Brasil moviliza al Ej¨¦rcito para intentar contener la deforestaci¨®n en la Amazonia
El pa¨ªs gastar¨¢ en un mes m¨¢s que el presupuesto anual asignado al organismo de inspecci¨®n ambiental
Tras debilitar los organismos de inspecci¨®n ambiental con recortes presupuestarios en los ¨²ltimos a?os, el Gobierno brasile?o invierte ahora en la militarizaci¨®n como pol¨ªtica de protecci¨®n ambiental. Ante el crecimiento del 63,7% de las alertas de incendios y deforestaci¨®n en la Amazonia Legal en el mes de abril, la respuesta de emergencia del presidente Jair Bolsonaro ha sido editar un decreto de Garant¨ªa de la Ley y el Orden que prev¨¦ utilizar las Fuerzas Armadas para proteger la selva durante un mes. Bautizada como Operaci¨®n Verde Brasil 2, la iniciativa se extender¨¢ del 11 de mayo al 10 de junio y cuenta con 3.815 militares, 110 veh¨ªculos terrestres, 20 buques y 12 aviones. Todo esto a un coste de 60 millones de reales (11,25 millones de d¨®lares), que se destinar¨¢ principalmente a la log¨ªstica y al movimiento de tropas en ¨¢reas aisladas y bases avanzadas. Esta cifra es pr¨¢cticamente la misma que el presupuesto anual del Instituto Brasile?o del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) para acciones de control e inspecci¨®n ambiental en todo el territorio brasile?o, que es de 76 millones de reales (14,25 millones de d¨®lares), un 25% menos que en 2019.
El Gobierno de Bolsonaro se ha caracterizado por desmantelar los organismos de inspecci¨®n, como el Ibama y el Instituto Chico Mendes para la Conservaci¨®n de la Biodiversidad (ICMBio) y por ejecutar pol¨ªticas ambientales contrarias a la preservaci¨®n. El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, afirm¨® en una reuni¨®n ministerial celebrada el 22 de abril que la pandemia de coronavirus era una ¡°oportunidad¡± para relajar la legislaci¨®n y ¡°hacer pasar todo el ganado¡± (en el sentido de derribar el m¨¢ximo de leyes medioambientales posibles de una vez), adem¨¢s de criticar al Poder Judicial por bloquear algunas de sus iniciativas. Ahora, la Operaci¨®n Verde Brasil 2 arrincona todav¨ªa m¨¢s al Ibama. Al contrario de lo que sucedi¨® en la Verde Brasil 1, que se activ¨® a finales del a?o pasado en un momento en que la situaci¨®n de la selva hab¨ªa alcanzado un punto cr¨ªtico, con el humo de las llamas oscureciendo el cielo de S?o Paulo y quemando la imagen del pa¨ªs internacionalmente, en esta ocasi¨®n los organismos de inspecci¨®n quedan sometidos jer¨¢rquicamente a los militares.
Aunque se invierta un gran volumen de recursos en un corto per¨ªodo de tiempo, dejar la coordinaci¨®n de las operaciones para reprimir los incendios y la deforestaci¨®n en manos de las Fuerzas Armadas en lugar de los organismos de inspecci¨®n especializados trae complicaciones y puede comprometer su eficacia. Un ejemplo es la primera acci¨®n de la Operaci¨®n Verde Brasil 2 en la Amazonia. Seg¨²n un informe obtenido por el peri¨®dico Folha de S?o Paulo, m¨¢s de 90 agentes en dos helic¨®pteros y varios veh¨ªculos realizaron una operaci¨®n en el Estado de Mato Grosso contra madereros y aserraderos que termin¨®, seg¨²n el peri¨®dico, sin multas, arrestos ni incautaciones. El Ibama hab¨ªa sugerido otro objetivo en la regi¨®n y, seg¨²n los inspectores, ten¨ªan pruebas s¨®lidas de que se hab¨ªan cometido ilegalidades. Los militares lo ignoraron.
Sin embargo, seg¨²n el Gobierno, la iniciativa est¨¢ teniendo ¨¦xito. En un comunicado de prensa divulgado el pasado lunes, el vicepresidente Hamilton Mour?o, responsable de coordinar la operaci¨®n, hizo un balance de la Verde Brasil 2: ¡°Hasta el 21 de mayo, la Operaci¨®n (...) se hab¨ªa incautado de casi 4.000 metros c¨²bicos de madera e iniciado la investigaci¨®n de otros 3.000 metros c¨²bicos, se hab¨ªan incautado tambi¨¦n de 17 motosierras, 16 embarcaciones, 32 camiones y cuatro tractores¡±. A?adi¨® que 26 personas fueron arrestadas por delitos ambientales y otros cr¨ªmenes durante las acciones del Ej¨¦rcito, y que se impusieron multas por valor de 8,7 millones de reales (1,63 millones de d¨®lares).
Que se destinen recursos a las tropas en lugar del Ibama es motivo de cr¨ªticas por parte de la agencia medioambiental. ¡°Si comparamos la efectividad y el coste de nuestras acciones con la efectividad y el coste de las acciones del Ej¨¦rcito, observamos una gran diferencia¡±, afirma un inspector del Ibama, que pidi¨® que no se le identificara por temor a represalias. Tiene m¨¢s de una d¨¦cada de experiencia en la lucha contra la deforestaci¨®n y cita como ejemplo del ¨¦xito del Ibama una megaoperaci¨®n en tierras ind¨ªgenas en el sur del Estado de Par¨¢, realizada a principios de abril. ¡°Aquella acci¨®n acab¨® con la deforestaci¨®n en esas tierras ind¨ªgenas. Era el principal foco de deforestaci¨®n en la Amazonia Legal en ese momento, y fue una acci¨®n del Ibama en conjunto con la Fuerza Nacional¡±, explica. El coste, seg¨²n ¨¦l, tambi¨¦n fue significativamente menor. ¡°No hab¨ªa m¨¢s de 50 agentes en los tres frentes de la operaci¨®n, y fue superefectivo. Nos llev¨® un mes y cost¨® un m¨¢ximo de 2 millones de reales (375.000 d¨®lares), teniendo en cuenta que utilizamos un avi¨®n, que encarece el precio final. Mucho menos que los 60 millones de la Operaci¨®n Verde Brasil 2¡±.
