Una d¨¦cada buscando al siniestro parricida de Francia

La noticia tuvo en vilo a toda Francia la noche del viernes del 11 de octubre pasado. La polic¨ªa aseguraba haber detenido a Xavier Dupont de Ligonn¨¨s en Glasgow. Terminaban ocho a?os y medio de intensa caza a uno de los criminales m¨¢s buscados del pa¨ªs. Por fin, la pregunta que tantos franceses se hac¨ªan desde el grotesco hallazgo en una casa familiar de Nantes en 2011 iba a tener una respuesta: ?Qu¨¦ llev¨® a un padre de familia acomodada a matar a tiros a su mujer y sus cuatro hijos, a enterrarlos en el jard¨ªn de su casa y desaparecer sin dejar rastro?

Casi un a?o m¨¢s tarde, Francia sigue sin respuesta. El detenido en Escocia no era Ligonn¨¨s, sino un jubilado que vive a caballo entre las afueras de Par¨ªs y Escocia. El error sac¨® los colores a una polic¨ªa que lleva a?os siguiendo pistas falsas y, tambi¨¦n, a una prensa que se lanz¨® en tromba sobre lo que parec¨ªa la noticia de la d¨¦cada. Desde entonces, silencio. Hasta que una nueva investigaci¨®n de la revista francesa Society, aparecida poco despu¨¦s de que Netflix emitiera un cap¨ªtulo del programa estadounidense Unsolved Mysteries dedicado a Ligonn¨¨s, ha relanzado este verano el affaire XDDL, como llaman los franceses por sus siglas a su fugitivo m¨¢s famoso. El pa¨ªs vuelve a engancharse a una historia con demasiados interrogantes viejos y muchos nuevos.

El n¨²mero 55 del bulevar Robert Schuman de Nantes lleva ocho a?os en venta. Imposible deshacerse de esta vivienda unifamiliar de 122 metros cuadrados y 300 m¨¢s de jard¨ªn. Para los franceses, sigue siendo ¡°la casa de los horrores¡±. En el jard¨ªn fueron hallados, la ma?ana del 21 de abril de 2011, bajo una capa de cemento, cinco cad¨¢veres humanos y los de dos perros, todos envueltos en grandes bolsas de pl¨¢stico y con varios impactos de bala. Los agentes adivinan lo que la autopsia confirma poco despu¨¦s: se trata de Agn¨¨s Dupont de Ligonn¨¨s, de 49 a?os, y sus hijos Arthur (20), Thomas (18), Anne (16) y Beno?t, de 13. La polic¨ªa buscaba a la familia desde que desapareci¨® misteriosamente a principios del mes. Solo sigue faltando un miembro del clan Ligonn¨¨s, Xavier, el padre, de 50 a?os. ?Es una v¨ªctima m¨¢s o el victimario?, se pregunta un pa¨ªs acongojado por un crimen tan siniestro.

La reconstrucci¨®n de los hechos y el rastro dejado abren pronto una sospecha perturbadora. La madre y tres de los hijos fallecieron en la noche del domingo 3 al 4 de abril, despu¨¦s de haber ido, con el padre, al cine y a cenar a un restaurante. Ese lunes, Ligonn¨¨s visita a su hijo Thomas, en Angers, donde estudia, y cena tambi¨¦n con ¨¦l, como si nada hubiera pasado. Lo atrae un d¨ªa m¨¢s tarde a Nantes y lo mata esa noche, dos d¨ªas despu¨¦s de masacrar al resto de la familia. Durante todo este tiempo, Ligonn¨¨s sigue enviando mensajes a parientes y amigos con los tel¨¦fonos m¨®viles y redes sociales de su mujer e hijos. Mientras, va borrando archivos digitales que puedan permitir seguir su rastro. El 9 de abril, familiares y amigos reciben una extra?a carta anunciando que la familia se va a Estados Unidos, protegida por la agencia antidrogas DEA debido a un gran caso de tr¨¢fico de estupefacientes.

