Trump intenta corregir el rumbo y releva a su jefe de campa?a en plena ca¨ªda en los sondeos
Brad Parscale, el experto digital al que se atribuye buena parte del ¨¦xito de 2016, ha sido sustituido por un asesor pol¨ªtico a menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos
La campa?a de Donald Trump para la reelecci¨®n ha entrado en zona de turbulencias a tres meses y medio de la cita con las urnas, a medida que los sondeos resultan m¨¢s y m¨¢s preocupantes para el presidente. El mi¨¦rcoles por la noche anunci¨® el relevo del jefe de su campa?a, el experto digital Brad Parscale, de 44 a?os, y su sustituci¨®n por un veterano asesor republicano que ejerc¨ªa de n¨²mero dos. El cambio, por el momento y por el tipo de relevo, evidencia la inquietud del entorno del mandatario ante una carrera electoral complicada, muy distinta de la que proyectara hace unos meses. La pandemia ha liquidado su mejor baza electoral ¨Cla econom¨ªa¨C y su gesti¨®n de la crisis sanitaria ha provocado una tormenta de cr¨ªticas.
El candidato dem¨®crata, el exvicepresidente Joe Biden, adelanta a Trump en nueve puntos (50,3% a 41,2%) seg¨²n el promedio de las encuestas de ¨¢mbito nacional elaborado por Real Clear Politics, actualizado a fecha de este jueves. Algunas encuestas concretas ampl¨ªan mucho m¨¢s la brecha. La hecha p¨²blica el mi¨¦rcoles por la Quinnipiac University situaba la diferencia en 15 puntos.
Es inevitable pensar en 2016, en todos esos sondeos que se?alaban a Hillary Clinton como vencedora y que fallaron. La diferencia estriba en que la distancia entre Trump y Biden resulta mucho mayor que la que separaba a la candidata dem¨®crata del hoy presidente a la misma altura del verano de 2016. No era m¨¢s que de 2,7 puntos porcentuales en el promedio de Real Clear Politics. The New York Times calcul¨® este jueves en un art¨ªculo que, incluso aplicando el mismo margen de error que los sondeos demostraron hace cuatro a?os, seguir¨ªa liderando la mayor parte de Estados en juego.
Preguntado por las encuestas el martes, Trump quit¨® hierro a los n¨²meros y asegur¨® que no se ve¨ªa a s¨ª mismo perdiendo en noviembre y que hab¨ªa mucho voto oculto a su favor que los sondeos no recog¨ªan. Se ha demostrado que esa tranquilidad no es tal. Tras el fiasco de su mitin en Tulsa (Oklahoma), donde congreg¨® a apenas 6.000 personas cuando se esperaban decenas de miles, fue reubicado Michael Glassner, organizador de los m¨ªtines. El jefe de campa?a tambi¨¦n qued¨® en la cuerda floja. ¡°Brad Parscale, que ha estado conmigo mucho tiempo y ha liderado nuestras incre¨ªbles estrategias digitales y de datos, seguir¨¢ como asesor senior de la campa?a¡±, se?al¨® Trump este mi¨¦rcoles en Facebook.
El suyo hab¨ªa sido, como todo lo que tuvo que ver con la victoria de Donald Trump en 2016, un ¨¦xito inesperado, heterodoxo, ajeno a las normas no escritas de la pol¨ªtica estadounidense. Ni ten¨ªa experiencia pol¨ªtica, ni proced¨ªa de uno de esos think tanks o laboratorios de ideas de Washington. Consigui¨®, sin embargo, que las etiquetas #MakeAmericaGreatAgain y #MAGA [sigla en ingl¨¦s de hacer Am¨¦rica grande de nuevo] dominasen la conversaci¨®n en Twitter y en Facebook.
Lleg¨® a la campa?a como una suerte de gur¨² digital avalado por el yern¨ªsimo Jared Kushner despu¨¦s de haber estado trabajando para el imperio Trump creando las p¨¢ginas webs de varios negocios. Tras su haza?a electoral, ya en febrero de 2018, el republicano lo ascendi¨® y lo nombr¨® jefe de su campa?a para la reelecci¨®n el pr¨®ximo noviembre.
La magia ya no parece funcionarle esta vez, o quiz¨¢ el pa¨ªs sobre el que prueba esa magia ya no es el mismo. Los sondeos arrojan una conclusi¨®n similar sobre Trump. Parad¨®jicamente, su popularidad vivi¨® su mejor momento ¡ªaunque siempre en niveles bajos¡ª despu¨¦s del proceso de impeachment del que sali¨® absuelto en el Senado a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de Ucrania. En su pulso con Biden, sin embargo, siempre ha salido perdedor; y en las ¨²ltimas semanas la brecha no ha hecho m¨¢s que crecer.
El derrumbe econ¨®mico causado por la pandemia ha liquidado el mayor argumento econ¨®mico para su reelecci¨®n, la buena marcha de la econom¨ªa y el nivel de paro casi inexistente. Por contra, Estados Unidos vive ahora su mayor crisis desde la Gran Depresi¨®n. Y la gesti¨®n de la pandemia de coronavirus ha resultado especialmente err¨¢tica: no ha dejado de contradecir a sus propios expertos, ha negado hasta la saciedad la gravedad del virus y ha animado a cometer imprudencias a los ciudadanos. La verdadera encuesta, con todo, es la del voto final el pr¨®ximo martes 3 noviembre. Quedan a¨²n tres meses y medio y Trump intenta corregir el rumbo.
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