Von der Leyen cumple 100 d¨ªas en tierra de nadie
La agenda de la jefa de la Comisi¨®n, centrada en blindar las prioridades de los conservadores, se ha visto desbordada por la crisis migratoria
Cien d¨ªas, dos crisis y un reglamento. El escaso balance de Ursula Von der Leyen al frente de la Comisi¨®n Europea se debe m¨¢s a la dura coyuntura de su per¨ªodo de gracia que al empuje anunciado al inicio de su mandato el pasado 1 de diciembre. Von der Leyen confiaba en un arranque tan impetuoso como productivo, que en solo tres meses marcase el terreno para toda la legislatura. Pero ha tenido que conformarse con un t¨ªmido despegue en el que la agenda comunitaria avanza al ralent¨ª y las visiones a largo plazo ¡ªen clima, digital o laboral¡ª se han visto desbordadas por emergencias como el coronavirus o la inmigraci¨®n en la frontera grecoturca.
La presidenta de la Comisi¨®n intentar¨¢ esta semana relanzar su programa, con un encuentro bilateral con cada uno de los principales grupos del Parlamento Europeo que la apoyaron (conservadores, socialdem¨®cratas y liberales). Pero la conservadora alemana llega a estas citas sin apenas resultados. Y sus equilibrios para mantener el apoyo del tripartito la han dejado en una tierra de nadie en los grandes debates: desde el presupuesto de la UE a la reforma de la pol¨ªtica industrial y de competencia o la vigilancia de Estado de derecho.
Von der Leyen ha presentado sus planes estrat¨¦gicos sobre la agenda digital o la igualdad en el mercado laboral y ha lanzado consultas p¨²blicas sobre futuras medidas sociales. El saldo legislativo, sin embargo, se reduce a un proyecto de reglamento, bautizado pomposamente como Ley del Clima, que, por ahora, solo ha servido para poner de manifiesto las arenas movedizas en que se mueve la Comisi¨®n.
Alberto Alemanno, profesor de Derecho Europeo en la ?cole des Hautes ?tudes Commerciales de Par¨ªs, cree que ¡°los 100 primeros d¨ªas han mostrado las debilidades intr¨ªnsecas de una Comisi¨®n que naci¨® a trompicones y sin mayor¨ªa parlamentaria clara detr¨¢s¡±.
Tras lograr la investidura en julio de 2019 por solo nueve votos de diferencia, Von der Leyen tuvo que retrasar un mes la toma de posesi¨®n (prevista para el 1 de noviembre) por las dificultades de algunos de sus comisarios para obtener el visto bueno de la Euroc¨¢mara. Finalmente, el pasado 1 de diciembre asumi¨® el cargo. Y desde entonces intenta contentar a su propio grupo (el Partido Popular Europeo) sin perder el apoyo de los socialistas y los liberales.
El resultado es un compromiso de m¨ªnimos que no contenta a ninguna de las partes y que corre el riesgo de diluirse.
Populares y socialistas, de momento, velan las armas de cara a una legislatura que no acaba de arrancar. ¡°Estos 100 primeros d¨ªas han servido para colocar en lo m¨¢s alto de la agenda todas las prioridades del PPE, como la lucha contra el c¨¢ncer, el mercado digital o la transformaci¨®n industrial que lleva aparejada el Pacto Verde¡±, se?ala el europarlamentario Manfred Weber, l¨ªder del PPE en el Parlamento Europeo. La batalla por la letra peque?a, en la que Von der Leyen deber¨¢ demostrar su capacidad de negociaci¨®n, a¨²n no ha comenzado.
La eurodiputada Iratxe Garc¨ªa, presidenta del grupo Socialista en la Euroc¨¢mara, concede el beneficio de la duda a la presidenta. ¡°Valoro positivamente que Von der Leyen haya incluido las prioridades que le exigimos para confirmarla en el cargo, como el Pacto Verde, la estrategia de g¨¦nero o m¨¢s flexibilidad en el Pacto de Estabilidad¡±. ¡°El an¨¢lisis de los retos es el correcto¡±, concede Garc¨ªa. ¡°Pero de nada vale el diagn¨®stico si no ponemos los medios afrontarlos¡±, dice la eurodiputada, que reclama a Von der Leyen que ¡°defienda con m¨¢s fuerza la necesidad de un presupuesto comunitario en condiciones¡±.
El funambulismo de la ley clim¨¢tica parece destinado a ser la se?a de identidad de una legislatura marcada por un Parlamento Europeo mucho m¨¢s fragmentado que antes; con un Consejo Europeo de creciente diversidad ideol¨®gica y donde los Gobiernos caen o se renueva a creciente velocidad; y una Comisi¨®n donde las trincheras partidistas y nacionales son m¨¢s visibles que nunca.
Mano dura
Von der Leyen, de momento, se ha decantado por blindar el apoyo de los conservadores, con una agenda de mano dura en materia de migraci¨®n y de cierta tolerancia hacia Polonia y Hungr¨ªa en cuanto al Estado de derecho. En presupuestos, se ha alineado tambi¨¦n con los partidarios de reducir el gasto de la UE tras la salida del Reino Unido.
Hacia la izquierda ha ofrecido cierta flexibilidad en el control del d¨¦ficit p¨²blico y el inicio del debate sobre un salario m¨ªnimo europeo. Alemanno cree que ese equilibrio es fr¨¢gil e inestable porque ¡°asistimos a una derechizaci¨®n de la Uni¨®n que no se corresponde con la composici¨®n del Parlamento Europeo, donde el centro de gravedad es m¨¢s bien de centro izquierda¡±.
De la dictadura ilustrada al di¨¢logo permanente
La nueva Comisi¨®n Europea tambi¨¦n parece todav¨ªa desorientada despu¨¦s de un mandato de Jean-Claude Juncker en el que imper¨® una autoridad vertical y muy centralizada encarnada por Martin Selmayr, el jefe de gabinete del anterior presidente de la Comisi¨®n. ¡°Viv¨ªamos en una especie de dictadura, pero era una dictadura ilustrada y sab¨ªamos en qu¨¦ direcci¨®n nos mov¨ªamos¡±, recuerda un alto cargo del organismo. Von der Leyen ha introducido un liderazgo basado en el di¨¢logo y la colegialidad. Un planteamiento horizontal m¨¢s moderno pero que todav¨ªa no est¨¢ engrasado del todo ni ha controlado la lucha de egos entre varios de los miembros de la Comisi¨®n. Esta misma semana se asistir¨¢ a la batalla entre la vicepresidenta Margrethe Vestager y el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, en torno al futuro de la pol¨ªtica europea de Competencia, con la danesa como partidaria de mantener el esp¨ªritu actual y el franc¨¦s pugnando por una relajaci¨®n que favorezca la aparici¨®n de grandes empresas europeas.
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