Sin embargo, las cr¨ªticas no est¨¢n dirigidas contra de la participaci¨®n de las Fuerzas Armadas en la protecci¨®n del medio ambiente, sino m¨¢s bien contra el modelo de gesti¨®n adoptado, que ¡°arrincona al Ibama y al ICMBio¡±. ¡°Como inspector del Ibama, digo que queremos y necesitamos trabajar con otras fuerzas. Pero cada uno tiene que entrar con su especializaci¨®n. La especializaci¨®n del Ej¨¦rcito es la log¨ªstica, el riesgo operacional. Son buenos en eso, mientras que nosotros tenemos pr¨¢ctica en montar operaciones y acciones contra delincuentes medioambientales. Esta es nuestra especialidad¡±, afirma.
Los ambientalistas destacan un punto positivo con relaci¨®n a la Operaci¨®n Verde Brasil 2: el momento en que se est¨¢ llevando a cabo, ya que los meses de junio, julio y agosto son los m¨¢s cr¨ªticos con respecto a las quemas y la deforestaci¨®n. Pero los expertos critican este modelo de protecci¨®n forestal adoptado por el presidente Jair Bolsonaro. ¡°El Gobierno se pasa el a?o entero alentando la deforestaci¨®n, desmantelando el Ibama y el ICMBio con recortes presupuestarios y despidos, y luego pone al Ej¨¦rcito en su lugar¡±, dice M¨¢rcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, una red de entidades de la sociedad civil creada para discutir el cambio clim¨¢tico en el pa¨ªs. Para ilustrar el escenario de desmantelamiento de los organismos de control, la situaci¨®n del Ibama es emblem¨¢tica: entre 2019 y 2020 ha perdido un 25% de sus recursos, seg¨²n datos del portal de transparencia del Gobierno.
La falta de compromiso del Ejecutivo con la preservaci¨®n forestal tambi¨¦n incluye eliminar profesionales. Astrini cita el caso reciente del despido de los funcionarios de carrera del Ibama Ren¨º Luiz de Oliveira y Hugo Ferreira Netto Loss. Fue una represalia del Ministerio del Medio Ambiente despu¨¦s de que ambos aparecieran en un reportaje de la televisi¨®n Globo que mostraba la lucha contra los garimpeiros (buscadores de oro y diamantes), incluida la destrucci¨®n de sus equipos, prevista en las leyes medioambientales, aunque criticada por Bolsonaro. Finalmente, la ONG Human Rights Watch public¨® el d¨ªa 20 de mayo un informe en el que afirma que el cobro de multas por delitos contra el medio ambiente se ha paralizado desde octubre de 2019 debido a los cambios que ha realizado Bolsonaro, quien ya se ha referido m¨¢s de una vez a ¡°la industria de multas¡± ambiental. El Gobierno niega que se hayan suspendido las multas. El propio presidente fue multado por pesca ilegal en 2012, aunque el inspector responsable fue despedido tan pronto como el mandatario asumi¨® el cargo, en 2019.
El propio Gobierno reconoce que los ¨®rganos de control est¨¢n debilitados. El vicepresidente Mour?o, por ejemplo, declar¨® que este tipo de operaci¨®n es una alternativa al ¡°poco personal¡± que tienen el Ibama y el ICMBio. ¡°No podemos seguir empleando a las Fuerzas Armadas indefinidamente en este tipo de actividad, tenemos que reconstruir la capacidad del Estado brasile?o de tener elementos de inspecci¨®n y protecci¨®n. ?Y cu¨¢les son? El Ibama y el ICMBio, obviamente, que tienen poco personal. Tenemos que poder aumentar esas plantillas¡±, afirm¨® el 11 de mayo, durante una entrevista concedida durante el lanzamiento de la Operaci¨®n Verde Brasil 2.
Las divergencias entre el Gobierno y los organismos de control medioambiental van m¨¢s all¨¢ de la Operaci¨®n Verde Brasil. El recientemente creado Consejo Nacional del Amazonas, comandado por Mour?o, tiene 19 miembros: todos son militares. No hay ning¨²n representante del Ibama ni del ICMBio en el Consejo, responsable de coordinar las pol¨ªticas p¨²blicas en la Amazonia Legal y las acciones de prevenci¨®n, inspecci¨®n y represi¨®n de actos il¨ªcitos. Una atribuci¨®n que, al menos seg¨²n la ley, pertenec¨ªa al Ibama.
Para hacer este reportaje, EL PA?S ha entrado en contacto con el Ibama, el Ministerio de Defensa, el Ej¨¦rcito y la Vicepresidencia de la Rep¨²blica. El Ibama se ha negado a comentar sobre los recortes presupuestarios en la instituci¨®n, la destituci¨®n de empleados o la reducci¨®n de su papel en las operaciones para combatir la deforestaci¨®n en la Verde Brasil 2. El Ej¨¦rcito y el Ministerio de Defensa no han respondido.
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