El ¡®Mendoexit¡¯ agita la pol¨ªtica argentina
Un viejo sentimiento de discriminaci¨®n y diferencia promueve ideas separatistas en la provincia de Mendoza y obtiene eco en C¨®rdoba
Algo ocurre en Mendoza. El exgobernador de la provincia argentina y diputado nacional, Alfredo Cornejo, dijo la semana pasada durante una entrevista radiof¨®nica que Mendoza ¡°lo tiene todo para vivir como un pa¨ªs independiente¡±. Y el asunto cobr¨® vuelo con rapidez. ¡°Ni yo esperaba tanto eco¡±, confiesa. Un sondeo realizado d¨ªas despu¨¦s mostr¨® que al 35% de los mendocinos les gustar¨ªa separarse del resto de los argentinos.
M¨¢s que entusiasmo por una posible independencia, que la Constituci¨®n proh¨ªbe, tras la desafecci¨®n de Mendoza late un viejo sentimiento de discriminaci¨®n, la indignaci¨®n por el frenazo impuesto a una gran obra p¨²blica y la convicci¨®n, que comparten dos de cada tres habitantes, de que la sociedad mendocina es ¡°distinta¡±.
Alfredo Cornejo, hoy diputado y presidente de la Uni¨®n C¨ªvica Radical, el partido fundado en 1891 por Leandro N. Alem, fue gobernador de Mendoza entre 2015 y 2019. No pudo presentarse a la reelecci¨®n porque la Constituci¨®n provincial, vigente desde hace m¨¢s de un siglo, lo impide, igual que le impide ser senador nacional e impide ser candidatos a los familiares directos del gobernador saliente. ¡°Tenemos una alta institucionalidad¡±, se?ala Cornejo, ¡°y ese es uno de los elementos que nos distinguen¡±.
El exgobernador es consciente de que la Constituci¨®n argentina ¡°es de tipo federal, no confederal, y nadie puede irse¡±. Su batalla, al menos por el momento, se concentra en la distribuci¨®n de los impuestos. El principal recaudador es el Gobierno central, que luego reparte con discrecionalidad. Las provincias m¨¢s productivas, situadas en la franja central del pa¨ªs (Mendoza, C¨®rdoba, Santa Fe y Buenos Aires), reciben bastante menos de lo que aportan. Pero Buenos Aires, la provincia m¨¢s rica y poblada, goza de algunas ventajas. Hace una semana, el Gobierno central liber¨® fondos para que los 10.000 conductores de transporte p¨²blico de Buenos Aires cobraran el sueldo y el aguinaldo. A C¨®rdoba, en cambio, no lleg¨® dinero y los conductores fueron a la huelga.
La Voz del Interior, el diario m¨¢s le¨ªdo en C¨®rdoba y la regi¨®n central, se hizo r¨¢pidamente eco del llamado ¡°Mendoexit¡± y, en un extenso art¨ªculo, se preguntaba si la idea de la independencia era realmente ¡°alocada¡±. Ofrec¨ªa una respuesta: la soluci¨®n, m¨¢s que la separaci¨®n, era acabar con la actual coparticipaci¨®n fiscal, incorporada a la Constituci¨®n en 1994.
¡°La ley de coparticipaci¨®n solo puede modificarse si hay acuerdo un¨¢nime en las 24 legislaturas provinciales; eso es muy dif¨ªcil y, por tanto, hay que buscar una f¨®rmula alternativa para acabar con el actual mecanismo¡±, afirm¨® Cornejo en una entrevista telef¨®nica. El exgobernador a?adi¨® que era ¡°concebible¡± una coordinaci¨®n a tal fin de las provincias m¨¢s industrializadas y m¨¢s perjudicadas fiscalmente, en especial C¨®rdoba y Mendoza. Cornejo piensa que la soluci¨®n deber¨ªa pasar por una f¨®rmula parecida a la que utiliz¨® Alemania en su reunificaci¨®n, transfiriendo fondos a las provincias pobres pero fijando un l¨ªmite en el tiempo para evitar el h¨¢bito del subsidio.
Es cierto que Mendoza posee unas instituciones s¨®lidas y frugales. Desde la recuperaci¨®n de la democracia, en 1983, ha tenido 10 gobernadores, cinco de ellos peronistas y los otros cinco radicales, con una alternancia en el poder que la distingue de otras provincias y del Gobierno central. El gobernador viaja en vuelo regular. Sus tribunales son bastante respetados. Y la calidad de vida de sus 2,1 millones de habitantes es elevada. Pero los problemas se acumulan. En una provincia c¨¦lebre por sus vinos, solo el 4% de la superficie cultivable goza de irrigaci¨®n. ¡°Esto es un desierto, y la necesidad hist¨®rica de aprovechar el agua con buen criterio ha contribuido a la vida institucional ordenada¡±, apunta Cornejo.
El a?o pasado, durante el ¨²ltimo tramo de la presidencia de Mauricio Macri, parec¨ªa asegurada la construcci¨®n de la represa hidroel¨¦ctrica de Portezuelo del Viento. Era una obra p¨²blica que en Mendoza se consideraba vital y el entonces ministro de Hacienda, Nicol¨¢s Dujovne, se comprometi¨® a aportar mil millones de d¨®lares. Pero el actual presidente, Alberto Fern¨¢ndez, ha paralizado el proyecto porque, dice, la represa en el r¨ªo Atuel afecta a otras cuatro provincias que se oponen por razones medioambientales. El 62% de los mendocinos viven esa paralizaci¨®n como una ¡°provocaci¨®n a Mendoza¡±.
El sondeo que refleja la insatisfacci¨®n de Mendoza fue encargado por el emprendedor espa?ol Jos¨¦ Manuel Ortega Fournier, residente en la provincia y antiguo propietario de una prestigiosa bodega vin¨ªcola. La realizaci¨®n del sondeo, entre 800 personas, correspondi¨® a la sociedad Reale Dalla Torre, una de las principales firmas demosc¨®picas argentinas. ¡°La idea no es romper Argentina, sino reinventarla¡±, dice Ortega Fournier. El 42% de los mendocinos creen que su provincia, exportadora, con petr¨®leo y con el atractivo tur¨ªstico de los Andes, podr¨ªa ¡°vivir separada¡± de Argentina. El 50% cree que no.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.