Francia reabre el debate pol¨ªtico sobre el encaje social del islam
Senadores conservadores buscan limitar el uso del velo 30 a?os despu¨¦s de que se desatara una agria pol¨¦mica sobre islamofobia y laicidad a¨²n no resuelta
La salida de clase del colegio de secundaria Gabriel Havez, en Creil, a 50 kil¨®metros de Par¨ªs, es una estampida de adolescentes ansiosos por abandonar el recinto escolar. Solo dos chicas se paran un momento apenas pisan la calle, para ponerse, con manos r¨¢pidas que revelan la costumbre, el velo sobre el pelo antes de proseguir su camino. Por la ma?ana hicieron la maniobra inversa para entrar a clase. Es la ley. Desde 2004, en las escuelas francesas est¨¢ prohibido usar cualquier signo religioso ¡°ostentoso¡±, ya sea un hiyab, una kip¨¢ o un crucifijo de grandes proporciones. ¡°Desde que se promulg¨® la ley, en todos los colegios de Francia la norma es respetada. Es algo que todo el mundo tiene integrado aqu¨ª y no hay ning¨²n problema¡±, afirma el director, Pierre Pompier. Pero una nueva propuesta de pol¨ªticos conservadores, que quieren prohibir que las madres que acompa?an a alumnos en actividades extraescolares usen velo, demuestra que el debate sobre el hiyab no est¨¢, ni mucho menos, cerrado.
La medida ¡ªa la que se opone el Gobierno de Emmanuel Macron, que ayer reiter¨® que la ley de 2004 basta para garantizar la laicidad en el entorno escolar¡ª afectar¨ªa sobre todo a escuelas en zonas con un alto n¨²mero de poblaci¨®n inmigrante como la Gabriel Havez. Fue precisamente aqu¨ª, hace ahora 30 a?os, donde estall¨® por primera vez el debate sobre el velo, cuando tres estudiantes acudieron a clase con hiyab y fueron expulsadas, lo que acab¨® desatando una pol¨¦mica nacional.
El caso de Creil fue el detonante de la aprobaci¨®n de varias leyes para restringir el uso del velo, como la de las escuelas en 2004, la prohibici¨®n de portar en la calle prendas que oculten el rostro como el burka o niqab, emitida en 2010, o incluso la reforma laboral de 2016, que abri¨® la puerta a limitar el uso del hiyab en empresas privadas. Todo ello en aras de una laicidad consagrada en la legislaci¨®n francesa pero que, en el contexto pol¨ªtico y demogr¨¢fico actual, es usado por algunos para enmascarar posturas islam¨®fobas.
Ninguna de estas normativas han logrado zanjar el debate del velo, que ha vuelto a resurgir despu¨¦s de que, hace un par de semanas, un pol¨ªtico de ultraderecha instara a una mujer que acompa?aba a varios alumnos a quitarse el hiyab en un debate p¨²blico. Este martes, el Senado aprob¨® una propuesta de ley de los conservadores para prohibir esta prenda a las acompa?antes en actividades extraescolares, a pesar de que no tiene visos de ¨¦xito, puesto que la mayor¨ªa gubernamental en la Asamblea Nacional prev¨¦ frenarla. Durante el acalorado debate, un senador defensor de la iniciativa lleg¨® a comparar a las madres con hiyab con ¡°brujas de Halloween¡±. En v¨ªsperas de la votaci¨®n, un antiguo candidato del ultraderechista Frente Nacional hiri¨® a dos personas en un ataque contra una mezquita de Bayona.
Ante el aumento de la crispaci¨®n, Macron alert¨® el martes contra quienes ¡°quieren sembrar el odio y la divisi¨®n¡± y utilizan para ello, dijo, el argumento de la laicidad ¡°para combatir una religi¨®n u otra¡±. ¡°La laicidad no es la negaci¨®n del hecho religioso ni un instrumento de lucha contra las religiones, sino un valor que completa el tr¨ªptico republicano (libertad, igualdad, fraternidad) en cuanto liga y refuerza cada uno de esos pilares¡±, dijo el mandatario durante la inauguraci¨®n del nuevo Centro Europeo del Juda¨ªsmo (CEJ) en Par¨ªs.
