La UE se?ala a Rusia y China como instigadoras de campa?as de desinformaci¨®n en plena pandemia

Mientras busca recuperar el pulso tras dejar atr¨¢s lo peor de la pandemia, la Uni¨®n Europea libra una guerra subterr¨¢nea con Rusia y China por los mensajes que se difunden en Internet. La emergencia sanitaria, con sus toneladas de informaci¨®n fluyendo hacia una poblaci¨®n que ha estado encerrada en casa durante semanas, hiperconectada y ansiosa por saber m¨¢s, se ha convertido en un ecosistema ideal para agudizar las hostilidades. ¡°Rusia y China se han involucrado en campa?as de influencia y desinformaci¨®n buscando socavar el debate democr¨¢tico, exacerbar la divisi¨®n y mejorar su propia imagen en el contexto de la covid-19¡å, concluye la comunicaci¨®n presentada por Bruselas este mi¨¦rcoles.

La larga mano de Pek¨ªn, y sobre todo la de Mosc¨², se percibe detr¨¢s de muchos de los bulos y medias verdades que luego acaban siendo consumidos por los internautas de los Veintisiete. East StratCom, el servicio de la Comisi¨®n Europea encargado de vigilar las campa?as de intoxicaci¨®n impulsadas por medios cercanos al Gobierno de Vlad¨ªmir Putin, ha detectado 550 bulos procedentes de fuentes cercanas al Kremlin.

Las gestiones con China y Rusia se han demostrado in¨²tiles. Como explic¨® el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, sus autoridades se desentienden de la actividad de esos centros de desinformaci¨®n y argumentan que Russia Today, Sputnik y otros medios vinculados al Kremlin son empresas privadas. ¡°Es dif¨ªcil pensar que tenemos la capacidad de prohibir lo que hacen, solo podemos luchar contra las informaciones que diseminan ofreciendo a los ciudadanos una alternativa¡±, lament¨® el alto representante europeo para la Pol¨ªtica Exterior.

Las referencias a China, competidor feroz pero tambi¨¦n importante socio comercial, han sido mucho menos tajantes. ¡°Europa no se va a lanzar a ning¨²n tipo de Guerra Fr¨ªa contra China¡±, asegur¨® Borrell rebajando la magnitud de las acusaciones.

Cerrada la v¨ªa diplom¨¢tica, la UE se ha resignado a embarcarse en una eterna persecuci¨®n de los bulos en la que no siempre lleva las de ganar. Las plataformas siguen aumentando el n¨²mero de publicaciones que eliminan, pero la facilidad con que vuelven a nacer y a reproducirse por la red convierte la tarea en tit¨¢nica. Ante la escasa inversi¨®n que por ahora dedica al asunto, Bruselas se ve obligada a insistir a las plataformas digitales para que redoblen sus esfuerzos. TikTok, el rey chino de los v¨ªdeos, ha sido el ¨²ltimo en sumarse al c¨®digo de conducta de la Comisi¨®n, del que tambi¨¦n forman parte Facebook, Google, Twitter o YouTube, y siguen las conversaciones para que se una WhatsApp.

Para las autoridades comunitarias, los pa¨ªses m¨¢s azotados por la pandemia, como Italia, son m¨¢s vulnerables a los cantos de sirena. En el recuerdo est¨¢n marcados a fuego los golpes de efecto de Pek¨ªn y Mosc¨² en los primeros compases de la crisis sanitaria, m¨¢s propagand¨ªsticos que pr¨¢cticos. Las tropas rusas llevaron material m¨¦dico al norte de Italia y especialistas chinos aterrizaron para colaborar en el pa¨ªs transalpino mientras se extend¨ªa la idea de que la UE no estaba haciendo nada por sus miembros.

La Comisi¨®n estima que los desmentidos inmediatos, el cierre de cuentas en redes sociales y el trabajo de verificadores y medios de comunicaci¨®n son clave para romper la cadena de transmisi¨®n de las informaciones enga?osas. Entre los ejemplos que han aflorado durante la pandemia cita mensajes que, pese a su apariencia inveros¨ªmil, han calado en ciertos segmentos de la poblaci¨®n, como que lavarse las manos no es ¨²til para limitar la expansi¨®n del virus o los supuestos beneficios de beber lej¨ªa ¡ªB¨¦lgica ha registrado un aumento del 15% de los incidentes relacionados con su ingesti¨®n¡ª.

Su alcance va m¨¢s all¨¢. La venta de productos milagro sin aval de las autoridades m¨¦dicas est¨¢ a un clic de distancia de cualquiera. Y los hackers han aprovechado el inter¨¦s por consumir informaci¨®n durante el confinamiento enmascarando virus inform¨¢ticos en enlaces con supuestos contenidos sobre la pandemia. Bruselas quiere combatir tambi¨¦n las teor¨ªas de la conspiraci¨®n que apuntan a la transmisi¨®n del coronavirus por medio de la tecnolog¨ªa 5G que han culminado con la quema de torres de telefon¨ªa en Birmingham y Merseyside (Reino Unido); las que acusan a las ¨¦lites globales de idear una estrategia para reducir la poblaci¨®n; los mensajes racistas que culpan a chinos o jud¨ªos de estar detr¨¢s de la ola de contagios, o la creciente desconfianza hacia la futura vacuna: un heterog¨¦neo grupo de complotistas, antivacunas y desempleados est¨¢n en el origen de los llamados chalecos naranjas italianos.

Bruselas apoya a Twitter

El problema se torna m¨¢s dif¨ªcil de resolver cuando algunos de los datos falsos que se filtran a la ciudadan¨ªa provienen de l¨ªderes de grandes pa¨ªses como el presidente brasile?o, Jair Bolsonaro, o su hom¨®logo estadounidense Donald Trump. Este ¨²ltimo habl¨® con insistencia de ¡°virus chino¡± para referirse al coronavirus, y sugiri¨® como tratamientos ¡°una inyecci¨®n de desinfectante¡± o la ¡°luz solar¡±.

A riesgo de despertar las iras de Washington, la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea, Vera Jourov¨¢, aplaudi¨® la actuaci¨®n de Twitter al advertir sobre el contenido de mensajes del presidente estadounidense. ¡°El caso de Twitter es un muy buen ejemplo de lo que apoyamos. Twitter no quit¨® ninguna informaci¨®n de Trump, sino que a?adi¨® los hechos, y eso es lo que yo llamo pluralidad¡±. Para Borrell, el peligro de las opiniones vertidas en la red sin respaldo cient¨ªfico es real. ¡°Yo puedo opinar que la ley de la gravedad no existe y decirlo de buena fe, pero si alguien me cree y se tira por la ventana se va a matar¡±.

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