Los ¡°da?os colaterales¡± de la guerra antidrogas de Duterte: m¨¢s de 100 menores muertos
Un informe de Human Rights Watch denuncia el impacto psicol¨®gico, educativo y econ¨®mico que sufren miles de ni?os por la campa?a contra el narcotr¨¢fico de Filipinas
El pasado 27 de enero, Ronjhay Furio, de ocho a?os, guardaba cola en un puesto callejero de Manila para comprar isaw, un popular pincho de pollo a la barbacoa que le entusiasmaba. Acababa de ayudar a su t¨ªo a arreglar su minib¨²s ese d¨ªa, y, exhausto y hambriento, corri¨® a darse el capricho. Pero mientras esperaba su turno, cuatro hombres armados llegaron repentinamente en dos motocicletas y abrieron fuego contra un grupo de vecinos que se hab¨ªa juntado cerca del puesto. Las balas hirieron al supuesto objetivo de la redada, un hombre de 52 a?os, y atravesaron tambi¨¦n el abdomen del peque?o Ronjhay, que falleci¨® en el tiroteo. Seg¨²n recoge un informe presentado este mi¨¦rcoles por Human Rights Watch (HRW), 101 menores que fueron asesinados entre julio de 2016 y diciembre de 2018 en la campa?a de lucha contra el narcotr¨¢fico en Filipinas.
¡°Era muy amable y atento con sus hermanos. Solo estaba esperando su comida cuando llegaron los motoristas¡±, denunci¨® un pariente del ni?o, recoge la organizaci¨®n. Seg¨²n la familia de Ronjhay, la balacera fue parte de la campa?a antidrogas que el presidente Rodrigo Duterte empez¨® en Filipinas al ganar la presidencia en junio de 2016. De acuerdo con la polic¨ªa, 5.601 supuestos traficantes o consumidores han muerto desde entonces. Organizaciones de derechos humanos y activistas elevan la cifra a 27.000, asesinados por polic¨ªas uniformados, vestidos de paisano o sicarios.
El caso de Ronjhay est¨¢ recogido en el informe Nuestra familia feliz ya no existe: el impacto de la guerra contra las drogas en los ni?os en Filipinas¡ª, que detalla c¨®mo la batalla contra los estupefacientes ha afectado a miles de ni?os, o bien perdiendo a parientes cercanos ¡ªa veces asesinados frente a ellos¡ª o siendo directamente v¨ªctimas de la violencia. La organizaci¨®n, que cita como fuentes a ONG por los derechos de la infancia de Filipinas, detalla que al menos 101 ni?os fueron asesinados entre julio de 2016 y diciembre de 2018, en ocasiones siendo objetivos directos de las redadas y en otras por simplemente hallarse en el lugar equivocado en el momento err¨®neo. HRW asegura que los medios filipinos han denunciado m¨¢s muertes de menores en los pasados dos a?os, como la de Ronjhay. Las autoridades filipinas las llaman ¡°da?os colaterales¡±.
¡°Los ni?os filipinos han sufrido horriblemente la decisi¨®n del presidente Duterte de desplegar a la Polic¨ªa y a sus matones contra sospechosos de consumir droga¡±, asegura Carlos Conde, de HRW en Filipinas. ¡°La guerra contra las drogas va a dejar a una generaci¨®n de filipinos herida, probablemente para siempre. No puedo ni imaginar c¨®mo esta locura va a impactar en la vida de los menores en cinco o 10 a?os¡±, adelant¨® Conde en una rueda de prensa en Manila para presentar el informe. La organizaci¨®n entrevist¨® entre febrero de 2018 y marzo de este a?o a 49 personas de seis ciudades filipinas, entre ellas Manila, para realizarlo: 10 menores, 23 progenitores, parientes o guardianes; y 16 funcionarios del Gobierno y representantes de ONG locales.
Seg¨²n sus averiguaciones, muchos ni?os sufren estr¨¦s y todos los entrevistados se enfrentan a peores circunstancias econ¨®micas a ra¨ªz de la muerte del que normalmente era el cabeza de familia. El aumento de la pobreza y el trauma ha llevado a muchos ni?os a abandonar el colegio, mientras otros son v¨ªctimas de abuso escolar por el estigma de que un familiar tuviera supuestamente v¨ªnculo con las drogas.
Es el caso de la menor identificada como Jennifer M., de la ciudad de Quezon (al sur de la isla de Luz¨®n), quien con 12 a?os vio c¨®mo polic¨ªas mataban a su padre, Benigno M., en el sof¨¢ de su vivienda en diciembre de 2016. La Polic¨ªa asegur¨® que el hombre era un traficante y que hab¨ªa presentado oposici¨®n a ser detenido. Pero Jennifer, quien cont¨® a HRW sufrir abusos en la escuela desde entonces, tiene otra versi¨®n. ¡°Estaba confundida, ?por qu¨¦ mi pap¨¢? Aunque ¨¦l ped¨ªa clemencia, los polic¨ªas no le escucharon¡±, recuerda la joven.
Human Rights Watch denuncia que la ¡°inmensa mayor¨ªa¡± de los asesinatos de menores no se ha investigado. Hasta la fecha, el caso de Kian de los Santos, asesinado a los 17 a?os por tres polic¨ªas en 2017, ha sido el ¨²nico que ha derivado en un juicio y condena de c¨¢rcel para los culpables porque lo ocurrido fue capturado por c¨¢maras de vigilancia. La organizaci¨®n pide al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que impulse una investigaci¨®n internacional independiente sobre la ¡°guerra contra las drogas¡± en Filipinas, incluidas las violaciones contra los menores. ¡°Si no actuamos ahora, toda una generaci¨®n de ni?os filipinos ser¨¢ v¨ªctima de la violencia de la campa?a antidrogas de Duterte¡±, exhorta Conde.
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