Xavier Justo, el delator del golpe del siglo en Malasia
El exbanquero suizo-espa?ol que filtr¨® los documentos que destaparon el esc¨¢ndalo 1MDB, repasa su experiencia desde Ginebra: ¡°Hubo cr¨ªmenes de sangre¡±

Al hablar sobre el golpe del siglo en Malasia, lo m¨¢s frecuente es que surjan nombres como Leonardo DiCaprio o Miranda Kerr, salpicados por un truculento c¨®ctel de corrupci¨®n surgido de las relaciones entre las altas esferas de Malasia y Arabia Saud¨ª. Pero la novelesca trama es mucho m¨¢s que eso. Al supuesto desfalco de 4.500 millones de d¨®lares (unos 4.000 millones de euros) del fondo 1Malaysia Development Berhad (1MDB), hay que sumarle la ca¨ªda de un Gobierno, sentencias de c¨¢rcel con olor a venganza y misteriosos asesinatos. ¡°Se dice que los delitos financieros no son cr¨ªmenes de sangre. En este caso, eso es una mentira absoluta¡±, asegura Xavier Justo, el exbanquero de origen suizo-espa?ol responsable de que la trama se destapara hace cinco a?os.
Hijo de emigrantes espa?oles que llegaron a Suiza en los 60, Justo (52 a?os) habla por tel¨¦fono desde Ginebra, donde se mud¨® precipitadamente con su esposa y su hijo de cinco a?os desde Kuala Lumpur en marzo. Un aparente golpe de poder interno hab¨ªa hecho dimitir al primer ministro, Mahathir Mohamad, que proteg¨ªa al exbanquero. Fue relevado por Muhyiddin Yassin, que ten¨ªa el respaldo del partido Organizaci¨®n Nacional de los Malasios Unidos (UMNO), en la que el antiguo primer ministro y art¨ªfice del 1MDB, Najib Razak mantiene una gran influencia. ¡°Nos fuimos de Malasia 48 horas despu¨¦s. La situaci¨®n era peligrosa para nosotros¡±, afirma.
El miedo de Justo no es infundado. La historia del fraude est¨¢ regada de siniestros episodios. Hussain Najadi, expresidente de AmBank en Malasia, fue tiroteado en Kuala Lumpur en julio de 2013, despu¨¦s de informar a la polic¨ªa y al banco central de sus sospechas sobre cuentas en su entidad de miles de millones de d¨®lares de Najib, seg¨²n afirma su hijo, Pascal Najadi. El cuerpo de Kevin Morais, ex n¨²mero dos de la Fiscal¨ªa de Malasia y quien supuestamente investigaba el fondo, apareci¨® enterrado en hormig¨®n en septiembre de 2015. Uno de los acusados admiti¨® haber recibido dinero de parte de Najib por declararse autor del asesinato.
La vida de Justo cambi¨® para siempre en diciembre de 2009, cuando su ¨ªntimo amigo de la juventud, Tarek Obaid, con nacionalidad suiza y saud¨ª, le ofreci¨® dirigir la sucursal de Londres de su empresa, PetroSaudi International. Justo, quien por entonces se tomaba un descanso de las finanzas, acept¨® el empleo, que consist¨ªa en gestionar las operaciones en Latinoam¨¦rica de la firma, fundada por Obaid y el pr¨ªncipe Turki bin Abdal¨¢, hijo del fallecido rey Abdal¨¢ bin Abdelaziz de Arabia Saud¨ª. Pero no tard¨® en darse cuenta de que algo fallaba. ¡°Lo ¨²nico que ten¨ªa PetroSaudi era un nombre llamativo¡±, afirma el exbanquero, adem¨¢s de una nutrida agenda de contactos ¡°que les abr¨ªan puertas¡±.
