Brasil enfrenta la pandemia a varias velocidades y en ning¨²n lugar est¨¢ contenida
El coronavirus parece perder fuerza en algunos Estados del norte y nordeste, pero gana velocidad de contagio en el sur, centro occidente y parte del sudeste.
No hay un retrato ¨²nico de la pandemia de coronavirus en Brasil. Avanza a diferentes velocidades en las regiones de un pa¨ªs tan grande y diverso, y los datos generales no reflejan la gravedad de la situaci¨®n. Hace semanas que los datos brasile?os se han estacionado a un nivel preocupante. La curva de fallecimientos parece estable, pero cada d¨ªa mueren oficialmente m¨¢s de mil personas de covid-19. Para hacerse una idea, es como si cada d¨ªa murieran los pasajeros de tres aviones. Hay que observar m¨¢s de cerca los escenarios heterog¨¦neos de las diferentes regiones para entender por qu¨¦ Brasil mantiene una meseta tan alta, mientras que otros pa¨ªses tuvieron un pico de muertes y luego una disminuci¨®n de la curva. Si bien el virus parece estar remitiendo en algunos Estados del norte y el nordeste (los primeros en colapsar sus sistemas sanitarios con la epidemia, como Cear¨¢ y Amazonas), est¨¢ aumentando en los Estados menos afectados al comienzo de la crisis. El n¨²mero de contagios ahora crece especialmente en parte del sudeste, el sur y el centro occidente, en Estados como Mato Grosso y R¨ªo Grande del Sur. Ante esta situaci¨®n, la gesti¨®n del Ministerio de Sanidad, con un comando interino desde mayo, est¨¢ siendo muy criticada y faltan medicamentos b¨¢sicos en los hospitales.
En Brasil hoy hay un sistema de varias epidemias, con brotes, olas y variaciones muy diferentes dependiendo de la regi¨®n, el Estado e incluso el municipio. Para demostrar c¨®mo avanza la epidemia, EL PA?S ha analizado el promedio m¨®vil de muertes notificadas diariamente por los Estados, un recurso considerado m¨¢s apropiado por los especialistas consultados para ofrecer un retrato m¨¢s preciso de la intensidad de la pandemia en las ¨²ltimas semanas. Para ello, se ha utilizado el monitoreo del Laboratorio de Inteligencia de Salud (LIS) de la Facultad de Medicina del campus de la Universidad de S?o Paulo en Ribeir?o Preto, que suma los resultados de los ¨²ltimos siete d¨ªas y los divide por siete, un recurso para mitigar las diferencias diarias en los registros de muertes, que generalmente disminuyen los fines de semana, cuando los profesionales de los laboratorios trabajan de turnos de guardia.
El Brasil de la curva empinada
En las ¨²ltimas semanas, la velocidad de contagio se ha acelerado en el sur, el centro occidente y parte de los Estados del sudeste. Estos sitios parec¨ªan haberse salvado al principio de la pandemia, pero la gesti¨®n de los gerentes locales y el aumento caracter¨ªstico de las enfermedades respiratorias durante el invierno ¡ªcomenz¨® a finales de junio¡ª en estas regiones son algunas variables que impulsan el crecimiento. ¡°Las velocidades en esta parte del pa¨ªs est¨¢n aumentando muy r¨¢pidamente¡±, se?ala el investigador Domingos Alves, responsable del LIS. El aumento del contagio en estas regiones ha generado nuevos r¨¦cords de infecciones a nivel nacional en la ¨²ltima semana.
