El control absoluto de Cuba sobre los m¨¦dicos de sus misiones evidencia la vulneraci¨®n de derechos b¨¢sicos
Human Rights Watch denuncia "normas represivas" contra el personal sanitario. La Habana ha enviado a 1.500 profesionales a m¨¢s de 20 pa¨ªses para colaborar en la lucha contra la pandemia
Una vida regida por ¡°normas represivas¡±, restricciones de la libertad de expresi¨®n y movimiento e intromisi¨®n en la privacidad. El f¨¦rreo control ejercido por el Gobierno cubano sobre las brigadas m¨¦dicas que env¨ªa al exterior evidencia la vulneraci¨®n de los derechos individuales m¨¢s b¨¢sicos. Y si esas pr¨¢cticas no representan una novedad, ya que la primera misi¨®n sanitaria se remonta a 1963, la emergencia del coronavirus ha puesto nuevamente de manifiesto la gravedad de la situaci¨®n. La ONG Human Rights Watch (HRW) ha presentado este jueves una denuncia en la que rechaza de plano esas condiciones, que califica de ¡°draconianas¡±, e insta a las autoridades de las decenas de pa¨ªses que reciben esa colaboraci¨®n, ahora para combatir la pandemia, a exigir a La Habana reformas y cambios en el reglamento de esos programas.
Alrededor de 30.000 profesionales de la salud, tradicionalmente la joya de la corona de Cuba, integran actualmente esas misiones. Un ejemplo es, desde hace a?os, el modelo de atenci¨®n a la poblaci¨®n vulnerable de Venezuela bautizado como Barrio Adentro e impulsado por el expresidente Hugo Ch¨¢vez. A esos trabajadores se suma, desde el pasado mes de marzo, un contingente de 1.500 personas enviadas a m¨¢s de 20 pa¨ªses. Todas ellas est¨¢n sometidas a un r¨¦gimen que Jos¨¦ Miguel Vivanco, director para las Am¨¦ricas de la organizaci¨®n humanitaria, considera ¡°orwelliano¡±. Los miembros de esas brigadas se exponen a sanciones si, por ejemplo, entablan relaciones de amistad con ciudadanos cr¨ªticos con los principios de la Revoluci¨®n cubana y pueden enfrentarse a procedimientos penales con condenas de hasta ocho a?os de prisi¨®n si abandonan su trabajo. En opini¨®n del abogado de derechos humanos, ¡°los m¨¦dicos cubanos enviados a responder a la pandemia de covid-19 ofrecen valiosos servicios a numerosas comunidades, pero a costa de sus libertades m¨¢s b¨¢sicas¡±. Ese sistema, a?ade, ¡°regula con qui¨¦nes los m¨¦dicos pueden vivir, hablar o incluso mantener una relaci¨®n sentimental¡±. Por eso los Gobiernos que se benefician de esas ayudas tienen el deber de reclamar un cambio.
¡°Cuba¡±, detalla Human Rights Watch en un comunicado, ¡°regula incluso los aspectos m¨¢s triviales de la vida de los m¨¦dicos cubanos que participan en misiones, de maneras que vulneran los derechos de libertad de asociaci¨®n¡±. En definitiva, ¡°ha dise?ado normas represivas que rigen la vida de aquellos que env¨ªa al exterior¡±, que a lo largo de casi 60 a?os han sido casi 400.000 personas. Algunas de las infracciones disciplinarias fijadas en 2010 por el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversi¨®n Extranjera de La Habana son mantener relaciones con ciudadanos extranjeros ¡°cuya conducta no est¨¦ acorde con los principios y valores de la sociedad cubana¡±, con disidentes de la isla y personas con ¡°un modo de vida contrario a los principios que deben caracterizar a un colaborador cubano en el exterior¡±. Los m¨¦dicos tambi¨¦n tienen que comunicar ¡°sus relaciones amorosas¡± y tienen prohibido ¡°frecuentar lugares que da?en [el] prestigio [del m¨¦dico] en el concepto p¨²blico¡± o ¡°concurrir a lugares que, dadas sus caracter¨ªsticas, resulten proclives a alteraciones del orden p¨²blico¡±.
El personal sanitario, contin¨²a el informe de la ONG, tampoco puede expresarse con libertad, ya que, seg¨²n una resoluci¨®n del reglamento, deben solicitar autorizaci¨®n antes de ¡°emitir valoraciones¡± p¨²blicas, por ejemplo a medios de comunicaci¨®n, sobre las situaciones de los centros de trabajo o que puedan da?ar la colaboraci¨®n de Cuba con el pa¨ªs de acogida. Los castigos consisten b¨¢sicamente en la retenci¨®n de salarios y el regreso a la isla tras la expulsi¨®n de la misi¨®n. No se conoce el n¨²mero de trabajadores sancionados con procedimientos disciplinarios, aunque la organizaci¨®n considera que, en virtud de los testimonios a los que ha tenido acceso, se trata de medidas frecuentes. A eso se a?ade que los pasaportes de los m¨¦dicos vencen cuando termine su misi¨®n.
Naciones Unidas, recuerda HRW, solicit¨® en 2019 a La Habana informaci¨®n sobre las condiciones laborales de las misiones m¨¦dicas. Las relatoras especiales sobre las formas contempor¨¢neas de esclavitud esgrimieron declaraciones sobre normas que pueden enmarcarse en ¡°trabajo forzoso¡± debido a las presiones recibidas por el personal sanitario y la duraci¨®n de las jornadas. La respuesta del Gobierno de Miguel D¨ªaz-Canel atribuy¨® esas informaciones a campa?as de Washington.
¡°Los pa¨ªses que reciben m¨¦dicos cubanos tienen obligaciones de derechos humanos respecto de todas las personas en su territorio¡±, concluye la denuncia de la ONG, ¡°lo cual incluye a los trabajadores sanitarios cubanos, y deben asegurarse de que los acuerdos alcanzados con el Gobierno cubano prevean garant¨ªas efectivas para los derechos de los trabajadores¡±. Esas autoridades, enfatiza Vivanco, ¡°podr¨ªan convertirse en c¨®mplices de graves violaciones de derechos humanos¡±. Para evitarlo, tienen la obligaci¨®n de exigir un giro a D¨ªaz-Canel.
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