Dimite el jefe de Opini¨®n de ¡®The New York Times¡¯ tras publicar un texto que ped¨ªa mano dura en las protestas

Como el Senado de Estados Unidos, The New York Times es una instituci¨®n en la que nunca faltan miembros con la vista puesta en m¨¢s altos vuelos. Y aunque Dean Baquet, de 63 a?os y uno de los directores m¨¢s exitosos de la historia moderna del peri¨®dico, no est¨¢ oficialmente de retirada, existe una terna de candidatos oficiosos a sucederlo y en ella estaba James Bennet. Hasta que ¡°dimiti¨®¡± este fin de semana como director de Opini¨®n tras la pol¨¦mica generada por una tribuna del senador republicano Tom Cotton, publicada el pasado mi¨¦rcoles y titulada Enviad las tropas. El texto ped¨ªa una respuesta militar a las protestas por la muerte a manos de la polic¨ªa de Minneapolis del afroamericano George Floyd, que recorren desde hace d¨ªas el pa¨ªs.

¡°La semana pasada vimos una aver¨ªa significativa en nuestro proceso de edici¨®n, que no es el primero que hemos experimentado en los ¨²ltimos a?os¡±, explic¨® el domingo, en una nota a la plantilla, el editor del diario A. G. Sulzberger.

Sulzberger fue precisamente el gran valedor en el medio de Bennet, de 54 a?os, a quien repesc¨® de The Atlantic para volver al peri¨®dico en el que ya hab¨ªa trabajado entre 1991 y 2006. Bajo la protecci¨®n del editor, Bennet ampli¨® el alcance de la secci¨®n de Opini¨®n, una aut¨¦ntica redacci¨®n dentro de la redacci¨®n, tanto en variedad de temas, formatos y g¨¦neros como en el espectro de voces, que abri¨® a la izquierda y a la derecha de la l¨ªnea tradicional del diario.

¡°James es un periodista de enorme talento e integridad que cree profundamente en la misi¨®n del Times¡±, escribi¨® Sulzberger en un comunicado. ¡°Supervis¨® una transformaci¨®n significativa del departamento de Opini¨®n, que ampli¨® el rango de las voces que publicamos y nos introdujo en nuevos formatos como el v¨ªdeo, la infograf¨ªa y el audio. Estoy agradecido por sus muchas contribuciones¡±.

Con fichajes como el del columnista Bret Stephens, autor de otra extremadamente controvertida columna que se adentraba en el negacionismo clim¨¢tico y que hubo de corregirse por errores, Bennet demostr¨® un escaso temor a la controversia. Sus p¨¢ginas de Opini¨®n han ganado premios Pulitzer (la serie de columnas sobre racismo de Brent Staples), han marcado la agenda (el art¨ªculo an¨®nimo de un cargo de la Administraci¨®n de Donald Trump en el que denunciaba una ¡°resistencia silenciosa¡± en su seno), pero tambi¨¦n han generado pol¨¦micas y requerido sonadas rectificaciones, como reconoc¨ªa el propio Sulzberger. Pero la gota que colm¨® el vaso fue el art¨ªculo de Cotton.

A las pocas horas de publicarse, el malestar en la redacci¨®n era evidente. El propio Bennet defendi¨® el mi¨¦rcoles en Twitter la publicaci¨®n de la columna: ¡°La secci¨®n de Opini¨®n se lo debe a sus lectores, debe mostrarles los contraargumentos, particularmente aquellos realizados por personas en posici¨®n de establecer pol¨ªticas¡±. El viernes, en la redacci¨®n, Bennet acab¨® pidiendo disculpas por el art¨ªculo. Admiti¨® que no deb¨ªa haber sido publicado y que no hab¨ªa sido editado con el necesario rigor. ¡°El ensayo no cumpl¨ªa nuestros est¨¢ndares y no debi¨® haberse publicado¡±, dijo en una nota. Reconoci¨®, tambi¨¦n, que no hab¨ªa le¨ªdo la tribuna antes de su publicaci¨®n.

Katie Kingsbury, de 41 a?os, hasta ahora directora adjunta de editoriales, ser¨¢ la sustituta de Bennet hasta despu¨¦s de las elecciones de noviembre. Ella ser¨¢ la encargada de seguir definiendo el papel de una secci¨®n de Opini¨®n en un pa¨ªs pol¨ªticamente polarizado, en un diario con un modelo de suscripci¨®n de ¨¦xito y una l¨ªnea editorial hist¨®rica, y en un contexto de reivindicaci¨®n de diversidad en los contenidos y en las firmas. Ni Bennet ni Kingsbury respondieron a la petici¨®n de comentario por parte de este diario.