La oposici¨®n venezolana se abre a pactar una v¨ªa electoral con el chavismo
La primera meta es alcanzar un acuerdo, entre recelos y escepticismo, sobre la composici¨®n del tribunal electoral
¡°Fin de la usurpaci¨®n, Gobierno de transici¨®n y elecciones libres¡±. M¨¢s de un a?o despu¨¦s de que Juan Guaid¨® lanzase este ¨®rdago a Nicol¨¢s Maduro, el chavismo sigue en el poder, la protesta social ha perdido fuelle y una votaci¨®n presidencial con las condiciones de la oposici¨®n venezolana es un espejismo. Pero la crisis social y pol¨ªtica y la renovaci¨®n del Parlamento, prevista para este a?o, han llevado a las fuerzas opositoras a explorar con el Gobierno una v¨ªa que permita elegir un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) m¨¢s equilibrado e ir a las urnas.
Con prudencia y entre recelos, si el proceso sale bien, comenzar¨¢ la cuenta atr¨¢s hacia la consecuci¨®n de ese ¡°hecho pol¨ªtico real¡± al que apelan figuras opositoras como el excandidato presidencial Henrique Capriles. Esto es, una competencia electoral transparente. Si sale mal, ser¨¢ la en¨¦sima fractura interna entre quienes demandan un cambio de r¨¦gimen.
Pese al discurso p¨²blico de Guaid¨® que, como presidente de la Asamblea Nacional opositora, mantiene la necesidad de un debilitamiento de Maduro para forzar su salida, y a las voces m¨¢s radicales de la oposici¨®n que a¨²n no han aparcado una opci¨®n militar, el poder legislativo ya ha dado el primer paso. Se trata de la formaci¨®n de una comisi¨®n que recibir¨¢ las propuestas de los candidatos a ocupar uno de los cinco puestos de la c¨²pula del tribunal electoral, ahora dominada por el oficialismo. El objetivo es que haya diputados de todo el espectro pol¨ªtico de la Asamblea Nacional, incluido el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la reciente disidencia opositora, seg¨²n anunci¨® el exvicepresidente del Parlamento Stalin Gonz¨¢lez, dirigente de Un Nuevo Tiempo, un de los partidos intregrados en el grupo opositor mayoritario, el llamado G4, en el que tambi¨¦n se encuentra la formaci¨®n de Juan Guaid¨®.
Gonz¨¢lez particip¨® en las conversaciones auspiciadas el verano pasado por Noruega para intentar pactar una salida a la crisis pol¨ªtica y social que mantiene paralizado el pa¨ªs. Este dirigente, que nunca perdi¨® el contacto con la c¨²pula del chavismo, es uno de los pol¨ªticos que m¨¢s apuesta por lograr un pacto, en la medida en que la mayor parte de la oposici¨®n recuerda que el fin ¨²ltimo sigue siendo una salida electoral. ¡°Estamos haciendo todo lo posible para lograr un acuerdo¡±, mantuvo. ¡°Escepticismo¡±, no obstante, es la palabra que m¨¢s se repite entre sus socios.
La enorme desconfianza que genera en la oposici¨®n cualquier hip¨®tesis de di¨¢logo con el Gobierno no ha acabado de romper, al menos por el momento, los delicados equilibrios internos. A diferencia de otras ocasiones, y pese a las hist¨®ricas fricciones, los distintos l¨ªderes opositores consultados se aferran en insistir en que hay m¨¢s unidad que nunca. De entre los grupos que forman la oposici¨®n mayoritaria (ese G4), hay dos m¨¢s reticentes a un acuerdo con el chavismo. Se trata de Voluntad Popular, la formaci¨®n de Leopoldo L¨®pez y Guaid¨®, y Primero Justicia, el mayoritario. Sin embargo, estas formaciones no planean de momento intervenir para torpedear el proceso.
La comisi¨®n encargada de analizar las postulaciones para la renovaci¨®n del CNE espera el juramento del pleno de la Asamblea Nacional, que de facto se rompi¨® el pasado 5 de enero entre los fieles a Guaid¨® y los seguidores del disidente Luis Parra, expulsado por corrupci¨®n del partido Primero Justicia y sancionado por EE UU por autoproclamarse presidente del Parlamento.
Pero m¨¢s all¨¢ de la formalidad del juramento, hay un acuerdo t¨¢cito, seg¨²n fuentes parlamentarias, para abrir la negociaci¨®n entre el chavismo y la junta directiva de Guaid¨®, que sigue siendo reconocido como presidente encargado por m¨¢s de 60 pa¨ªses. El hecho de que todo gire en torno a la renovaci¨®n del CNE no es un tecnicismo. ¡°Hay un moderado optimismo, una de las cosas cruciales para lograr unas elecciones m¨¢s o menos confiables, tiene que ver con cambiar el ¨¢rbitro¡±, se?ala Luis Lander, miembro de la ONG Observatorio Electoral Venezolano. ¡°Cambiar la cara al CNE permite recuperar algunos niveles de confianza en el voto, despu¨¦s de todas las elecciones mal hechas y atropelladas, cargadas de irregularidades, que se han hecho desde 2015¡±.