¡°Del 5 al 10 de abril, Ligonn¨¨s hace todo lo posible por reforzar la tesis de una partida al extranjero y limpiar, con una precisi¨®n extrema, los menores detalles de su vida¡±, resume Society en un reportaje de 70 p¨¢ginas en dos n¨²meros. En este, m¨¢s que buscar el paradero de Ligonn¨¨s, se hace una detallada investigaci¨®n de esa familia que parec¨ªa ¡°el vecino normal de al lado¡±, pero resulta estar llena de sombras, explica en conversaci¨®n telef¨®nica uno de los periodistas que ha dedicado cuatro a?os al caso XDDL, Pierre Boisson. Ligonn¨¨s, que procede de una familia noble pero empobrecida y profundamente religiosa ¡ªsu madre es sospechosa de dirigir una secta cat¨®lica en Versalles¡ª, no logra que ninguno de los negocios que emprende cuajen. En 2011, est¨¢ ahogado en deudas con acreedores, familiares, amigos y hasta amantes, con las que enga?a a una esposa sobre la que ejerce un siniestro control. Nada que ver con la familia bcbg (bon chic, bon genre, como se llama a las familias burguesas y conservadoras en Francia) que proyectaban los Ligonn¨¨s.

El padre abandona la casa el 10 de abril y, tras varias noches en hoteles, su rastro se pierde definitivamente el d¨ªa 15. Para cuando la polic¨ªa encuentra los cad¨¢veres, seis d¨ªas despu¨¦s, y emite una orden de b¨²squeda internacional, es demasiado tarde. La pista se ha enfriado.

El inter¨¦s de los franceses, no. En Francia ¡°cada d¨¦cada tiene su suceso y no son necesariamente los m¨¢s tortuosos o sangrientos, sino los que no tienen respuesta, los misteriosos¡±, explica Boisson ante la fascinaci¨®n por este caso. En los a?os ochenta, recuerda, fue el del peque?o Gr¨¦gory Villemin, el ni?o de cuatro a?os hallado muerto, atado de pies y manos, a la orilla de un r¨ªo en Los Vosgos, un crimen que siempre se atribuy¨® al entorno familiar pero que sigue sin resolver. En los noventa fue el de Jean-Claude Romand, el falso m¨¦dico que durante casi dos d¨¦cadas llev¨® una vida doble y acab¨® matando a sus familiares m¨¢s cercanos. El asesino, que inspir¨® a Emmanuel Carr¨¨re a escribir El Adversario, cumpli¨® 26 a?os de c¨¢rcel, pero ¡°nunca ha habido una explicaci¨®n¡± de sus actos, recuerda Boisson. ¡°Con Ligonn¨¨s sucede algo parecido, provoca muchas preguntas, eso es lo que suscita el inter¨¦s de la sociedad¡±.

Desde hace casi una d¨¦cada, la polic¨ªa no ha parado de recibir llamadas de supuestos avistamientos de Ligonn¨¨s en m¨²ltiples partes de Francia, pero tambi¨¦n en T¨²nez, Las Vegas o, desde que Netflix emiti¨® el cap¨ªtulo dedicado al asesino franc¨¦s, Chicago. Un a?o antes del fiasco escoc¨¦s, la polic¨ªa registr¨® en enero de 2018 un monasterio en el sureste de Francia, pero el hombre que varias personas hab¨ªan identificado como el parricida result¨® ser un monje de parecido razonable con Ligonn¨¨s. Ni siquiera se sabe si el asesino sigue vivo o se suicid¨® tras la masacre. La propia polic¨ªa est¨¢ dividida sobre esta cuesti¨®n, se?ala Boisson. Aun as¨ª, la b¨²squeda contin¨²a. Y Francia sigue devorando cualquier pista. A pesar de haber duplicado su tirada a 130.000 ejemplares, Society ha volado otra vez de los quioscos y los dos n¨²meros del verano se venden en Internet hasta por 35 euros, cinco veces su precio.