No es un tema que divida solo a pol¨ªticos e intelectuales. Seg¨²n una encuesta de IFOP para el Journal du Dimanche del domingo, el 78% de los franceses considera que el modelo franc¨¦s de laicidad ¡°est¨¢ en peligro¡±, seg¨²n una encuesta reciente. Para el 61%, el islam es ¡°incompatible con los valores de la sociedad francesa¡±.
¡°El problema es que el debate [sobre el velo] no se desarrolla en un clima siempre pac¨ªfico. Regresa en periodos de crisis, acompa?ado, hoy en d¨ªa, del riesgo terrorista, y a veces es utilizado para no hablar de verdaderas dificultades, como la falta de una aut¨¦ntica diversidad social¡±, estima Nicolas Cad¨¨ne, relator general del Observatorio de la Laicidad del Gobierno y autor del libro La laicidad para tontos.
La escritora Leila Slimani: ¡°No hay un ¨²nico velo¡±
Leila Slimani no porta velo. No le gusta esa prenda que, cree la escritora y activista feminista franco-magreb¨ª ¡ªmuy implicada en la reciente pol¨¦mica que se vivi¨® en su pa¨ªs de origen por el caso de una periodista encarcelada por abortar¡ª, solo desaparecer¨¢ ¡°cuando las mujeres por s¨ª mismas, con la educaci¨®n, el feminismo, con otra relaci¨®n con sus cuerpos, sientan menos necesidad de portarlo¡±.
La ganadora del m¨¢ximo galard¨®n de las letras francesas, el premio Goncourt, en 2016, es consciente de que el hiyab no es una prenda cualquiera ¡ª¡°jam¨¢s se ha asesinado a una mujer por negarse a llevar una minifalda¡± mientras que por el velo ¡°mueren mujeres todos los d¨ªas¡±, recuerda¡ª pero tampoco le gusta que el debate sobre la laicidad acabe reducido al pa?uelo porque, afirm¨® en una reciente entrevista en Par¨ªs, "no existe el velo. Hay mil maneras de llevar el velo y significados extremadamente diferentes¡±. Y esta es una discusi¨®n, advierte, tras la que a menudo se asoma el ¡°racismo¡± y la reducci¨®n de la mujer, un tema que ha tratado en su obra, entre otros en Sexo y mentiras, la vida sexual en Marruecos. ¡°Una mujer con velo no es solo eso, tiene una historia, sus razones. Y parece que no se vea m¨¢s que el velo. Aprecio mucho la laicidad, creo que es un lujo extraordinario vivir en un pa¨ªs laico donde cada cual guarda para s¨ª su religi¨®n. Pero mientras la gente respete la laicidad y no busque convencer a todo el mundo, tiene derecho a vivir su religi¨®n como quiera¡±.
El mismo caso Creil estall¨® en el agitado contexto pol¨ªtico del oto?o de 1989, en v¨ªsperas de la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn y reci¨¦n publicado en Francia Los versos sat¨¢nicos, de Salman Rushdie, contra quien el ayatol¨¢ Jomeini emiti¨® una fatua. El incidente escolar se convirti¨® en un problema pol¨ªtico que dividi¨® al Gobierno de Fran?ois Mitterrand y, desde entonces, a los partidos de izquierda y a los intelectuales.
¡°Creil fue un punto de inflexi¨®n. A partir de ese momento, surge el debate sobre el velo tanto como signo religioso en particular como por lo que puede transmitir, seg¨²n algunos¡±, explica Cad¨¨ne en correo electr¨®nico. Tambi¨¦n cambi¨® la defensa de la neutralidad religiosa, acota por tel¨¦fono el polit¨®logo Philippe Portier. ¡°Hemos pasado del r¨¦gimen del principio jur¨ªdico al principio del valor moral, a la idea de que la sociedad, el Estado que la representa, define ahora no solamente las reglas jur¨ªdicas, sino tambi¨¦n los comportamientos ¨¦ticos, morales, que se supone nos deben permitir convivir¡±, se?ala el director del laboratorio de laicidad del Centro Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas (CNRS).
¡°Estamos en un momento en que priman las emociones. Cuidado¡±, advierte Cad¨¨ne. ¡°Hay que apelar a la raz¨®n. Hay que mantenerse firmes sobre la aplicaci¨®n de la ley (en este caso, el derecho a portar velo, pero nunca a imponerlo) y serenos para evitar cualquier ley emocional que adem¨¢s ofrecer¨ªa el argumento de la discriminaci¨®n a los extremistas religiosos que debemos combatir entre todos¡±.
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