El coronavirus fuerza a Putin a aparcar su ambicioso plan de desarrollo econ¨®mico

Vlad¨ªmir Putin ha chocado de bruces con la realidad. El presidente ruso, que hab¨ªa prometido elevar los niveles de vida de la ciudadan¨ªa, estancados desde hace a?os, y aumentar el PIB, se ha visto obligado a postergar su gran plan de inversi¨®n y desarrollo al que iba a dedicar unos 350.000 millones de euros.

La pandemia de coronavirus y el descenso del precio del petr¨®leo han dejado un agujero grande en el ya da?ado presupuesto federal ruso, y esa macro inversi¨®n ahora mismo es inviable.

La sincronizaci¨®n del l¨ªder ruso ha vuelto a brillar: el anuncio se ha hecho pocas semanas despu¨¦s la aprobaci¨®n definitiva de la reforma constitucional que hab¨ªa presentado como necesaria para el desarrollo y la evoluci¨®n del pa¨ªs; enmiendas que adem¨¢s de otorgarle todav¨ªa m¨¢s poder le permitir¨¢n perpetuarse en el poder hasta 2036. Putin hab¨ªa colocado el ambicioso proyecto, denominado Proyectos Nacionales, en el n¨²cleo de su programa presidencial para este mandato (su cuarto), as¨ª que la decisi¨®n de retrasar los objetivos tiene olor a fracaso.

El l¨ªder ruso eludi¨® concretar una nueva fecha para alcanzar las metas econ¨®micas y sociales, pero coment¨® que se podr¨ªa posponer ¡°probablemente¡± seis a?os. Y eso significa que si Putin busca volver al sill¨®n del Kremlin en 2024 no habr¨¢ cumplido sus promesas y no habr¨¢ completado su legado.

¡°Tenemos que trabajar con restricciones presupuestarias m¨¢s estrictas. La propagaci¨®n del coronavirus y sus consecuencias para la econom¨ªa global y de nuestro pa¨ªs han creado nuevos l¨ªmites, ralentizando el crecimiento econ¨®mico y restringiendo los ingresos presupuestarios consolidados¡±, admiti¨® el primer ministro ruso, Mija¨ªl Mishustin, esta semana en una reuni¨®n televisada con Putin, justo antes de sugerir el retraso del plan. Una ¡°propuesta¡± inmediatamente aceptada por el l¨ªder ruso.

Putin anunci¨® los Proyectos Nacionales en 2018 como una f¨®rmula para reflotar la econom¨ªa, cuando el PIB ruso crec¨ªa a un d¨¦bil ritmo del 1% anual, lastrada por la fluctuaci¨®n del precio de los hidrocarburos y golpeada por a?os de sanciones econ¨®micas de Occidente.

Pero la situaci¨®n es ahora todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil: el PIB se va a contraer un 5% este a?o, seg¨²n c¨¢lculos del Banco Central. As¨ª que el macroplan, que en 13 grandes cap¨ªtulos planeaba construir nuevas infraestructuras y planteaba medidas de est¨ªmulo para la ciencia, de lucha contra la pobreza (ahora en un 14%) y para frenar el invierno demogr¨¢fico, tendr¨¢n que esperar.

Y no solo no se cumplir¨¢ la gran meta de Putin, que aspiraba aumentar el PIB ruso para que en 2024 figurara entre las cinco mayores econom¨ªas del mundo, sino que la econom¨ªa de Rusia podr¨ªa incluso empeorar.

Para evitar el golpe del coronavirus, el Gobierno prev¨¦ ahora un paquete de medidas de unos 123.000 millones de d¨®lares para la recuperaci¨®n econ¨®mica a gastar en los pr¨®ximos dos a?os, con medidas de apoyo a las familias, beneficios para empresas que no hayan despedido a empleados durante la pandemia o incentivos fiscales para que las empresas tecnol¨®gicas se instalen en el pa¨ªs euroasi¨¢tico. Mientras, los ingresos rusos se han desplomado en el segundo trimestre al m¨¢ximo desde el default de 1998, empujados hacia abajo por la ca¨ªda en las ventas y la producci¨®n. Y los ingresos reales de la ciudadan¨ªa no dejan de caer. Una realidad que marca uno de los mayores desaf¨ªos de Putin, que afronta, adem¨¢s, con la popularidad en m¨ªnimos hist¨®ricos y el descontento al alza.

Parece casi inevitable que el Kremlin tenga que echar mano al llamado Fondo de Bienestar, procedente de los ingresos del petr¨®leo en los tiempos de bonanza (se ingresaba el excedente cuando el crudo superaba los 42 d¨®lares el barril), que ha acumulado unos 170.000 millones de d¨®lares. Una hucha para los d¨ªas malos que el Gobierno siempre es reacio a romper.

Putin ya hab¨ªa insinuado hace semanas que Proyectos Nacionales estaba en peligro. En realidad, siempre fue un esquema demasiado ambicioso, seg¨²n los expertos. El a?o pasado, un estudio de la consultora Oxford Economics ya se?al¨® que ocho de los 13 grandes planes ten¨ªan ya el 50% de posibilidades de fracasar.

El contenido era tan variado que propon¨ªa desde la publicaci¨®n de 200 art¨ªculos de cient¨ªficos rusos en revistas de alto nivel, la construcci¨®n de 180 memoriales militares o la mejora de la velocidad de los trenes de carga, pero no establec¨ªa como se iba a cumplir. Tampoco de d¨®nde sacar los 350.000 millones de euros que iba a costar, una idea que ya ni siquiera est¨¢ sobre la mesa.