El Reino Unido marca su alejamiento de la UE con una pol¨ªtica de gestos firmes frente a Mosc¨², Pek¨ªn y Riad
El Gobierno de Johnson sanciona unilateralmente a 49 ciudadanos y organizaciones de Rusia, Arabia Saud¨ª, Myanmar y Corea del Norte por violar los derechos humanos
El Gobierno de Boris Johnson est¨¢ decidido a lograr que el Reino Unido se convierta en un actor de peso en la escena internacional en la era posBrexit. Junto al acelerado ritmo con que pretende cerrar nuevos acuerdos comerciales con Estados Unidos o Jap¨®n, entre otros, ha encadenado una serie de gestos diplom¨¢ticos desafiantes que se?alan su voluntad de tener una voz global independiente. A la vez que ha ofrecido permisos de nacionalizaci¨®n a tres millones de residentes de Hong Kong, en protesta por la restricci¨®n de libertades impuesta por China en la antigua colonia brit¨¢nica, se ha resistido hasta ahora a las demandas de Estados Unidos y ha permitido al gigante tecnol¨®gico Huawei participar en el desarrollo estrat¨¦gico de la tecnolog¨ªa 5G en el Reino Unido.
Y este lunes, Downing Street ha impulsado su impronta en la defensa de los derechos humanos. El ministro de Exteriores, Dominic Raab, ha anunciado en la C¨¢mara de los Comunes las primeras sanciones unilaterales a ciudadanos y organizaciones procedentes de Rusia, Arabia Saud¨ª, Myanmar y Corea del Norte. En aplicaci¨®n de la r¨¦plica brit¨¢nica de la Ley Magnitsky para la Responsabilidad Global en materia de Derechos Humanos, el instrumento aprobado por Estados Unidos para denegar visados y congelar activos financieros de aquellos sujetos responsables de atentar contra los derechos humanos, Raab ha se?alado a las primeras 49 personas y organizaciones que ver¨¢n restringidos sus movimientos y los de sus activos financieros.
¡°Aquellos que tienen sangre en sus manos no gozar¨¢n de libertad para pasear libremente por este pa¨ªs, comprar propiedades inmobiliarias en King¡¯s Road [Londres], hacer sus compras navide?as en Knightsbridge o desviar dinero negro a trav¨¦s de los bancos brit¨¢nicos¡±, ha anunciado Raab.
El ¡°r¨¦gimen Magnistky de sanciones¡±, que empez¨® a elaborar el Gobierno del Reino Unido en 2018, recibe su nombre del abogado ruso Sergei Magnistky, que muri¨® en 2009 en la prisi¨®n de Matrosskaya Tishina, en Mosc¨², despu¨¦s de un a?o de malos tratos y penurias. Hab¨ªa denunciado un caso de evasi¨®n fiscal y robo a gran escala por partes de funcionarios rusos, canalizado a trav¨¦s del fondo de inversi¨®n Hermitage, para el que trabajaba. Magnistky, arrestado por los mismos funcionarios del Ministerio del Interior ruso a los que hab¨ªa desenmascarado, acab¨® parad¨®jicamente por ser el ¨²nico condenado penalmente por un caso que atrajo la atenci¨®n internacional y provoc¨® el surgimiento de nueva legislaci¨®n en defensa de los derechos humanos. La viuda del auditor ruso, Natalia, y su hija Nikita han escuchado desde el despacho de Raab en el Ministerio de Asuntos Exteriores el anuncio de las nuevas medidas internacionales.
La primera lista brit¨¢nica de sanciones incluye a 25 ciudadanos rusos, todos implicados en los malos tratos y la muerte infligida a Magnistky. Junto a ellos, 20 saud¨ªes envueltos en la tortura y asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul; dos miembros del alto mando militar de Myanmar ¡°implicados en la sistem¨¢tica y brutal violencia contra la etnia rohingya y otras minor¨ªas¡±; y finalmente, dos organizaciones criminales asociadas con los ¡°trabajos forzosos, torturas y asesinatos que tienen lugar en los gulags de Corea del Norte¡±.
El nuevo r¨¦gimen de sanciones brit¨¢nico requerir¨¢ un desarrollo legal posterior, y un delicado equilibrio jur¨ªdico que impida cualquier futuro reto ante unos tribunales que tienen fama de flexibilidad en su interpretaci¨®n. Se perseguir¨¢ un amplio espectro de delitos contra los derechos humanos, desde la defensa del derecho individual a la vida, al derecho a no sufrir tortura o cualquier forma de esclavitud. El objetivo no ser¨¢n exclusivamente los autores de estos cr¨ªmenes sino tambi¨¦n todos aquellos se beneficien de alg¨²n modo de esas actividades, seg¨²n especifica el texto legal.
¡°Este Gobierno est¨¢ comprometido en lograr que el Reino Unido sea una fuerza cada vez m¨¢s poderosa para lograr el bien en el mundo¡±, ha anunciado Raab. Hasta la llegada del Brexit, Downing Street estaba obligado a adherirse a los distintos reg¨ªmenes de sanciones que decidieran previamente la Uni¨®n Europea o Naciones Unidas. El ministro ha insistido en que Londres mantendr¨¢ una constante cooperaci¨®n con ambas organizaciones internacionales, y seguir¨¢ aplicando y sosteniendo las sanciones que decidan, pero dentro de un discurso que recalcaba el pretendido nuevo papel del Reino Unido en la escena internacional. ¡°Haremos responsables de sus acciones a los autores de los peores abusos contra los derechos humanos¡±, ha proclamado Raab.
¡°Una vez que hemos solucionado este largo debate en torno a nuestra autoridad soberana, que nos ha ocupado tres a?os y medio ¡ªalgunos dir¨ªan que 47 a?os¡ª, ha llegado nuestra oportunidad. Tenemos nuevos poderes reconquistados, y sabemos hacia d¨®nde queremos ir, que no es otro lugar que al resto del mundo¡±, anunciaba Johnson el pasado 3 de febrero en su discurso de Greenwich, en el que sentaba su visi¨®n del papel internacional del Reino Unido en la era posBrexit. No pod¨ªa imaginarse la llegada de una pandemia que iba a mermar las fuerzas de su Gobierno y a paralizar sus ambiciosos planes. Solo cuando Downing Street ha comenzado a sentir que, de alg¨²n modo, ten¨ªa el virus bajo control, ha dado inicio a una serie de gestos de firmeza, sin aparente relaci¨®n, pero que responden todos a un mismo esp¨ªritu de independencia.
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