Jos¨¦ Gregorio, el m¨¦dico de los abandonados que pone de acuerdo a todos en Venezuela
La pr¨®xima beatificaci¨®n anunciada por el Vaticano genera una ins¨®lita unanimidad entre chavistas y opositores
El papa Francisco y el Colegio de Cardenales del Vaticano decretaron este viernes la beatificaci¨®n del m¨¦dico venezolano Jos¨¦ Gregorio Hern¨¢ndez (1864-1919), expresi¨®n del catolicismo en el pa¨ªs sudamericano, un s¨ªmbolo de la cultura popular y del servicio a los m¨¢s vulnerables. La decisi¨®n sobre Hern¨¢ndez (hasta el momento calificado como ¡°venerable y ¡°siervo de Dios¡±) concreta una larga reivindicaci¨®n de los fieles venezolanos y ha sido recibida con un j¨²bilo que alcanza una inusual unanimidad, de las pocas que logra sobrepasar las indisposiciones de la polarizaci¨®n pol¨ªtica entre chavistas y opositores. Cuando se celebre la ceremonia de beatificaci¨®n, Hern¨¢ndez estar¨¢ m¨¢s cerca de la santificaci¨®n.
Al dar a conocer formalmente el anuncio, Baltasar Porras, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, denunci¨® la crisis humanitaria que vive Venezuela -negada por el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro- y cuestion¨® el trato dado por las autoridades a los retornados que vuelven al pa¨ªs en plena pandemia, luego de haber emigrado masivamente hacia varias ciudades de Am¨¦rica Latina a causa de la quiebra del pa¨ªs. ¡°Qu¨¦ l¨¢stima que no encuentren los brazos abiertos para ser recibidos en su tierra, sino que los fusiles no les permitan atravesar la frontera¡±, declar¨® Porras al comentar el celo de las autoridades venezolanas para impedir el ingreso de personas infectadas con coronavirus. En un mensaje velado a Miraflores, Porras agreg¨®: ¡°Con Dios no se juega. Con los santos tampoco se juega. Con la fe de la gente no se juega¡±.
Nacido en Insot¨², Estado de Trujillo, en los Andes venezolanos, Hern¨¢ndez fue un m¨¦dico formado en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas. Doctorado en Par¨ªs, se especializ¨® en las ¨¢reas de microbiolog¨ªa, patolog¨ªa, bacteriolog¨ªa y fisiolog¨ªa experimental. Contribuy¨® decisivamente a crear c¨¢tedras universitarias especializadas y laboratorios de investigaci¨®n de vanguardia en varios centros de salud de Venezuela, as¨ª como el uso del microscopio. En 1904 ingres¨® a la Academia Venezolana de Medicina. Autor de numerosos trabajos cient¨ªficos, Hern¨¢ndez es considerado un s¨ªmbolo en la historia de la docencia m¨¦dica nacional.
Hern¨¢ndez se march¨® en 1909 a Italia para ingresar al monasterio de la orden de San Bruno de la Cartuja y profundizar sus estudios teol¨®gicos. Regres¨® m¨¢s tarde a ese pa¨ªs, en 1914. En Venezuela se enrol¨® tambi¨¦n en varias ¨®rdenes religiosas, como la Franciscana Seglar. Su vocaci¨®n de servicio, y su especial sensibilidad con los abandonados, enfermos y desafortunados le valieron un enorme cari?o popular. En Caracas fue muy recordada su labor noble y desinteresada con las personas necesitadas durante la pandemia de 1918.
Jos¨¦ Gregorio Hern¨¢ndez muri¨® en junio de 1919 en un accidente, al ser atropellado por uno de los pocos autos que circulaban en la Caracas de aquel entonces. Con los a?os, el culto a Jos¨¦ Gregorio se transform¨® en una fe nacional, particularmente entre los enfermos: los m¨¢s fervorosos le atribuyen incluso milagros, la estampa con su rostro domina los servicios religiosos y los hospitales del pa¨ªs, y los creyentes venezolanos elevan permanentemente oraciones a su memoria y su esp¨ªritu.
Su imagen ha sido reproducida habitualmente en trabajos art¨ªsticos y expresiones populares y su vida ha sido recreada en series de televisi¨®n. Incluso, es objeto permanente de cultos paganos de santer¨ªa proscritos por la Iglesia Cat¨®lica. Los restos de Jos¨¦ Gregorio Hern¨¢ndez reposan en la Iglesia de La Candelaria, en la plaza del mismo nombre en Caracas. Muchos de sus seguidores y feligreses se acercaron hoy a rendirle homenaje.
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