Un ejemplo del Brasil de la curva empinada es el Estado de Minas Gerais, que durante los primeros meses de la crisis sanitaria present¨® una curva relativamente plana. Las autoridades se jactaban de mantener la epidemia bajo control, apostando por las UCI y no haciendo muchas pruebas de detecci¨®n del virus. Los datos chocaban con el volumen de hospitalizaciones por s¨ªndrome respiratorio agudo grave, una complicaci¨®n de la covid-19 y otras enfermedades. Sin embargo, a partir de junio, el n¨²mero de muertos por covid-19 en el Estado se dispar¨®. En el ¨²ltimo mes, se ha duplicado: hasta el 1 de julio, se registraron 1.007 muertes y, el 23, este total acumulado alcanz¨® los 2.238 fallecimientos. La curva de muertes en Minas Gerais sigue siendo ascendente, reflejando c¨®mo se ha complicado la epidemia en el Estado.
La situaci¨®n tambi¨¦n ha empeorado en los Estados de Santa Catarina, Mato Grosso, Paran¨¢ y R¨ªo Grande del Sur. La ciudad de Porto Alegre, por ejemplo, las UCI est¨¢n colapsadas: el pasado jueves hab¨ªa por lo menos diez personas con coronavirus en urgencias esperando una cama.
El Brasil que ha superado el colapso sanitario
El colapso del sistema sanitario se ha sentido en los Estados del norte y nordeste durante meses. Estas regiones sufrieron los impactos de la epidemia con mayor severidad entre abril y mayo. Y presentan curvas muy diferentes. El ejemplo m¨¢s claro de esta etapa es el Estado de Amazonas, que en abril sufri¨® un fuerte aumento del n¨²mero de hospitalizaciones: el sistema sanitario local se colaps¨®, faltaban camas en cuidados intensivos y algunos v¨ªdeos que mostraban cuerpos en los pasillos de los hospitales se volvieron virales. La curva de muertes por covid-19 alcanz¨® su punto m¨¢ximo a finales de mayo y, en junio, comenz¨® a bajar. En las ¨²ltimas semanas, el registro se ha mantenido estable, con un promedio de entre 15 y 20 muertes por d¨ªa. Esta tendencia a la baja tambi¨¦n se puede ver en Estados como Cear¨¢ y R¨ªo de Janeiro. ¡°Pero la epidemia no est¨¢ controlada. Desde el comienzo de la crisis, han faltado pol¨ªticas para romper la cadena de transmisi¨®n. Creo que la disminuci¨®n es el resultado de un cierto agotamiento de esta red de contagio del virus y de las camas de la UCI que suministraron¡±, analiza Domingos Alves.
Los expertos subrayan que a¨²n no se puede afirmar que la crisis sanitaria est¨¢ bajo control, ni siquiera en Estados que han comenzado a mostrar signos de estabilidad o incluso una reducci¨®n en el n¨²mero de muertes por covid-19. Principalmente porque, por un lado, el avance gradual de la desescalada puede propiciar un aumento de los contagios y, por otro, porque, desde julio, se ha detectado un cambio en el patr¨®n de contagios: hay menos casos en las capitales y m¨¢s en las ciudades del interior, que hist¨®ricamente dependen de la estructura hospitalaria metropolitana. Este cambio debe impactar las estad¨ªsticas estatales y la capacidad asistencial, a pesar de que la situaci¨®n general parezca estable.
La ilusi¨®n de estabilidad en S?o Paulo
S?o Paulo presenta una curva similar a la tendencia nacional. El Estado fue la puerta de entrada del nuevo coronavirus en Brasil en febrero y, desde entonces, es donde se han registrado la mayor cantidad de casos y muertes en n¨²meros absolutos. Pero, al analizar el promedio m¨®vil de nuevas muertes, es posible identificar una cierta estabilidad a partir de finales de junio. A diferencia del Estado de Amazonas, por ejemplo, S?o Paulo no tuvo un pico seguido de una reducci¨®n considerable de muertes. Al igual que el pa¨ªs, el promedio de muertes notificadas cada d¨ªa es alto: m¨¢s de 200 en el Estado, que ve c¨®mo la pandemia avanza con fuerza en las ciudades del interior. En la capital, un cambio en el sistema de notificaci¨®n de los datos ha abierto un limbo en el an¨¢lisis local. ¡°La estabilidad que presenta el Estado no es necesariamente buena. Si se hace un corte a¨²n mayor y se analiza de manera aislada la epidemia en las ciudades de Ribeir?o Preto, Campinas, Barretos y S?o Jos¨¦ do Rio Preto, podr¨¢ observarse que el coronavirus all¨ª est¨¢ en pleno auge¡±, dice Domingos Alves.
