Un ataque terrorista causa una decena de muertos en el norte de Costa de Marfil
Los fallecidos son soldados y gendarmes del puesto militar de Kafolo, cerca de la frontera con Burkina Faso
Al menos una decena de soldados marfile?os falleci¨® en la madrugada de este jueves tras un ataque yihadista en el norte del pa¨ªs, seg¨²n confirmaron fuentes militares. Se trata del segundo atentado que sufre Costa de Marfil tras el que tuvo lugar en Grand Bassam en marzo de 2016, pero es el primero en la zona de influencia de los grupos terroristas que desangran al Sahel desde hace nueve a?os, lo que certifica la extensi¨®n hacia el sur de la actividad de los yihadistas en los ¨²ltimos meses.
El ataque tuvo lugar sobre las tres de la ma?ana en el puesto mixto de militares y gendarmes de Kafolo, cerca de la frontera con Burkina Faso. Las fuentes coinciden en se?alar al menos diez fallecidos. Se trata de la misma zona donde los ej¨¦rcitos de ambos pa¨ªses llevaron a cabo una operaci¨®n militar de envergadura contra la presencia de c¨¦lulas yihadistas el pasado mes de mayo y que llev¨® a la muerte de ocho supuestos terroristas, la detenci¨®n de 38, la destrucci¨®n de una de sus bases y la recuperaci¨®n de armamento diverso.
La operaci¨®n militar Como¨¦, bautizada con el nombre del r¨ªo que atraviesa la zona, se hab¨ªa fijado como objetivo la neutralizaci¨®n de una c¨¦lula yihadista ligada a la katiba (brigada) Macina, el grupo terrorista que lidera el predicador Amad¨² Koufa y cuya principal base de operaciones es el centro de Mal¨ª. En los ¨²ltimos cinco a?os este grupo ha ido aumentando su influencia en Burkina Faso, donde mantiene buenas relaciones con Ansarul Islam, y progresivamente se ha extendido hacia el sur, llegando al norte de los pa¨ªses del Golfo de Guinea como Ghana, Ben¨ªn, Togo y la propia Costa de Marfil.
El Frente de Liberaci¨®n de Macina de Koufa no es el ¨²nico grupo que opera en la zona. Las autoridades tambi¨¦n han detectado un incremento de la presencia de milicianos del Estado Isl¨¢mico del Gran Sahara (EIGS) que lidera Al Saharaui, sobre todo en el este de Burkina Faso y en las regiones norte?as de Ben¨ªn y Togo. Un reciente informe del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS) destacaba que estos pa¨ªses ya se hab¨ªan convertido en zonas de tr¨¢nsito, financiaci¨®n y aprovisionamiento para los grupos armados que operan en el Sahel.
La operaci¨®n Como¨¦ fue la primera ocasi¨®n en que los ej¨¦rcitos de ambos pa¨ªses cooperaban de manera tan directa para combatir la extensi¨®n del yihadismo. ¡°Las dos fuerzas armadas han trabajado juntas, nadie puedo escapar¡±, dijo a los medios el general Mo?se Miningou, jefe de los ej¨¦rcitos burkineses, hace dos semanas, ¡°esto nos ha permitido obtener resultados tangibles. No vamos a detenernos aqu¨ª. Ha sido la primera vez pero no ser¨¢ la ¨²ltima¡±. Su hom¨®logo marfile?o, el general Lassina Doumbia, destac¨® tambi¨¦n la importancia de la unidad frente a esta amenaza.
Sin embargo, el ataque de este mi¨¦rcoles muestra la capacidad de reacci¨®n de grupos terroristas con una incre¨ªble capacidad de camuflar a sus miembros entre la poblaci¨®n civil, aprovechar las complicidades locales y explotar al m¨¢ximo la porosidad de las fronteras. La presi¨®n que ejercen la operaci¨®n francesa Barkhane y los ej¨¦rcitos del G5 del Sahel, sobre todo de Mal¨ª, Burkina Faso y N¨ªger, en la zona llamada de las tres fronteras del Liptako-Gourma ha forzado a los grupos terroristas a buscar nuevas ¨¢reas de actuaci¨®n y reclutamiento en los ¨²ltimos dos a?os, encontrando en el este de Burkina y en las frondosas regiones norte?as de los pa¨ªses del Golfo de Guinea nuevos santuarios y v¨ªas de aprovisionamiento.
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