vaticano, Domenico Giani. El hombre que durante 20 a?os ha cuidado de la integridad de tres papas ha tenido que dimitir por la filtraci¨®n de informaci¨®n confidencial sobre una proceso por irregularidades financieras que afectaba a cinco trabajadores de la Santa Sede. Uno de ellos, parad¨®jicamente, era el encargado de la oficina contra el blanqueo de capitales (AFI), que trata de liquidar una era de fraudes econ¨®micos y turbias operaciones bancarias.

El 1 de octubre se hab¨ªa difundido una orden confidencial de medidas cautelares contra cinco empleados. El semanario L¡¯Espresso la public¨® con las fotograf¨ªas, nombres y cargos de los suspendidos. Adem¨¢s de Tommaso Di Ruzza, director de la citada AIF, hab¨ªa dos altos cargos de la Secretar¨ªa de Estado, Vincenzo Mauriello y Fabrizio Tirabassi, y el jefe del Departamento de Informaci¨®n y Documentaci¨®n, monse?or Mauro Carlino (que vive en la misma residencia que el Papa y fue el secretario del cardenal Angelo Becciu). Francisco se enfad¨® profundamente, llegando a calificar la filtraci¨®n "de pecado mortal".

La Santa Sede que, pese al enfado mostrado por la filtraci¨®n, no ha dado explicaciones detalladas sobre el contenido de la informaci¨®n, s¨ª consider¨® que la revelaci¨®n "perjudicaba gravemente tanto la dignidad de las personas implicadas como la imagen de la Gendarmer¨ªa". Seg¨²n la versi¨®n oficial, ha sido el jefe de la Gendarmer¨ªa -un cuerpo cada vez m¨¢s militarizado y que ha copado todo el peso de la seguridad del Vaticano, desbancando a la Guardia Suiza- quien ha presentado la dimisi¨®n.

La oficina de comunicaci¨®n vaticana ha difundido que el Papa convers¨® "largamente" con ¨¦l para expresar "su aprecio por su gesto, expresi¨®n de libertad y sensibilidad institucional" y por el trabajo que "ha realizado con humildad y discreci¨®n al servicio" de la Santa Sede¡±. De hecho, incluso fue entrevistado por la web de comunicaci¨®n del Vaticano. La puesta en escena ha sido la de una despedida con todos los honores para un hombre que ha servido con lealtad a los ¨²ltimos tres pont¨ªfices. Sin embargo, algunos en el Vaticano consideran que se trata un nuevo cap¨ªtulo de guerra sucia en la Santa Sede y el regreso de los cuervos.

Los esc¨¢ndalos de filtraciones no son nuevos y acompa?aron fuertemente el proceso de transici¨®n entre Benedicto XVI y el actual Pont¨ªfice. En 2012, el caso conocido como Vatileaks, parti¨® del robo de documentos por parte de Paolo Gabriele, quien era el hombre de confianza de Joseph Ratzinger. Con aquel recuerdo y la amenaza terrorista, Giani hab¨ªa adquirido una cuota de pooder mayor que, tal y como demuestran las acusaciones an¨®nimas que llegaron estos ¨²ltimos d¨ªas contra ¨¦l, no convenc¨ªan a todo el mundo en la curia.

El problema de fondo, recurrentemente combatido, se mantiene. La falta de control y los problemas que generan las finanzas y las inversiones del Vaticano siguen aflorando cada tanto. Esta vez, el promotor de Justicia (fiscal) Gian Piero Milano orden¨® la incautaci¨®n de documentaci¨®n y aparatos electr¨®nicos en la Secretar¨ªa de Estado de la Santa Sede. La operaci¨®n surgi¨® de unas denuncias presentadas al principio del pasado verano por banco vaticano (IOR), y por la Oficina del Revisor General, un puesto altamente inflamable que tambi¨¦n ha provocado turbulencias y que deber¨ªa encargarse de auditar la administraci¨®n vaticana.

Los cinco implicados est¨¢n siendo investigados por ser sospechosos de haber participado en operaciones financieras millonarias irregulares, entre ellas compraventas de inmuebles en el extranjero, particularmente en Londres. Las transacciones irregulares de las que se sospecha participaron est¨¢n relacionados con compras de inmuebles millonarios realizadas en el exterior, en particular en Londres. El caso est¨¢ en manos de la justicia vaticana que investiga si hubo fraude en operaciones inmobiliarias con dinero de la Santa Sede.