Gracias a eso, Obaid y el pr¨ªncipe Turki consiguieron reunirse con Najib, su esposa, Rosmah Mansor, y un joven empresario malasio, Jho Low, en agosto de 2009. A bordo de un lujoso yate frente a la costa de M¨®naco, llegaron a un acuerdo para trabajar juntos. ¡°Los malasios necesitaban una empresa para sacar los millones del fondo¡±, cuenta Justo, mientras PetroSaudi ayudar¨ªa a invertirlo. Lo que en principio se hab¨ªa vendido como un proyecto para financiar el desarrollo de Malasia, serv¨ªa de pretexto para desviar desorbitadas sumas de dinero a las cuentas de Najib y el resto de integrantes del fraude: seg¨²n el departamento de Justicia de EE UU, que junto a media docena de pa¨ªses investiga lo ocurrido. M¨¢s de 4.500 millones de d¨®lares fueron robados, de los cuales 1.000 millones fueron gastados por Jho Low. El malasio adquiri¨® lujosas propiedades en Manhattan y Hollywood, y no escatim¨® en fiestas y regalos para las estrellas con las que le gustaba codearse: Leonardo DiCaprio recibi¨® un Picasso y la modelo Miranda Kerr, car¨ªsimos diamantes. No fueron los ¨²nicos VIP agasajados.
Inc¨®modo con el estilo de vida de sus socios y tras varias desavenencias con Obaid, Justo decidi¨® dejar PetroSaudi en abril de 2011, negociando un finiquito de 6,5 millones de d¨®lares (6 millones de euros). Tras su partida, el exbanquero obtuvo una copia de todo el contenido de los servidores de la oficina: 90 gigabytes de informaci¨®n, 230.000 emails. En ese momento, asegura que no se plante¨® filtrarlo a la prensa, pero no dejaba de ser un as bajo la manga si no le pagaban. Y as¨ª fue. En enero de 2015 se reuni¨® en un hotel de Singapur con la periodista brit¨¢nica Claire Rewcastle Brown, que llevaba a?os siguiendo pistas sobre el 1MDB, y un empresario malasio, Tong Kooi Ong, para venderles la informaci¨®n. ¡°No soy Nelson Mandela. Cuando les di los datos no les ped¨ª que me pagaran en ese momento, pero el a?o pasado me contactaron y me dieron el dinero (2 millones de d¨®lares)¡±, admite Justo. PetroSaudi le deb¨ªa todav¨ªa 2,5 millones.
Un mes despu¨¦s de su encuentro, la brit¨¢nica publicaba la primera exclusiva en su web, Sarawak Report, titulada ¡°?El asalto del siglo!¡±, desatando la tormenta y un aluvi¨®n de investigaciones. A Justo, refugiado de la vor¨¢gine junto a su mujer y su hijo reci¨¦n nacido en la isla tailandesa de Koh Samui, le esperaba lo peor. Tras ser denunciado por ¡°intento de soborno¡± por sus exsocios de PetroSaudi, pas¨® 18 meses en una prisi¨®n de Bangkok, compartiendo una sucia celda con otros 50 detenidos. ¡°Fue inhumano, inmoral e ilegal. Lo m¨¢s duro era saber que mi esposa y mi hijo estaban sufriendo¡±, lamenta.
Tras ser exonerado en Tailandia por un perd¨®n real en 2016, espera que Obaid y su socio brit¨¢nico, Patrick Mahony, sobre quienes penden ¨®rdenes de arresto emitidas por la Comisi¨®n Anti-Corrupci¨®n de Malasia ¨Cnotificadas a la Interpol-, acaben rindiendo cuentas. ¡°Todo el mundo sabe d¨®nde est¨¢n. Obaid viene a echarse la siesta con prostitutas y drogas a hoteles de Ginebra una vez a la semana. Mahony vive en Londres¡±, asegura. Tambi¨¦n conf¨ªa en que, pese al cambio de Gobierno en Malasia, contin¨²e el juicio iniciado el pasado a?o contra Najib, acusado de 42 delitos. Tambi¨¦n que el resto de implicados ¨Ccon Low en paradero desconocido- vayan sent¨¢ndose en el banquillo. ¡°Tengo que pensar que as¨ª ser¨¢, si no, ?en qu¨¦ mundo le explico a mi hijo que vivimos?¡±, plantea Justo, y exclama: ¡°Cuando dices 1MDB, la gente solo piensa en el dinero. Pero expl¨ªcale eso a la familia de Morais, Najadi o a la m¨ªa¡±.
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