Sin cad¨¢ver y sin respuestas en el caso del misionero atacado por abor¨ªgenes hace un a?o en Sentinel del Norte
Existen dos causas penales abiertas, una contra los pescadores que le transportaron a la isla india y dos miembros de su congregaci¨®n y otra contra los sentineleses
Hace justo un a?o, el estadounidense John Allen Chau, de 26 a?os, cumpl¨ªa su promesa e invad¨ªa una remota y diminuta isla del ?ndico para convertir al cristianismo a sus moradores. Nunca regres¨®. Los 200 cazadores y recolectores de Sentinel del Norte le recibieron con la misma violencia usada poco antes contra ¨¦l. La v¨ªspera, 16 de noviembre, las flechas lanzadas por la tribu hab¨ªan atravesado la Biblia del obstinado misionero; haci¨¦ndole recular mientras gritaba: ¡°Mi nombre es John, os amo y Jes¨²s os ama¡±. As¨ª lo describ¨ªa el diario del joven, donde detall¨® su obsesi¨®n por esta comunidad aborigen. Hoy, el debate sobre la evangelizaci¨®n y la protecci¨®n ind¨ªgena contin¨²a. Mientras, el caso sigue abierto y el cuerpo del predicador, desaparecido.
¡°La tr¨¢gica muerte de Chau es motivo de dolor [...]¡±, explica el ¨²nico informe acad¨¦mico al respecto, hecho por el Estudio Antropol¨®gico de India (ASI, en ingl¨¦s) y publicado por medios locales en septiembre, ¡°pero lo que es igualmente desolador es que la polic¨ªa de Andaman registre un caso de asesinato contra miembros desconocidos de la tribu¡±. El estudio se refiere a los dos sumarios a¨²n abiertos en la regi¨®n de Andaman y Nicobar, y descritos a este peri¨®dico por el director general de la polic¨ªa del archipi¨¦lago. La primera causa involucra al grupo de pescadores que llev¨® al misionero a la isla, as¨ª como a los dos estadounidenses que contactaron con ¨¦l d¨ªas antes y que estaban al corriente de sus planes. La segunda contempla cargos de homicidio contra miembros de la tribu de la isla, quienes supuestamente le recibieron con una lluvia de flechas. Posteriormente el cuerpo fue enterrado.
Sin el cad¨¢ver del misionero como evidencia de delito, tanto el crimen como toda la relaci¨®n de los hechos sucedidos el 17 de noviembre del a?o pasado se basan en el relato de los marineros, ahora en libertad bajo fianza. Las autoridades interrump¨ªan la b¨²squeda de Allen Chao semana y media despu¨¦s del suceso debido al rechazo violento por parte de los abor¨ªgenes de la isla. Esta decisi¨®n tambi¨¦n segu¨ªa el consejo de expertos de preservar los 72 kil¨®metros cuadrados del h¨¢bitat en Sentinel del Norte; uno de los 300 islotes indios ba?ados por la bah¨ªa de Bengala, entre Tailandia, Myanmar, Indonesia e India, pa¨ªs al que pertenece el territorio pese a estar a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de su litoral m¨¢s cercano.
El aislamiento de la isla fue precisamente el motivo que llev¨® al predicador a navegar la zona de exclusi¨®n que hab¨ªa protegido a los abor¨ªgenes hasta entonces. Pese a un exilio voluntario de siglos, la tribu preneol¨ªtica, como las de islotes adyacentes, ya hab¨ªa tenido contacto con el exterior. Hasta la reciente ocupaci¨®n tur¨ªstica, los aut¨®ctonos del archipi¨¦lago han sobrevivido a innumerables amenazas: pasando por enfermedades coloniales, secuestros y explotaci¨®n. Los sentineleses, en particular, siempre respondieron con agresividad a los for¨¢neos. Chau conoc¨ªa esta historia de violencia y se prepar¨® durante a?os para el reto.
Interpretaciones del diario de un suicida
En agosto de 2018, India retir¨® la necesidad de permiso para acceder a ¨¢reas restringidas en 29 islas ¡ªincluida Sentinel del Norte¡ª con el objetivo de favorecer el turismo. Aunque las autoridades insist¨ªan en que la ley forestal y la de protecci¨®n de abor¨ªgenes obligaba a una autorizaci¨®n especial para entrar en la isla, Allen Chau escogi¨® ese momento para llevar a cabo su plan. No solo hab¨ªa viajado al archipi¨¦lago en varias ocasiones entre 2015 y 2016, sino que conocidos y familiares describen c¨®mo el joven se hab¨ªa obsesionado con la misi¨®n de cristianizar ¡°el ¨²ltimo basti¨®n de Sat¨¢n¡± en el mundo, seg¨²n describi¨® ¨¦l mismo.
¡°Dios, no quiero morir. ?Qui¨¦n ocupar¨¢ mi lugar si muero?¡±, se preguntaba el predicador en su diario, horas despu¨¦s de ser violentamente repelido por la tribu y despu¨¦s de lograr huir. La publicaci¨®n de esas p¨¢ginas y el relato de su delirio evangelizador por fuentes cercanas levant¨® la indignaci¨®n internacional contra del joven misionero con complejo mesi¨¢nico. Antrop¨®logos y defensores de los derechos de las comunidades ind¨ªgenas criticaron la falta de control de las autoridades indias y la sinraz¨®n de una misi¨®n que no solo quebr¨® la legislaci¨®n de India y arriesg¨® la salud de los sentineleses, sino que tambi¨¦n puso a las autoridades locales ante un dilema diplom¨¢tico por la desaparici¨®n de un ciudadano extranjero dentro de su territorio.
Aunque la aventura de John Allen Chau fue criticada por asociaciones evangelizadoras, la portavoz del grupo evang¨¦lico que le entren¨® justificaba la osad¨ªa de su disc¨ªpulo. Ahora, religiosos radicales como el autor cristiano estadounidense Martin Jeschke cargan contra la libertad de la que gozan las adivasis (tribus) de India. ¡°Bajo ninguna circunstancia tolerar¨ªa EE UU este comportamiento¡±, public¨® hace un mes; interpelando a que India impusiese su ley sobre los habitantes de la isla. ¡°La Historia muestra el ejemplo de EE UU, que forz¨® a una naci¨®n a abrirse a los extranjeros¡±, describ¨ªa Jeschke ¡ªseg¨²n ¨¦l, en relaci¨®n a la obediencia japonesa en el siglo XIX¡ª en un art¨ªculo a mitad de camino entre un serm¨®n fundamentalista y una arenga imperialista.
Por su parte, el informe de los expertos encuentra cient¨ªficamente ¨²til el diario p¨®stumo del misionero, en tanto en cuanto contiene observaciones sobre localizaciones, forma de vida y h¨¢bitos nunca antes descritos por expediciones antropol¨®gicas oficiales. Su autor, M. Sasikumar, sin embargo, insiste en que la protecci¨®n de las tribus bajo cualquier circunstancia es obligaci¨®n del Gobierno indio, al que responsabiliza de ¡°la confusi¨®n¡± creada tras la eliminaci¨®n del veto en ¨¢reas restringidas con objeto de atraer turismo.
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