Muchos profetas y pocos forenses (para las correcciones del tiempo recobrado)
La construcci¨®n de un futuro mejor requiere un an¨¢lisis inteligente del pasado, como nos recuerda desde hace 70 a?os la genial Declaraci¨®n Schuman
El arte divinatorio es un ritual cotidiano y concurrido en la era covid. Abundan profetas, or¨¢culos y p¨²blico para ellos. Incluso, y es comprensible, cada cual en su domicilio trata de escudri?ar las v¨ªsceras de las aves para entender qu¨¦ nos depara el futuro, hacia d¨®nde vamos, qu¨¦ ser¨¢ de nuestra manera de vivir, de nuestros oficios.
Se trata de un instinto l¨®gico y tiene sentido. Pero para salir de este hoyo lo mejor posible har¨¢n falta ambos brazos, siendo el otro un an¨¢lisis implacable y certero de todos los fallos del pasado que esta crisis expone o exige a gritos no repetir. A nivel p¨²blico ¨Ccon todos los aspectos sanitarios en primera fila- pero tambi¨¦n en las vidas privadas.
La Uni¨®n Europea y sus pa¨ªses miembros cometieron en el pasado errores que son relevantes en las circunstancias actuales. Hay varios, pero se pueden destacar tres. En primer lugar, la muy cuestionable gesti¨®n de la crisis econ¨®mica de 2008 ¨Cque provoc¨® en conjunto una recuperaci¨®n mucho m¨¢s lenta que en EE UU-. En segundo lugar, su persistente incapacidad de alumbrar innovaci¨®n estrat¨¦gica y gigantes empresariales en el sector digital ¨Cque la deja en un estado de aguda dependencia ahora que estos servicios ser¨¢n m¨¢s fundamentales que nunca-. En tercer lugar, sus limitaciones, fragilidad e ingenuidad en las luchas de potencias.
En el primer plano hay cierto grado de reflexi¨®n. En el apartado monetario, la reacci¨®n del Banco Central Europeo ha sido en esta circunstancia mucho m¨¢s r¨¢pida que en la anterior crisis. La instituci¨®n anunci¨® una acci¨®n de tama?o considerable y su presidenta, Christine Lagarde, acaba de pronunciar este jueves unas palabras que podr¨ªan resultar igual de significativas que el famoso ¡°lo que haga falta¡± de Mario Draghi. Tras una trascendental sentencia del Constitucional alem¨¢n que cuestiona las actuaciones de BCE, Lagarde afirma que seguir¨¢ adelante ¡°sin inmutarse¡±. En el apartado de pol¨ªtica econ¨®mica, tambi¨¦n parece que se aprendi¨® de la lentitud y de las timideces de la anterior crisis. Esta vez hubo conciencia de que hac¨ªa falta rapidez y tama?o. Pero todav¨ªa debe cuajar una reflexi¨®n compartida sobre c¨®mo articular la masiva inyecci¨®n de ox¨ªgeno financiero com¨²n que es necesario. La lecci¨®n de la anterior crisis es que las pol¨ªticas expansivas sacaron a EE UU del hoyo mucho antes que la Zona euro; y que la acumulaci¨®n excesiva de deuda produce econom¨ªas zombis.
En el plano de la vitalidad digital, la reflexi¨®n es mucho menor. Es comprensible porque no es una urgencia existencial. Pero Europa no deber¨ªa tardar. Las actuales circunstancias incrementan exponencialmente la centralidad y el radio de acci¨®n de los servicios ofrecido en el ¨¢rea telem¨¢tica, y la ventaja de los gigantes y las startups estadounidenses cobrar¨¢ un valor a?adido enorme. En gran parte del sector, Europa es un mero consumidor dependiente, a causa de su hist¨®rica incapacidad de estimular innovaci¨®n en el ¨¢rea. Toca reflexionar sobre c¨®mo corregir esto.
En el plano de las relaciones de potencias, la UE tiene dificultades cong¨¦nitas. En m¨²ltiples ocasiones ha tenido menos influencia de la que le corresponde debido a las divisiones internas. A estos problemas estructurales, se suman a veces fallos t¨¢cticos. El inicial titubeo nacionalista en la respuesta a la pandemia ha causado otra herida interna al grupo, de la que los l¨ªderes son ahora amargamente conscientes (con disculpas y esfuerzos medi¨¢ticos). En el plano global, igual (y los Veintisiete buscan ahora recuperar el terreno perdido con iniciativas para los Balcanes o de car¨¢cter m¨¢s amplio).
Ante estos problemas, y pr¨¢cticamente para todos los dem¨¢s, se puede recurrir a la honda inteligencia de la Declaraci¨®n Schuman, de la que este s¨¢bado se celebra el 70 aniversario. ¡°Europa no se har¨¢ de una vez ni en una obra de conjunto: se har¨¢ gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho¡±, reza quiz¨¢ su paso m¨¢s c¨¦lebre. Y precisamente las realizaciones concretas que propuso Schuman ¨Cla comunidad del carb¨®n y el acero- brotaron de la m¨¢s inteligente lectura del pasado y de c¨®mo enmendarlo.
Este mismo esfuerzo de mirada hacia atr¨¢s antes de reconstruir parece necesario en las vidas privadas. En este momento de estasis, hay a la vez una oportunidad y una necesidad de mirarse dentro mejor que nunca. Un esfuerzo introspectivo proustiano o franzeniano, seg¨²n los gustos, del que podr¨¢n brotar las correcciones imprescindibles para que el tiempo recobrado no sea insulso.
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