Chile decreta el estado de emergencia por las revueltas contra el precio del metro

El Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era?ha decretado este viernes por la noche el estado de emergencia y ha cedido el control de Santiago de Chile a los militares, en un intento por controlar el caos en la capital. Se ha restringido la libertad de reuni¨®n y de movimiento y el presidente ha designado un jefe de la Defensa Nacional del Ej¨¦rcito para que se haga cargo de las provincias de Santiago y Chacabuco que forman parte de la zona metropolitana que rodea a la ciudad. Esta decisi¨®n extrema se ha producido al final de una jornada de violencia que se ha agravado con el paso de las horas y que, en algunos momentos, parec¨ªa salirse de control.

Las protestas por el alza del precio del metro, que se agudizaron desde este jueves, derivaron en acciones vand¨¢licas como no se hab¨ªa visto en d¨¦cadas en Santiago. Los incendios se han replicado en estaciones de metro, autobuses, monumentos p¨²blicos, bancos, supermercados y universidades. La sede central de la compa?¨ªa el¨¦ctrica ENEL, en el centro de la capital, fue incendiada por un grupo que durante la noche actuaron con total impunidad y a rostro descubierto. Las principales calles de la ciudad han estado tomadas por los manifestantes m¨¢s violentos.

El precio del metro de Santiago de Chile es uno de los mayores de la regi¨®n. Est¨¢ por encima del de Sao Paulo, Buenos Aires y Ciudad de M¨¦xico. En hora punta llega a los 830 pesos chilenos, lo que equivale a 1,17 d¨®lares, en lugar de 1,13, que costaba antes, quiz¨¢ oneroso si se tiene en cuenta que el sueldo de un 70% de la poblaci¨®n no alcanza los 770 d¨®lares al mes. "El Gobierno convocar¨¢ a un di¨¢logo transversal para que los m¨¢s necesitados tengan la ayuda que necesitan", ha indicado esta madrugada Pi?era desde La Moneda, sede del Gobierno.

Pese a que el presidente presum¨ªa hace solo algunos d¨ªas de que su pa¨ªs era una especie de "oasis" en Am¨¦rica Latina, las revueltas han desbordado a las autoridades. La red de metro de Santiago de Chile, uno de los mejores s¨ªmbolos del pa¨ªs por su orden y buen funcionamiento, se ha convertido en el escenario de in¨¦ditas manifestaciones por el aumento del precio del billete. Las protestas obligaron este viernes a cerrar todas sus estaciones hasta, por lo menos, el domingo. En diferentes sitios de la ciudad se han producido enfrentamientos entre los manifestantes y los carabineros. Diversas estaciones resultaron destruidas fruto de la violencia, seg¨²n informan los propios trabajadores del subterr¨¢neo.

Las entradas masivas de usuarios saltando los accesos sin pagar comenzaron la semana pasada, en paralelo al alza del precio del pasaje, pero las movilizaciones se agudizaron durante las ¨²ltimas 48 horas. Hasta este jueves, los destrozos estaban valorados en al menos 700.000 d¨®lares, pero no existe todav¨ªa un nuevo balance sobre el estado en que han quedado muchas de las estaciones tras lo ocurrido el viernes.

La capital se convirti¨® este viernes en un caos. Tras el cierre de la red de metro, que transporta diariamente a 2,8 millones de personas, miles de trabajadores caminaron por las principales avenidas ¡ªApoquindo, Providencia y la Alameda¡ª en busca de transporte p¨²blico para regresar a sus hogares. Las paradas de autobuses estaban desbordadas de gente y hacerse con un taxi vac¨ªo era pr¨¢cticamente imposible. Los coches generaron atascos en las principales calles, la polic¨ªa desvi¨® el tr¨¢nsito en las zonas c¨¦ntricas y los centros comerciales cerraron anticipadamente.

Desde la inauguraci¨®n del sistema de transporte p¨²blico Transantiago en 2007 ¡ªactualmente rebautizado como Red Metropolitana de Movilidad¡ª el precio del billete ha subido una veintena de ocasiones. Hace 12 a?os ten¨ªa un valor de 420 pesos (0,59 d¨®lares) y con la ¨²ltima alza pas¨® de 800 a 830 (1,13 a 1,17 d¨®lares), lo que desat¨® las protestas.

