Merkel pide solidaridad europea frente a la amenaza de fractura
La responsabilidad de Europa como actor global, el medio ambiente y la digitalizaci¨®n ser¨¢n los ejes de la presidencia de turno alemana
Una Europa fuerte y unida como ant¨ªdoto contra los estragos de la pandemia y el auge de las fuerzas antidemocr¨¢ticas. Ese ha sido el mensaje de la canciller alemana, Angela Merkel, en un discurso previo a un Consejo Europeo crucial y antes de que Alemania asuma la presidencia de la Uni¨®n, el 1 de julio. Una presidencia que tambi¨¦n busca abordar las pol¨ªticas clim¨¢ticas, la digitalizaci¨®n y la responsabilidad de Europa como actor global.
Cohesi¨®n europea, frente al riesgo de fractura pospand¨¦mica, defendi¨® Merkel con vistas a las negociaciones del llamado fondo europeo de recuperaci¨®n, que se perfilan complejas. En la pandemia, ¡°Europa ha demostrado su vulnerabilidad. Nunca antes la cohesi¨®n y la solidaridad en Europa han sido tan importantes¡±, ha estimado Merkel este jueves, en una intervenci¨®n que se ha tornado en una encendida y aplaudida defensa del proyecto europeo. Porque, seg¨²n la mandataria alemana, el virus que se cuela en los organismos y asola econom¨ªas es el reto m¨¢s grande de la historia de Europa al que ha de hacer frente la Uni¨®n, que en la fase de reconstrucci¨®n amenaza con alimentar a las fuerzas populistas que se nutren de la desolaci¨®n.
La canciller ha expresado su deseo de que las negociaciones en torno al fondo se cierren antes del receso veraniego, es decir, a finales de julio. Los socios comunitarios debatir¨¢n el dise?o del fondo de recuperaci¨®n con el que la UE aspira a mitigar la que se prev¨¦ sea la mayor recesi¨®n de su historia y a apoyar a los pa¨ªses como Espa?a, los m¨¢s afectado por la pandemia. En total son 750.000 millones de euros, de los que 500.000 son ayudas a fondo perdido y el resto, pr¨¦stamos.
Merkel defendi¨® la contribuci¨®n alemana al plan de recuperaci¨®n europeo como instrumento de cohesi¨®n en un momento especialmente dif¨ªcil. ¡°No podemos permitir que la pandemia distancie las perspectivas econ¨®micas en Europa. No debemos ser na¨ªf, las fuerzas antidemocr¨¢ticas, radicales y autoritarias est¨¢n esperando a una crisis econ¨®mica para explotarla pol¨ªticamente¡±, para ¡°agitar los miedos sociales y esparcir la incertidumbre¡±. Se dirig¨ªa sin nombrarles a los representantes de Alternativa para Alemania (AfD), el partido de ultraderecha que entr¨® por primera vez en 2017 en el Bundestag con el 12,6% de los votos y cr¨ªtico con la financiaci¨®n comunitaria de los estragos de la pandemia en otros pa¨ªses.
AfD no ha defraudado. Cuanto le ha tocado el turno de palabra a la col¨ªder parlamentaria, Alice Weidel, esta ha alegado que Alemania no es un pa¨ªs rico y que tiene demasiados problemas como para regalar millones a otros socios europeos. Su posici¨®n es sin embargo minoritaria en un hemiciclo en el que los socialdem¨®cratas ¡ªen Gobierno de coalici¨®n con el centroderecha de Merkel¡ª y los pujantes Verdes defienden una mayor implicaci¨®n europea de Berl¨ªn.
Voz fuerte global
Hablaba de las fuerzas populistas en Alemania, pero tambi¨¦n en el resto del planeta, donde las fuerzas antidemocr¨¢ticas aspiran, seg¨²n Merkel, a ¡°minar el Estado de derecho¡±, propagando falsas informaciones. Por eso, seg¨²n la canciller, la asunci¨®n de una mayor responsabilidad global de Europa resulta especialmente necesaria en el contexto actual. ¡°El mundo necesita en estos tiempos la voz fuerte de Europa para proteger la dignidad del hombre, la democracia y la libertad¡±, ha dicho la pol¨ªtica alemana.
Esa unidad, ha detallado, debe darse tambi¨¦n a la hora de negociar con la gran potencia, China. Est¨¢ previsto que las relaciones con el gigante asi¨¢tico ocupen un lugar destacado en el segundo semestre del a?o. La presidencia rotatoria de la Uni¨®n, que Alemania asume en julio, es considerada por numerosos analistas como un momento crucial para la canciller, que termina su cuarto y ¨²ltimo mandato el a?o que viene y con la que aspira a reforzar su legado europe¨ªsta.
Pero el riesgo, ha reconocido Merkel, no procede solo de los que aspiran a derribar los consensos democr¨¢ticos labrados con mimo durante d¨¦cadas. La pandemia activ¨® en un primer momento los resortes nacionalistas, tambi¨¦n en el coraz¨®n de Europa, donde se prohibi¨® por ejemplo la exportaci¨®n de material m¨¦dico a otros pa¨ªses y se desat¨® una guerra sin cuartel por la producci¨®n de dentro y fuera de la UE. ¡°La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de Europa. Los primeros reflejos fueron nacionales, no europeos¡±, ha admitido la canciller.
Merkel no se cansa de repetir que esta crisis no es como las dem¨¢s, que nos afecta a todos. Pero a la vez, es muy consciente de que no todos los pa¨ªses de la Uni¨®n parten de la misma fortaleza econ¨®mica y por lo tanto se ver¨¢n afectados de forma muy distinta. El riesgo de que esta crisis ahonde la brecha intraeuropea es precisamente lo que el desembolso multimillonario del fondo europeo trata de evitar. ¡°Las consecuencias m¨¦dicas y econ¨®micas de esta crisis est¨¢n profundizando los desequilibrios en Europa¡±, ha sostenido.
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