Brasil se enfrenta a toda esta situaci¨®n sin un ministro titular de Sanidad desde el 15 de mayo y con un Ministerio ¡ªque te¨®ricamente deber¨ªa coordinar la acci¨®n nacional y aprovechar el potencial de la sanidad p¨²blica¡ª que es objeto de cr¨ªticas por la gran cantidad de militares que hay en puestos clave. La semana pasada, el ministro interino, el general Eduardo Pazuello, visit¨® algunos de los Estados donde la epidemia est¨¢ creciendo, como Paran¨¢ y R¨ªo Grande del Sur. En Porto Alegre, se reuni¨® incluso con el gobernador, Eduardo Leite, que dio positivo en coronavirus y ahora toda la comitiva tendr¨¢ que hacerse la prueba. En las ruedas de prensa, Pazuello afirm¨® que ve una tendencia a la baja en la parte superior del pa¨ªs y una estabilidad en las regiones del sur de Brasil. Atribuy¨® el aumento de casos al invierno, cuando la temperatura baja en estas regiones y aumenta la propagaci¨®n de enfermedades respiratorias, como la covid-19. ¡°Me parece que la situaci¨®n est¨¢ bajo control. La curva de contagios est¨¢ subiendo, pero el esfuerzo para tratar la enfermedad al inicio para que no se necesite ingresar en una UCI hace que est¨¦ bajo control¡±, afirm¨®.
El riesgo de una segunda ola
Los especialistas, sin embargo, ven ese control con desconfianza. Un estudio realizado por el Imperial College de Londres muestra que la propagaci¨®n de la covid-19 en Brasil est¨¢ descontrolada desde hace m¨¢s de diez semanas, con una tasa de contagio superior a 1. La Fundaci¨®n Oswaldo Cruz (Fiocruz) advierte sobre la posibilidad de una segunda ola de contagios precoz en Estados que aparentemente ya hab¨ªan logrado reducir considerablemente la incidencia de la enfermedad. Y eso estar¨ªa fuera de la estacionalidad de la enfermedad argumentada por el ministro. Investigadores del InfoGripe ¡ªuna iniciativa de Fiocruz para monitorear semanalmente los casos notificados de s¨ªndrome respiratorio agudo grave¡ª han observado que las hospitalizaciones han vuelto a aumentar en los Estados de Cear¨¢, Maranh?o, R¨ªo de Janeiro y Amap¨¢, donde se hab¨ªan reducido tras alcanzar un pico.
¡°Es una tendencia para una segunda ola precoz, porque estos Estados no han llegado a alcanzar valores de hospitalizaciones suficientemente bajos para decir que la primera estaba controlada. Pero hubo una reducci¨®n significativa, de hasta el 60% de los casos en relaci¨®n con el pico. Y eso es lo que caracteriza una primera ola¡±, explica Marcelo Gomes. El investigador cree que el aumento de las hospitalizaciones puede estar relacionado con dos factores: el avance de la desescalada y el aumento de los contagios en las ciudades del interior.
Este fen¨®meno es m¨¢s evidente en Amap¨¢, que ya tiene una curva m¨¢s pronunciada de nuevos ingresos, mientras que los otros tres Estados a¨²n muestran una tendencia inicial a reanudar el crecimiento. ¡°Esta tendencia de crecimiento es muy preocupante. Porque los hospitales pueden volver a llenarse en el futuro, y porque hemos observado que la hospitalizaci¨®n en estos casos es larga, por lo que la tasa de ocupaci¨®n de camas puede dispararse¡±, concluye Marcelo Gomes.
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