Derek Chauvin, el polic¨ªa responsable de los ocho minutos y 46 segundos que han incendiado EE UU

En menos de 24 horas, Derek Chauvin estuvo ingresado en tres prisiones diferentes del Estado de Minnesota hasta que las autoridades encontraron una en la que parece que se puede garantizar su seguridad. Ahora, el agente responsable de los ocho minutos y 46 segundos de brutalidad policial que causaron la muerte a George Floyd y han levantado en Estados Unidos la mayor ola de protestas raciales desde el asesinato de Martin Luther King se encuentra en el correccional de m¨¢xima seguridad de Oak Park Heights, a 35 minutos en coche al este de Minneapolis.

Chauvin, de 44 a?os, est¨¢ acusado de asesinato y homicidio en segundo grado por la muerte de George Floyd y el juez le ha impuesto una fianza de medio mill¨®n de d¨®lares (446.000 euros), que, de momento, nadie ha pagado. En cualquier caso, no ser¨¢ su esposa quien re¨²na el dinero y lo abone al juez, ya que la mujer, tras conocer la detenci¨®n y el procesamiento del agente, anunci¨® su divorcio.

El historial de Chauvin a lo largo de casi dos d¨¦cadas en el Departamento de Polic¨ªa de Minneapolis est¨¢ plagado de incidentes y deja en evidencia al departamento de polic¨ªa, que ha hecho poco o nada para tener en cuenta todas las alarmas que saltaron sobre este agente y su forma de trabajar.

Un dato puede ayudar a entender una cultura casi de impunidad en el departamento: el responsable del sindicato de polic¨ªa de Minneapolis, Bob Kroll, acumula 29 quejas. Tres han acabado en acciones disciplinarias. Pero las acusaciones de uso excesivo de la fuerza e insultos raciales, en una ocasi¨®n junto a otros agentes (uno de los cuales es hoy el jefe de la polic¨ªa), no han quitado brillo a su cargo y rango. Al menos hasta ahora.

Chauvin ha estado involucrado en varios tiroteos. En 2006, dispar¨® y mat¨® a un hombre que supuestamente ten¨ªa un arma. En 2008, hizo lo mismo contra un sospechoso de violencia machista. Y en 2011, abri¨® fuego contra un hombre que hu¨ªa de un tiroteo. Con ese historial, a veces oscuro y violento, Chauvin ha sido elogiado y alabado por sus superiores durante casi 20 a?os.

Seg¨²n ha informado el responsable de los centros penitenciarios de Minnesota, Paul Schnell, el agente Chauvin est¨¢ sujeto a la figura legal conocida como ¡°segregaci¨®n administrativa¡±. Es decir que, como explica Schell, est¨¢ sometido a un procedimiento rutinario de protecci¨®n que se aplica a todos los presos que forman parte de las fuerzas del orden o tienen un perfil criminal muy alto, lo que les convierte en objetivo del resto de los reos que buscan aplicar la justicia con sus propias manos.

Su hasta ahora esposa, Kellie Chauvin, de 45 a?os, divulg¨® a trav¨¦s de un comunicado que se encontraba ¡°devastada¡± por los acontecimientos y la actuaci¨®n del agente. Nacida en Laos en 1974, es una antigua reina de belleza de Minnesota que vivi¨® en un campo de refugiados en Tailandia huyendo de la guerra de su pa¨ªs hasta que lleg¨® con su familia a Estados Unidos.

Forzada por las reglas de la etnia Hmong a la que pertenece, la mujer fue obligada a casarse a los 18 a?os. Vivi¨® un matrimonio abusivo, que se atrevi¨® a abandonar para instalarse en Minnesota con sus dos hijos. Cuando trabajaba en el servicio de radiolog¨ªa de Urgencias del centro m¨¦dico de Minneapolis, conoci¨® a su siguiente esposo, el polic¨ªa Chauvin, que llevaba a un preso para un chequeo m¨¦dico antes de proceder a su detenci¨®n.

Demanda de derechos civiles contra la polic¨ªa de Minneapolis

La polic¨ªa de Minneapolis usa la fuerza contra los ciudadanos negros hasta casi siete veces m¨¢s que contra los blancos. De un total de poblaci¨®n de 430.000 personas, solo el 20% es de raza negra. Con semejantes cifras, aportadas por la propia ciudad, el Estado de Minnesota ha iniciado una demanda de derechos civiles contra el Departamento de Polic¨ªa de Minneapolis por la actuaci¨®n de cuatro de sus agentes durante la detenci¨®n que supuso la muerte de George Floyd.

¡°El silencio es complicidad. Los habitantes de Minnesota pueden contar con que nuestra Administraci¨®n utilizar¨¢ todas las herramientas a nuestra disposici¨®n para erradicar generaciones de racismo sist¨¦mico en nuestro Estado¡±, declar¨® el pasado martes el gobernador Minnesota, Tim Walz.