El Partido Laborista brit¨¢nico denuncia un ciberataque ¡°a gran escala¡± contra sus plataformas digitales

El Partido Laborista ha sufrido entre el lunes y el martes el mayor ciberataque perpetrado contra una formaci¨®n pol¨ªtica brit¨¢nica en la historia reciente. Las defensas inform¨¢ticas con que contaban las plataformas digitales de la organizaci¨®n respondieron correctamente y, seg¨²n sus portavoces, el da?o fue muy limitado. Pero el hecho de que se produjera un ¡°ataque sofisticado y a gran escala¡±, seg¨²n la descripci¨®n del laborismo, en el inicio de una de las campa?as electorales m¨¢s tensas de las ¨²ltimas d¨¦cadas, ¡°es algo muy sospechoso de lo que todos deber¨ªamos estar preocupados¡±, ha dicho su l¨ªder, Jeremy Corbyn.

M¨¢s informaci¨®n

El ultra Farage allana el camino a Johnson al renunciar a competir en las circunscripciones ¡®tories¡¯

En apenas dos d¨ªas, el Partido Laborista ha sufrido dos cibertaques que los expertos denominan distributed denial of service(denegaci¨®n de distribuci¨®n del servidor, DDoS en sus siglas en ingl¨¦s). Se trata de una operaci¨®n con la que se inunda al servidor objeto de ataque con peticiones, hasta saturar su capacidad de respuesta y bloquear el sistema. ¡°Respondimos de inmediato, y ambos intentos fracasaron en su empe?o, gracias a la fortaleza de nuestros sistemas de seguridad. Hemos logrado mantener la integridad de nuestras plataformas y estamos bastante seguros de que no se ha producido ninguna filtraci¨®n de datos¡±, ha asegurado un portavoz del partido. Los laboristas no especificaron qu¨¦ plataformas se hab¨ªan visto afectadas, pero el momento en que ha ocurrido el incidente, en los primeros d¨ªas de campa?a de las elecciones generales del 12 de diciembre, lleva a concluir que se trataba de sistemas inform¨¢ticos desarrollados a tal efecto y, por tanto, plagados de informaci¨®n sobre posibles votantes.

El Partido Laborista inform¨® de inmediato al Centro Nacional de Seguridad Cibern¨¦tica. Fuentes del Gobierno, citadas por el diario The Guardian, aseguraron de inmediato que, seg¨²n las primeras indagaciones, el ataque era obra de ¡°un actor no estatal¡±. Es decir, descartaban que el origen del sabotaje frustrado estuviera en pa¨ªses como Rusia o Brasil.

M¨¢s all¨¢ de que la agresi¨®n sufrida por los laboristas fuera de la gravedad que ellos describen, lo ocurrido ha servido para a?adir le?a a la pol¨¦mica en torno a las injerencias inform¨¢ticas que experiment¨® el Reino Unido durante la campa?a del refer¨¦ndum del Brexit de 2016. El Gobierno de Johnson se ha negado a publicar el informe completo sobre aquellos incidentes elaborado por la comisi¨®n parlamentaria de Inteligencia y Seguridad. La justificaci¨®n de Downing Street es que necesita m¨¢s tiempo para poder analizar las implicaciones en materia de seguridad del documento antes de hacerlo p¨²blico, pero la oposici¨®n sospecha que el Partido Conservador quiere evitar que salgan a la luz graves implicaciones de algunas de sus principales figuras en las semanas de campa?a de unas elecciones en las que los tories se juegan la mayor¨ªa en el Parlamento.

Incluso la excandidata dem¨®crata a la presidencia de EE?UU Hillary Clinton, v¨ªctima en carne propia de las injerencias rusas en su fallida campa?a de 2016, critic¨® ayer duramente la decisi¨®n del Gobierno brit¨¢nico. ¡°Estoy perpleja ante el hecho de que no hagan p¨²blico el informe, porque todo aquel que vaya a votar en las elecciones tiene derecho a conocer su contenido antes de acudir a las urnas¡±, asegur¨® Clinton a la BBC. ¡°No existe ninguna duda de que Rusia, en concreto, est¨¢ decidida a influir en la pol¨ªtica de las democracias occidentales, no en nuestro beneficio sino en el suyo propio¡±, a?adi¨®.

La comisi¨®n concluy¨® su investigaci¨®n y entreg¨® el documento al Gobierno el 17 de octubre. La presid¨ªa Dominic Grieve, un exabogado general del Estado y uno de los diputados que con m¨¢s fiereza ha combatido el Brexit en Westminster, hasta el punto de que Johnson decidi¨® expulsarle del Partido Conservador. Grieve se presenta ahora como independiente en estas elecciones.

El Reino Unido mantiene una ley electoral muy desfasada en el tratamiento y control de las nuevas tecnolog¨ªas digitales. El pasado febrero, la Comisi¨®n Digital, de Cultura, Medios y Deportes, concluy¨®, despu¨¦s de 18 meses de trabajo, un listado de recomendaciones que el entonces Gobierno de Theresa May se comprometi¨® a poner en pr¨¢ctica, pero que enseguida quedaron relegadas al olvido.

Ante el esc¨¢ndalo, la indiferencia o hasta el recochineo de algunos medios brit¨¢nicos, cada dos por tres ocurren incidentes que quedan situados en una zona gris y eluden la correspondiente sanci¨®n. La semana pasada, el Partido Conservador hizo circular por las redes sociales a trav¨¦s de sus cuentas en Twitter y Facebook un v¨ªdeo editado con declaraciones de Keir Starmer, el portavoz laborista para el Brexit. La manipulaci¨®n de la grabaci¨®n llevaba a Starmer a decir pr¨¢cticamente lo contrario de lo que realmente dec¨ªa si se escuchaba el contenido ¨ªntegro de sus palabras. Los conservadores restaron importancia al episodio y aseguraron que se trataba de una simple broma, a pesar de que algunos medios llegaron a emitir el v¨ªdeo falso.