Un desaf¨ªo a Pi?era

Estas manifestaciones representan un desaf¨ªo pol¨ªtico para el Gobierno chileno, que hasta ahora ha reaccionado con medidas policiales poco eficaces. Las protestas por el alza de precios en el metro reflejan un descontento profundo que ¡ªa diferencia del de 2011, protagonizado por los estudiantes con una clara agenda de cambios¡ª resulta dif¨ªcil de analizar.

Seg¨²n apuntan soci¨®logos como Eugenio Tironi, se observan elementos similares a la protesta de los chalecos amarillos en Francia: ciudadanos de clase media golpeados por el coste de la vida y dificultades para llegar a fin de mes, que hacen transgredir masivamente la norma y logran colapsar el sistema policial y legal. La analista pol¨ªtica y acad¨¦mica de la Universidad de Santiago Luc¨ªa Dammert explica que la poblaci¨®n de menos de 25 a?os se rebela frente a las injusticias porque est¨¢ cansada de ver a sus padres y abuelos trabajando para sobrevivir.

Los llamamientos a sumarse a las protestas ¡ªevasiones masivas, se les llama en Chile¡ª circulan a trav¨¦s de las redes sociales. Indican el d¨ªa, la hora y la estaci¨®n en la que deben congregarse los manifestantes. De acuerdo con las im¨¢genes, las protagonizan son estudiantes en su mayor¨ªa. Hasta ahora no est¨¢ del todo claro si tienen el apoyo del resto de la poblaci¨®n, sobre todo por la violencia de algunos grupos. Parece, sin embargo, existir un cierto consenso sobre los problemas que existen en el pa¨ªs. Seg¨²n un reciente informe de la Universidad Cat¨®lica, el valor de las propiedades, por ejemplo, ha subido hasta un 150% en el Gran Santiago, la capital y la zona metropolitana que la rodea, en la ¨²ltima d¨¦cada, mientras que los ingresos lo han hecho solo un 25%. En un pa¨ªs donde la salud y educaci¨®n p¨²blica enfrentan serios problemas, un 70% de la poblaci¨®n gana menos de 770 d¨®lares al mes y 11 millones de chilenos, de los 18 que tiene el pa¨ªs, tienen deudas, seg¨²n c¨¢lculos de la Fundaci¨®n Sol.

Repercusiones pol¨ªticas

La clase pol¨ªtica parece desconcertada ante el fen¨®meno, porque aparentemente no se trata de una movilizaci¨®n donde se agrupen las tradicionales fuerzas de izquierda y de derecha. Una buena parte de los l¨ªderes de opini¨®n ha condenado la violencia, que ha quedado registrada en cientos de v¨ªdeos que circulan en las redes sociales. Para el diputado democristiano de oposici¨®n Mat¨ªas Walker, ¡°la desobediencia civil es v¨¢lida frente a las dictaduras, no en democracia, donde existe derecho a la manifestaci¨®n pac¨ªfica, tambi¨¦n contra alzas en el transporte¡±. Para el parlamentario, no se justifica de ninguna forma ¡°la destrucci¨®n de bienes que son de todos, y que ya se quisieran en regiones¡±.

Una parte de la oposici¨®n ha puesto su mirada sobre el uso de la fuerza policial que ha ordenado La Moneda. ¡°Expreso mi total rechazo a c¨®mo Carabineros act¨²a frente a manifestantes en San Miguel. El Gobierno debe revertir el alza de los pasajes, esa es la mejor respuesta. #EvasionMasivaTodoElD¨ªa #metrosantiago¡±, escribi¨® en Twitter el diputado y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier.

Una de las l¨ªderes del Frente Amplio de izquierda, la excandidata presidencial Beatriz S¨¢nchez, interpel¨® al Gobierno a trav¨¦s de las redes sociales: ¡°?En serio la discusi¨®n para las autoridades es si van a poner tres o cinco candados en la puerta del metro o si mandar¨¢n 10 o 15 carabineros? ?No ven la desesperaci¨®n de una familia que gana el salario m¨ªnimo 301.000 pesos (424 d¨®lares) y que gasta 33.500 pesos (47 d¨®lares) al mes para ir al trabajo? #EvasionMasiva¡±.

Un grupo de expertos determin¨® el precio del pasaje del metro y las autoridades lo han justificado por la guerra comercial y el aumento del d¨®lar frente al peso, el incremento del coste de la energ¨ªa y la potencia el¨¦ctrica junto con la trayectoria del IPC.