La pandemia y la precariedad del sistema sanitario dividen a Bolivia sobre la fecha de las elecciones
La muerte de 10 personas en la calle conmociona al pa¨ªs mientras el Gobierno interino trata de aplazar los comicios
Bolivia cumple el pron¨®stico que se?alaba al pa¨ªs como uno de los m¨¢s vulnerables frente a la pandemia. Pese a la cuarentena de tres meses, el momento m¨¢s temido, el del desborde del sistema sanitario, ha llegado. 10 personas murieron en la calle en cuatro ciudades bolivianas, seg¨²n ha reportado la prensa nacional. En todos los casos, estas personas fallecieron luego de peregrinar por varios hospitales que no quisieron o no pudieron acogerlos. El Gobierno interino de Jeanine ??ez responsabiliza de la situaci¨®n del sistema de salud al exmandatario Evo Morales, que, seg¨²n el oficialismo, gast¨® m¨¢s en canchas de f¨²tbol que en hospitales durante sus 14 a?os de mandato. No est¨¢ claro en qu¨¦ medida la presidenta transitoria ha mejorado las condiciones que hered¨®, pero en medio de estas circunstancias busca aplazar la fecha de las elecciones, fijadas para el 6 de septiembre.
El embate de la enfermedad es, a primera vista, m¨¢s leve que en otros pa¨ªses con el mismo n¨²mero de habitantes. En Bolivia viven alrededor de 11 millones de personas, entre los cuales se han detectado algo m¨¢s de 19.000 contagios de la covid-19 y 679 personas fallecidas. El problema reside en la precariedad del sistema de salud. Antes de la pandemia, Bolivia contaba con apenas 430 camas de terapia intensiva y 190 intensivistas, un 35% de lo que deb¨ªa tener para el tama?o de la poblaci¨®n. El 60% de estas camas estaba en el sector privado, el cual hasta ahora solo se ha sumado parcialmente a la lucha contra el nuevo coronavirus. Los centros m¨¦dicos designados para tratar la covid-19 est¨¢n completamente ocupados, en particular las unidades de terapia intensiva. En Santa Cruz, las cl¨ªnicas privadas tambi¨¦n han sido sobrepasadas. Otros hospitales, reservados para la atenci¨®n de patolog¨ªas diferentes, solo funcionan parcialmente por los contagios de su personal.
El desborde tambi¨¦n se nota ¨Ccomo ocurri¨® en su momento en Guayaquil (Ecuador)¨C por el colapso del sistema funerario. En Trinidad, dos nuevos cementerios se llenaron de tumbas en una cantidad que duplica la cifra oficial de fallecidos por la pandemia. En Cochabamba, se reporta que el ¨²nico horno de cremaci¨®n de la ciudad se sobrecalent¨® y que se recurrir¨¢ a fosas comunes. No existen estad¨ªsticas exactas, pero varios sospechosos de estar contagiados han muerto en sus domicilios.
El Gobierno interino sopes¨® un ambicioso plan inicial de equipamiento de los servicios de salud que qued¨® en el aire por las consecuencias de un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que estall¨® a mediados de mayo, cuando se descubri¨® que el Ministerio de Salud hab¨ªa comprado 170 respiradores de poca utilidad con un sobreprecio millonario. Desde entonces, las compras masivas de material m¨¦dico han quedado suspendidas.
El Gobierno ha sido m¨¢s eficiente en sus esfuerzos por imponer un estricto confinamiento durante casi tres meses, pero la medida termin¨® volvi¨¦ndose insostenible para los trabajadores informales, que constituyen el 70% de la fuerza laboral del pa¨ªs. Desde el 1 de junio, trabajar est¨¢ permitido, as¨ª que las calles se llenan de transe¨²ntes durante la ma?ana y hasta el toque de queda de las cinco de la tarde. Esta flexibilizaci¨®n ha acelerado el ritmo de los contagios, aunque en menor medida en las ciudades de altura, como La Paz, Oruro y Potos¨ª, que en las que se ubican en sitios m¨¢s llanos, como Santa Cruz, Cochabamba y Trinidad. Este comportamiento repite el de otros pa¨ªses de topograf¨ªa monta?osa y est¨¢ siendo estudiado por los cient¨ªficos.
Desde el comienzo de la pandemia, ha habido conflictos con m¨¦dicos y sanitarios que se resist¨ªan a tratar a pacientes con la covid-19, argumentando la falta de equipos de bioseguridad. Estos equipos han ido llegando a los hospitales, pero a pesar de esto, en Santa Cruz, que es la regi¨®n m¨¢s golpeada por la pandemia, fallecieron 10 m¨¦dicos. All¨ª mismo, los m¨¦dicos del hospital San Juan de Dios se acaban de declarar en huelga de hambre para exigir una mayor atenci¨®n a sus requerimientos. Tambi¨¦n otros sindicatos de trabajadores del sector de la salud han anunciado que protestar¨¢n con las mismas demandas.
Las demandas de insumos e inversiones que se hacen a las Gobernaciones y gobiernos municipales son numerosas y cotidianas. A la vez, las administraciones locales piden al Gobierno nacional que les d¨¦ la ayuda prometida, que ha ido llegando ¡°por cuentagotas¡±. Por ejemplo, el Gobierno se tom¨® varias semanas en inaugurar un hospital construido durante el Gobierno de Morales en la ciudad oriental de Montero, particularmente afectada por la pandemia, por razones burocr¨¢ticas. Pese a todo, la inversi¨®n en Salud en los ¨²ltimos tres meses ha sido, seg¨²n el oficialismo, superior a la que se hac¨ªa durante un a?o completo antes de la pandemia.
La situaci¨®n sanitaria del pa¨ªs es invocada por los dos bandos en los que est¨¢ dividida Bolivia a causa de la fecha de realizaci¨®n de las elecciones presidenciales suspendidas. Los dos mayores partidos de oposici¨®n, el Movimiento al Socialismo de Morales y Comunidad Ciudadana, del expresidente Carlos Mesa, participaron de un acuerdo gestado por el Tribunal Supremo Electoral para convocar las elecciones el 6 de septiembre. Se supon¨ªa que esta fecha ser¨ªa aceptada por ??ez, pero, al final, no fue as¨ª. La presidenta interina decidi¨® no promulgar la ley de convocatoria aprobada por la Asamblea Legislativa y exigi¨® a la presidenta de este organismo parlamentario, Eva Copa, que presentara un informe epidemiol¨®gico para probar que la realizaci¨®n de las elecciones en septiembre ser¨ªa inocua para la poblaci¨®n. Copa ha respondido que si el Ejecutivo sigue resisti¨¦ndose a promulgar la ley, ella misma cumplir¨¢ el tr¨¢mite, lo que est¨¢ permitido en la legislaci¨®n boliviana. Si el oficialismo aduce que llamar a elecciones relativamente pronto complicar¨¢ la situaci¨®n de sanidad del pa¨ªs, la oposici¨®n cree que las elecciones permitir¨¢n dotarle a Bolivia de un liderazgo que cumpla mejor sus obligaciones para con la salud de sus pobladores.
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