Laurent Berger, la conciencia social de la reforma de Macron
El l¨ªder del sindicato reformista CFDT apoya las l¨ªneas generales del plan del Gobierno sobre las pensiones, pero se opone a elevar la edad de jubilaci¨®n
Le han llamado todo y su contrario. El principal opositor a Emmanuel Macron y su aliado. El hombre que puede salvar a la desnortada socialdemocracia francesa y el ejemplo vivo de la desolaci¨®n de esta ideolog¨ªa. El sindicalista que el Gobierno franc¨¦s necesita para salvar la reforma de las pensiones y una figura prescindible ante un Ejecutivo dispuesto a imponer sus planes con o sin el consentimiento de los sindicatos.
Laurent Berger (Gu¨¦rande, 51 a?os), hijo de sindicalistas y secretario general de la Confederaci¨®n Francesa Democr¨¢tica del Trabajo (CFDT), es el hombre del momento en Francia. Seg¨²n cual sea el desenlace de la negociaci¨®n sobre la reforma, el dialogante Berger puede consolidarse como el contrapeso a Macron en el centroizquierda, o caer en la irrelevancia y verse amenazado por la m¨¢s radical Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) del combativo Philippe Martinez.
Toda la raz¨®n de ser de un sindicato reformista como el CFDT, anclado en la tradici¨®n socialcristiana y ajeno al marxismo revolucionario, consiste en ser capaz de influir sin romper la baraja. ¡°Tenemos un discurso matizado en un pa¨ªs, lo s¨¦, al que no le gusta el matiz¡±, declaraba Berger a EL PA?S en 2018.
Berger mantiene una prudente distancia ante las movilizaciones que empezaron el 5 de diciembre. El sindicato que ¨¦l lidera, el primero de Francia desde que en 2018 super¨® a la CGT, apoyaba al principio la pol¨¦mica reforma. La propuesta para simplificar el sistema actual, con 42 reg¨ªmenes de pensiones diferentes, y fusionarlos en uno solo para que sea m¨¢s claro e igualitario, es de hecho una vieja idea de la CFDT. Y hasta aqu¨ª, ning¨²n problema. La CFDT no participaba en las manifestaciones.
Pero todo cambi¨® el 11 de diciembre, cuando el primer ministro, ?douard Philippe, anunci¨® los detalles de la reforma y propuso fijar en los 64 a?os la edad para jubilarse con la pensi¨®n plena. En Francia la edad legal es 62 a?os. Esos 64 a?os eran una ¡°l¨ªnea roja¡± para Berger. En su opini¨®n, supon¨ªa mezclar la fusi¨®n de los 42 reg¨ªmenes en uno solo con medidas destinadas a alargar la vida laboral y equilibrar las cuentas.
Los motivos de Philippe para desairar a Berger son m¨²ltiples. Hay uno contable: la convicci¨®n de que la reforma no puede ponerse en marcha si no hay modo de financiarla y de que, si los franceses no trabajan durante m¨¢s tiempo, no habr¨¢ manera de sufragar las pensiones para todos. Y hay otro motivo t¨¢ctico: al establecer los 64 a?os como edad de jubilaci¨®n, ha acotado en torno a una cifra el terreno de la negociaci¨®n. El tercer motivo es ideol¨®gico: los 64 a?os ¡ªo, en general, acercarse a los est¨¢ndares europeos en la edad de jubilaci¨®n¡ª gusta a la derecha moderada a la que se adscribe Philippe y que, con Macron, quiere conquistar con vistas a las pr¨®ximas elecciones. En este escenario, el l¨ªder de la CFDT resulta m¨¢s un estorbo que un potencial aliado.
Berger afronta, por tanto, un doble problema. Una parte de sus bases se inquietan por lo que consideran una excesiva complacencia con el presidente Macron. Es significativo que CFDT-Cheminots, la rama ferroviaria del sindicato, se sumase desde el primer momento a la huelga, al contrario que el resto del sindicato. Es m¨¢s, el primer ministro Philippe sabe que, aunque aceptase las reclamaciones de Berger, el sindicato CGT, l¨ªder en los ferrocarriles, mantendr¨ªa la huelga, porque solo se da por satisfecho con una retirada total del proyecto.
Sin partido
Otro problema para este l¨ªder sindical es que no tiene un partido en el que apoyarse. Si obtuviese las concesiones que busca, ?qui¨¦n defender¨ªa las enmiendas en la Asamblea Nacional, donde la izquierda est¨¢ dividida y sin fuerza ante el rodillo macronista? Su posici¨®n, en la tradici¨®n de la llamada ¡°segunda izquierda¡±, es demasiado moderada para la mayor¨ªa de partidos de izquierda francesa y demasiado a la izquierda para el macronismo.
El 17 de diciembre, la CFDT se sum¨® a la tercera jornada de manifestaciones nacionales despu¨¦s de ausentarse de las dos primeras. Pero ese d¨ªa ofrec¨ªa una imagen melanc¨®lica: unos pocos millares de sindicalistas con sus distintivos naranja a la cola de la marcha como si estuvieran aislados del resto. Berger estuvo ah¨ª media hora y despu¨¦s se march¨®.
Tr¨¢fico ferroviario y del metro muy reducido en Navidad
Los franceses se han resignado a vivir unas Navidades at¨ªpicas, perturbadas por la huelga de los transportes que comenz¨® el 5 de diciembre y que el martes 24 continuar¨¢ por vig¨¦sima jornada consecutiva. Ese d¨ªa funcionar¨¢ dos de cada cinco trenes de alta velocidad, uno de cada cinco trenes de cercan¨ªas en la regi¨®n de Par¨ªs y uno de cada diez trenes regionales en todo Francia, seg¨²n la compa?¨ªa p¨²blica de ferrocarriles (SNCF). En Par¨ªs y su periferia, la compa?¨ªa de transportes parisinos (RATP) cerrar¨¢ el martes seis l¨ªneas de metro y solo funcionar¨¢n con normalidad las dos l¨ªneas automatizadas, la 1 y la 14. El mi¨¦rcoles, d¨ªa de Navidad, parar¨¢n todas las l¨ªneas de metro menos las autom¨¢ticas y una del tren de cercan¨ªas, informa la agencia France Presse.
La negociaci¨®n ha quedado en suspenso hasta principios de enero, despu¨¦s de dos rondas de negociaci¨®n el mi¨¦rcoles y el jueves pasados. Las concesiones del Gobierno llevaron al sindicato minoritario UNSA a descolgarse de la huelga en la SNCF. La CGT y otros sindicatos convocaron una nueva jornada de manifestaciones y huelgas para el 9 de enero, a la que el reformista CFDT, que hab¨ªa pedido una tregua navide?a, no se ha sumado por ahora.
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