La UE, el tit¨¢n sin m¨²sculos ni garras

La afirmaci¨®n de la UE como potencia global parece ser el leitmotiv de la nueva fase de la experiencia comunitaria. Ursula von der Leyen sostiene que la suya ser¨¢ una Comisi¨®n Europea ¡°geopol¨ªtica¡±. Josep Borrell, pr¨®ximo responsable de Exteriores del club, afirmaba ya en una entrevista concedida a este diario en el pasado mes de mayo que Europa debe ¡°jugar una l¨®gica de potencia frente a Estados Unidos¡±. El concepto es recurrente en declaraciones, entrevistas, debates de pol¨ªticos y analistas. Pero: ?est¨¢ realmente capacitada la UE para pelear con eficacia en el ring global con actores como EE UU y China?

En t¨¦rminos econ¨®micos, es notorio que el conjunto de la UE es una potencia indiscutible, al representar algo m¨¢s de un 20% del PIB global, frente a un 24% de EE UU y un 14% de China, seg¨²n datos en d¨®lares corrientes del FMI. Sin embargo, este estatus de gigante econ¨®mico no se traduce autom¨¢ticamente en los atributos esenciales para ejercer como potencia global efectiva: fuerza militar, tecnolog¨ªa puntera en sectores estrat¨¦gicos, y una unidad pol¨ªtica que permita acciones eficaces. Estos atributos ni est¨¢n, ni se les espera.

La cuesti¨®n militar. Seg¨²n datos del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigaciones para la Paz, Francia fue en 2018 el quinto pa¨ªs con mayor inversi¨®n en defensa del mundo (unos 63.000 millones de d¨®lares en 2018), el Reino Unido, el s¨¦ptimo (50.000) y Alemania, el octavo (49.000). La distancia con las dos principales potencias es abismal en el caso de EE UU (650.000) y muy grande en el de China (250.000). Las ¨²nicas fuerzas armadas europeas con capacidad de combate considerable son Francia y el Reino Unido.

Sin embargo, el segundo se dispone a salir de la UE; y ambos dejaron ver evidentes graves l¨ªmites operativos en la intervenci¨®n en Libia de 2011, en la que en cuesti¨®n de d¨ªas qued¨® claro que era indispensable el apoyo de EE UU pese a la cercan¨ªa del teatro de operaciones y la debilidad del adversario en t¨¦rminos convencionales.

Hacen falta una decena de los mayores inversores europeos para igualar el presupuesto de China, que crece a gran ritmo mientras el europeo se estanca. En paralelo, los proyectos de integraci¨®n militar europea avanzan lent¨ªsimos, en medio de un cortocircuito francoalem¨¢n en el que Par¨ªs quiere profundizar lazos con grupos reducidos de pa¨ªses dispuestos a alta operatividad, mientras Berl¨ªn desea avanzar todos juntos a menor velocidad.

La cuesti¨®n tecnol¨®gica. La UE dispone de un entramado industrial notabil¨ªsimo. Sin embargo, se halla muy rezagada en las tecnolog¨ªas m¨¢s estrat¨¦gicas en materia de inteligencia artificial, redes, servicios a los consumidores/gesti¨®n de datos, comunicaciones. La innovaci¨®n en esos sectores clave, en Europa, es insuficiente como para sostener ambiciones globales. Compa?¨ªas como Google, Apple, Facebook, Microsoft no solo encabezan los listados de capitalizaci¨®n burs¨¢til del mundo ¡ªreflejo de la fe en ellas de los inversores¡ª sino que abren caminos tecnol¨®gicos que redundan en beneficio de su pa¨ªs de origen. Europa tiene grandes compa?¨ªas, pero no en esos sectores clave. Es notable que esos gigantes de EE UU sean compa?¨ªas relativamente j¨®venes, mientras que Europa es incapaz de alumbrar nuevos titanes: los que tiene son viejos cl¨¢sicos del sector industrial, farmac¨¦utico, petrolero. China, por su parte, tiene dos empresas de esos sectores clave ¡ªTencent y Alibaba¡ª que se abren paso entre aquellas con mayor capitalizaci¨®n burs¨¢til.

La cuesti¨®n pol¨ªtica. Por ¨²ltimo, el consabido problema de falta de cohesi¨®n pol¨ªtica que entorpece la proyecci¨®n global. Von der Leyen propuso superar el requerimiento de la unanimidad en materia de pol¨ªtica exterior en su discurso de presentaci¨®n en el Parlamento Europeo. La verdad es que no es muy realista pensar que la UE pueda actuar de forma constante y consistente como un actor cohesionado y asertivo.

Ello no impide que haya elementos de vigor y ¨¦xitos. El tama?o econ¨®mico y las competencias en materia comercial que ostenta Bruselas en nombre del bloque le ofrecen fortaleza en una de las ¨¢reas de choque de potencias. En materia de tecnolog¨ªas verdes la UE puede ser pionera. En pol¨ªtica exterior, la acci¨®n en la crisis de Ucrania puede considerarse como relevante. Pero, en paralelo, es evidente la pr¨¢ctica irrelevancia de la UE en tantos conflictos y pulsos, incluido algunos tan cercanos como el sirio o la cuesti¨®n palestina. Conviene mantener una mirada realista sobre el presente y el futuro.