El narco impone su ley en Sinaloa y exhibe la debilidad del Estado mexicano
La fragilidad en la lucha contra el crimen organizado golpea a L¨®pez Obrador y cuestiona su pol¨ªtica de seguridad
M¨¦xico ha vuelto a firmar una de las p¨¢ginas m¨¢s tristes de una historia de violencia que acumula ya demasiados vol¨²menes. La debilidad del Estado para combatir al crimen organizado qued¨® de nuevo en evidencia este jueves en Culiac¨¢n, la capital de Sinaloa, cuna del cartel con el que Joaqu¨ªn?El Chapo Guzm¨¢n, hoy encerrado a cal y canto en Estados Unidos, construy¨® un narcoimperio las ¨²ltimas d¨¦cadas ante la incapacidad e ineptitud, cuando no complicidad, de las autoridades. La detenci¨®n y posterior liberaci¨®n de uno de sus hijos el jueves, la precipitaci¨®n en un operativo con m¨¢s dudas que certezas y los argumentos del presidente L¨®pez Obrador desvelan la falta de rumbo para frenar la violencia que consume al pa¨ªs.
Lo ¨²nico que se sabe a ciencia cierta es que el jueves un enfrentamiento entre militares y criminales, entre los que se encontraba Ovidio Guzm¨¢n, uno de los hijos de El Chapo, desat¨® durante horas el terror en las calles de Culiac¨¢n, al norte de M¨¦xico. La incertidumbre y el caos se apoderaron de la capital de Sinaloa y se extendieron por todo el pa¨ªs en la medida en que las im¨¢genes de los enfrentamientos, con armas de gran calibre, se propagaron por las redes sociales. La confusi¨®n sobre lo que ocurri¨®, no obstante, sigue siendo enorme un d¨ªa despu¨¦s, debido en gran medida a la err¨¢tica pol¨ªtica de comunicaci¨®n oficial.
En un primer momento las autoridades explicaron que los uniformados estaban patrullando cuando fueron atacados por los criminales, una versi¨®n que cambi¨® con el paso de las horas: se trataba de un operativo para capturar a Ovidio Guzm¨¢n. Las informaciones sobre la detenci¨®n del hijo del Chapo fueron tan confusas como las de su posterior liberaci¨®n. Hubo que esperar hasta este viernes para tener una confirmaci¨®n oficial. El presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, argument¨® que se liber¨® a Guzm¨¢n para evitar que los criminales tomaran represalias con los habitantes de Sinaloa. "No puede valer m¨¢s la captura de un delincuente que las vidas de unas personas", defendi¨® durante su rueda de prensa matutina, que esta vez celebr¨® en Oaxaca. Al mandatario que ha hecho de los gestos y los simbolismos su bandera de gobierno, la peor crisis de su mandato no solo le pill¨® a punto de subirse a un avi¨®n comercial ¡ªpor lo que, previsiblemente, estar¨ªa incomunicado¡ª, sino que ha mantenido la gira programada por el Estado sure?o y ha rechazado desplazarse a Sinaloa.
L¨®pez Obrador explic¨® que fue el gabinete de seguridad ¡ªlos principales mandos militares y el secretario de Seguridad P¨²blica¡ª quien tom¨® la decisi¨®n de liberar a Ovidio Guzm¨¢n ante la contundencia con la que respondieron los criminales, sin aclarar realmente qu¨¦ implic¨® el contraataque, desatando una ola de conjeturas y especulaciones que a¨²n contin¨²an. ¡°Yo aval¨¦ esa decisi¨®n porque se torn¨® muy dif¨ªcil la situaci¨®n¡±, afirm¨®. M¨¦xico despertaba, pues, con la noticia de que su presidente no tom¨® directamente una decisi¨®n crucial, con la que, en cualquier caso, estaba de acuerdo.
¡°La decisi¨®n se tom¨® para proteger a los ciudadanos. No se puede apagar el fuego con el fuego¡±, argument¨® L¨®pez Obrador, para quien lo ocurrido en ning¨²n caso revela fragilidad del Estado. Cuando se le insinu¨® tal cosa, el presidente volvi¨® a cargar contra sus cr¨ªticos: ¡°Eso es m¨¢s que nada una conjetura de los expertos, sobre todo de nuestros adversarios. Los conservadores no van a estar contentos con nada¡±, asegur¨®. ¡°No queremos muertos, no queremos la guerra. Esto les cuesta trabajo entenderlo a muchos. La anterior estrategia convirti¨® al pa¨ªs en un cementerio, lo he dicho una y mil veces. Nada por la fuerza, todo por la raz¨®n y el derecho¡±, insisti¨®.
Los hechos, sin embargo, dan al traste con las grandilocuentes declaraciones del presidente mexicano. Poco despu¨¦s de su comparecencia, el jefe del Ej¨¦rcito reconoci¨® que hubo precipitaci¨®n en el operativo contra el hijo del Chapo, sobre el que existe una petici¨®n de extradici¨®n por parte de Estados Unidos desde septiembre del a?o pasado: ¡°En el af¨¢n de obtener un resultado positivo, [el comando] actu¨® de manera precipitada, con deficiente planeaci¨®n y falta de previsi¨®n sobre las consecuencias¡±, fue como describi¨® Luis Sandoval el proceder en uno de los operativos m¨¢s importantes de los ¨²ltimos a?os en M¨¦xico. Adem¨¢s, admiti¨® que el comando omiti¨® ¡°el consenso de sus mandos superiores¡± y que carec¨ªa de una orden de registro. Las autoridades rechazaron que se negociase la entrega de Ovidio Guzm¨¢n ante las informaciones de que los criminales hab¨ªan secuestrado a casi una decena de militares. ¡°No hay ning¨²n pacto, absolutamente ning¨²n pacto, con el crimen organizado¡±, asegur¨® el secretario de Seguridad P¨²blica, Alfonso Durazo.
La ret¨®rica y el optimismo de L¨®pez Obrador, cada vez m¨¢s desconcertantes, choca con la cruda realidad mexicana. El presidente se afana en decir que la pol¨ªtica de seguridad ha cambiado, aunque no termina de aclarar en qu¨¦ consiste. Como ha hecho con el combate a la corrupci¨®n, da a entender que su mera llegada al poder es suficiente para que se d¨¦ esa transformaci¨®n. Sus afirmaciones, y las de todos los que lo rodean, sin embargo, no cambian un ¨¢pice las evidencias.
Los ¨²ltimos d¨ªas han sido ilustrativos del desnorte en la estrategia para poner fin a la inseguridad en el pa¨ªs. A principios de semana, Durazo asegur¨® que se hab¨ªa producido ¡°un punto de inflexi¨®n¡± en las cifras de homicidios dolosos. Aunque no hubiese ¡°nada que festejar¡±, el secretario de Seguridad P¨²blica insisti¨® en que lo importante es el ¡°quiebre en la tendencia¡± de la percepci¨®n de seguridad en el pa¨ªs. Esta misma semana, al menos 13 militares murieron en una emboscada del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n en Michoac¨¢n; pocos d¨ªas despu¨¦s, 14 civiles y otro uniformado murieron en un tiroteo en Iguala, en el Estado de Guerrero, en un episodio que las autoridades siguen investigando. Las im¨¢genes de terror de Culiac¨¢n consumaron el rev¨¦s para el Gobierno, el ep¨ªlogo de una tr¨¢gica semana para M¨¦xico. Otra m¨¢s.
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