La muerte de 75 detenidos arroja sombras sobre la lucha antiterrorista en el Sahel

El fiscal general del Estado de Chad, Youssouf Tom, anunci¨® el pasado s¨¢bado la muerte de 44 yihadistas de Boko Haram que se encontraban en una prisi¨®n de Yamena, la capital. El Gobierno defiende la tesis de un suicidio colectivo con una sustancia venenosa tras realizar la autopsia a cuatro de ellos. Por otra parte, este lunes, Human Rights Watch (HRW) ha denunciado la ejecuci¨®n extrajudicial de 31 civiles en Djibo, en el norte de Burkina Faso, el pasado 9 de abril. Ambas acciones vuelven a ensombrecer la actuaci¨®n policial y militar en la lucha antiterrorista en el Sahel, denunciada en m¨²ltiples ocasiones por los defensores de derechos humanos tambi¨¦n en pa¨ªses como Mal¨ª y Nigeria.

Los 44 presuntos terroristas fallecidos la semana pasada en Yamena hab¨ªan sido detenidos en el marco de la operaci¨®n militar C¨®lera de Boma que se inici¨® a finales de marzo tras el peor ataque sufrido por las Fuerzas Armadas chadianas a manos de Boko Haram en la zona del lago Chad, en el que falleci¨® un centenar de soldados. En dicha operaci¨®n, liderada por el presidente Idris D¨¦by, murieron 76 yihadistas y otros 58 fueron detenidos y trasladados a la capital del pa¨ªs africano.

El fiscal general del Estado inform¨® el s¨¢bado de que 44 de estos presuntos terroristas fueron hallados sin vida en su celda el pasado jueves por la ma?ana. El informe forense de la autopsia realizada a cuatro de ellos revel¨® la presencia en sangre de una sustancia t¨®xica que provoc¨® ¡°un ataque cardiaco a algunos y asfixia severa, a otros¡±. El ministro de Justicia chadiano, Yimet Arabi, asegur¨® a la agencia France Press que ¡°no hubo malos tratos¡± e insisti¨® en la inocencia de las fuerzas de seguridad. ¡°Los presos se encontraban muy bien el d¨ªa anterior¡±. Sin embargo, fuerzas de la oposici¨®n y movimientos sociales discrepan de la tesis gubernamental y creen que hubo torturas y malos tratos. Ahora piden que se abra una investigaci¨®n judicial independiente.

Por otra parte, Corinne Dufka, directora de HRW para ?frica occidental, denunci¨® este lunes lo que considera ¡°un crimen de guerra¡± en Burkina Faso: el asesinato a manos de soldados de 31 civiles que se encontraban detenidos en lo que denomin¨® ¡°una parodia brutal de una operaci¨®n antiterrorista¡±. Los hechos ocurrieron el pasado 9 de abril en Djibo, una ciudad situada a unos 200 kil¨®metro de la capital y en pleno epicentro de la violencia yihadista que sacude al pa¨ªs.

Seg¨²n los testimonios recabados por HRW, las fuerzas de seguridad y militares comenzaron a detener a varones pertenecientes a la etnia fulani, a la que se acusa de complicidad con los grupos yihadistas que operan en la regi¨®n, en distintos barrios de la ciudad. Las v¨ªctimas, explica el informe de esta organizaci¨®n, no estaban armadas y fueron interpeladas cuando estaban alimentando a su ganado o simplemente sentadas en la puerta de sus casas. Tras ser subidos a veh¨ªculos militares, se escucharon varias r¨¢fagas de disparos. Unas horas m¨¢s tarde, habitantes de Djibo encontraron los 31 cuerpos maniatados y ejecutados en un descampado.

HRW ha entregado el informe de su investigaci¨®n a las autoridades en el que incluyen las entrevistas realizadas a 17 personas, entre las que se encuentran 12 testigos de las detenciones y del entierro de los cuerpos.

Torturas y abusos

Organizaciones de derechos humanos llevan a?os denunciando los excesos policiales en la lucha antiterrorista en el Sahel. Amnist¨ªa Internacional documenta desde 2014 en un informe anual los casos de torturas, ejecuciones extrajudiciales y abusos sexuales que se cometen en Nigeria y Camer¨²n contra detenidos por su supuesta pertenencia al grupo terrorista Boko Haram. En 2018 sali¨® a la luz un v¨ªdeo que mostraba a soldados cameruneses fusilando a dos mujeres, una ni?a y un beb¨¦.

Asimismo, el Ej¨¦rcito maliense, que recibe formaci¨®n militar de la Uni¨®n Europea, ha sido acusado no solo de apoyar a milicias paramilitares como Gatia o los cazadores dozo, que cometen asesinatos contra civiles, sino de haber participado directamente en la ejecuci¨®n de civiles de la etnia fulani en el centro del pa¨ªs. Estas atrocidades no han sido investigadas y alimentan la espiral de violencia entre comunidades.

El Sahel est¨¢ sumido en una grave inestabilidad de origen yihadista que tiene dos focos principales: por un lado la zona de las tres fronteras entre Mal¨ª, N¨ªger y Burkina Faso, que se ha ido convirtiendo en el epicentro de un conflicto que comenz¨® en el norte de Mal¨ª en 2012 y que provoc¨® casi 5.000 muertos solo en 2019. Y por otro, el noreste de Nigeria donde la sangrienta rebeli¨®n que inici¨® Boko Haram en 2009 se ha irradiado a N¨ªger, Chad y el norte de Camer¨²n y ha provocado unas 30.000 muertes en una d¨¦cada.