En diciembre de ese a?o la oposici¨®n gan¨® las elecciones parlamentarias, aunque el Tribunal Supremo acab¨® despojando a la C¨¢mara de sus competencias en 2017, lo que gener¨® una oleada de protestas y una crisis institucional que todav¨ªa no se ha resuelto. Pero al margen del CNE, el mayor debate de fondo tiene que ver con qu¨¦ tipo de elecciones pactar. En diciembre corresponde celebrar legislativas, que el chavismo promueve con empe?o, para intentar sacar del juego a la oposici¨®n aglutinada en torno a Guaid¨®.
Pero la votaci¨®n que todos los partidos opositores reclaman desde hace a?os es la presidencial, despu¨¦s de rechazar en su mayor¨ªa participar en los comicios de 2018, que se convocaron tras unas conversaciones fallidas en Rep¨²blica Dominicana. De ah¨ª que aboguen por unas s¨²per elecciones: presidenciales y parlamentarias. Aqu¨ª reside el mayor punto de fricci¨®n interna, en la medida en que varias fuentes aseguran que no transigir¨¢n con unos comicios que no incluyan un posible relevo de Nicol¨¢s Maduro. De consumarse, la oposici¨®n quedar¨¢ dividida y el chavismo se garantizar¨ªa el triunfo y con una mayor legitimidad que en 2018.
Mientras tanto, Guaid¨® intenta aumentar la presi¨®n convocando movilizaciones en la calle. Llam¨® a participar en una gran marcha prevista para este martes, lo que supone su primer gran movimiento en el tablero despu¨¦s de su gira internacional. En su entorno admiten que recobrar la fuerza de las marchas del a?o pasado no ser¨¢ sencillo. El mayor temor, como resum¨ªa uno de sus aliados esta semana, es: ¡°Que nos arrope la desesperanza y se pierda la convicci¨®n de que un cambio es posible¡±.
La f¨®rmula 2-2-1, un camino para unas elecciones transparentes
Para entender el complejo proceso de la composici¨®n del ¨®rgano electoral venezolano, hay que tener en cuenta que tres de los cinco cargos que lo conforman se escogen entre las propuestas hechas por organizaciones de la sociedad civil, uno sale de los nombres propuestos por las facultades de Derecho del pa¨ªs y el quinto rector viene de los postulados por el llamado Poder Ciudadano ¡ªla Defensor¨ªa del Pueblo, el Ministerio P¨²blico y la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica¡ª, que controla Nicol¨¢s Maduro.
La oposici¨®n quiere garant¨ªas de que, si cada parte contar¨¢ con dos rectores afines, el quinto, independiente, sea elegido de mutuo acuerdo (la llamada f¨®rmula 2-2-1) para no tener una balanza desequilibrada como punto de partida.
Cambiar el ¨¢rbitro no es, sin embargo, la ¨²nica tarea pendiente para lograr unas elecciones parlamentarias transparentes. Hay otras cuestiones que tienen que negociarse. La que m¨¢s preocupa a algunas figuras relevantes de la oposici¨®n es qui¨¦n aprobar¨ªa ese hipot¨¦tico nuevo CNE. Seg¨²n las fuentes consultadas, el chavismo plantea que haya un acuerdo entre el grupo de Juan Guaid¨® y el del disidente opositor Luis Parra. La negativa es rotunda porque implicar¨ªa reconocer una dualidad que no consideran leg¨ªtima.
En cualquiera de los casos este procedimiento tiene por delante el reto de lograr la aprobaci¨®n de los dos tercios de los miembros de la Asamblea Nacional: 112 diputados. Actualmente ni Guaid¨®, que controla la bancada mayoritaria, cuenta con ellos.
Otro aspecto que ser¨¢ objeto de negociaci¨®n son las garant¨ªas sobre c¨®mo quitar la inhabilitaci¨®n de los principales partidos de oposici¨®n y de sus candidatos, caso de Henrique Capriles o de Leopoldo L¨®pez, que permanece en la Embajada de Espa?a despu¨¦s de ser liberado el 30 de abril del a?o pasado por militares disidentes del arresto domiciliario al que estaba sometido desde julio de 2017; la revisi¨®n del registro electoral y la inclusi¨®n de los votantes en el extranjero, donde ya hay m¨¢s de 4,8 millones de venezolanos que migraron en busca de oportunidades y para huir de la crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que azota al pa¨ªs, seg¨²n el c¨¢lculo de Naciones Unidas.
Para algunas facciones de la oposici¨®n, no debe haber un acuerdo parcial, sino que todo debe estar pactado, y en este sentido, dudan que el chavismo lo vaya a aceptar. ¡°Ir a unas elecciones sin garant¨ªas, para perderlas, como ocurri¨® en las de gobernadores en 2017, es suicida¡±, recordaba un alto dirigente opositor esta semana. En noviembre pasado un sondeo de la encuestadora Delphos revelaba que solo el 57,9% de los venezolanos ten¨ªa intenci¨®n de votar.
La disposici¨®n parece haber mejorado con el comienzo de a?o, al igual que la valoraci¨®n sobre Guaid¨®. Una encuesta de Datan¨¢lisis de febrero encargada por Bloomberg se?ala que el 82,6% de los venezolanos dice que la oposici¨®n debe participar en las elecciones parlamentarias. Sin embargo, el 40,6% quiere que se celebren legislativas y presidenciales este a?o, mientras que el 40,3% solo quiere unas presidenciales en 2020.
Con informaci¨®n de Florantonia Singer.
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