Jill Biden, la profesora de ingl¨¦s que evita los focos
La docente asegura que no dejar¨¢ su empleo en un colegio comunitario aunque su esposo llegue a la Casa Blanca
¡°Soy el esposo de la doctora Jill Biden¡±, as¨ª se presentaba el candidato dem¨®crata a la presidencia, Joe Biden, en las asambleas de su partido para pedir el voto durante las primarias. La frase ironiza sobre los cientos de veces en los que a las mujeres se les nombra como una extensi¨®n de sus esposos, y a la vez es un gesto para reflejar la independencia de pensamiento y la influencia de quien podr¨ªa ser la pr¨®xima primera dama. Jill Biden, de 69 a?os, es profesora de ingl¨¦s en un colegio comunitario (dedicado a estudios t¨¦cnicos no universitarios) en Virginia, tiene un doctorado y dos m¨¢steres en Educaci¨®n y se ha mantenido al margen de la carrera pol¨ªtica de su marido para volcarse en la suya.
Cuando los Biden llegaron a la Casa Blanca con la vicepresidencia en 2008, la segunda dama se neg¨® a renunciar a su trabajo y trat¨® de equilibrar las actividades oficiales con sus obligaciones como maestra. ¡°Todo el tiempo est¨¢ revisando ex¨¢menes¡±, recordaba la ex primera dama Michelle Obama sobre los ocho a?os que convivieron juntas en Washington. No hay precedentes, seg¨²n la prensa estadounidense, de otra segunda dama con un trabajo remunerado mientras su marido ocupaba la vicepresidencia.
Jill Biden creci¨® en los suburbios de Filadelfia como la mayor de cuatro hermanas en una familia de clase trabajadora. Desde los 15 a?os busc¨® empleo para marcar la l¨ªnea de la independencia en sus relaciones personales, en una ¨¦poca en la que se hablaba muy poco ¡ªo casi nada¡ª de feminismo. ¡°Quer¨ªa mi propio dinero, mi propia identidad, mi propia carrera¡±, cont¨® a The New York Times en 2008.
Los Biden se conocieron en 1975 cuando el hermano del exvicepresidente los present¨®. Jill acaba de salir de un matrimonio fugaz y estaba por renunciar a las citas cuando Joe la busc¨®. Biden ya era congresista y tres a?os atr¨¢s su primera esposa, Neilia, hab¨ªa muerto en un accidente de coche junto a su hija Naomi, de apenas un a?o. ?l se hab¨ªa quedado solo al cuidado de sus otros dos hijos, Beau y Hunter. La pareja ha contado en varias entrevistas que el candidato le propuso matrimonio a la profesora en cinco ocasiones y que ella lo rechaz¨® al tener dudas sobre si quer¨ªa convertirse no solo en esposa, sino en madre de dos chicos en un solo d¨ªa. La pareja se cas¨® en 1977 en la capilla de la sede de Naciones Unidas. Ambos se declaran cat¨®licos, algo poco habitual entre los candidatos presidenciales en Estados Unidos.
Jill Biden ha mantenido un perfil muy bajo a pesar de la larga carrera pol¨ªtica de su esposo. La familia estableci¨® su residencia en Wilmington (Delaware) y era habitual ver diariamente al senador viajar en tren entre su residencia y Washington para poder pasar tiempo con la familia. La profesora solo ha suspendido brevemente su trabajo en las aulas en dos ocasiones: en 1981, cuando naci¨® la hija de ambos, Ashley, y en la primavera de 2020 para sumarse a la recta final de la campa?a presidencial. Los Biden son abuelos de cinco nietos.
Renuente a la presidencia
A lo largo de los a?os, Jill Biden se hab¨ªa mostrado renuente a las aspiraciones presidenciales de su esposo. Cuando ¨¦l se entusiasmaba un poco y las encuestas mostraban su nombre, ella lo deten¨ªa con un rotundo no.
En 1988, el legislador lo intent¨® sin mucho ¨¦xito y se interes¨® nuevamente en 2003. En 2008, la pareja accedi¨® a sumarse a los Obama en su camino a la presidencia ante la preocupaci¨®n de ambos por los conflictos armados durante la presidencia de George W. Bush.
Como profesora ha preferido estar alejada de las renombradas universidades y desde hace 16 a?os se ha enfocado en los colegios comunitarios ¡ªcentros educativos de formaci¨®n profesional y una alternativa para los estadounidenses que no pueden costearse cuatro a?os de educaci¨®n universitaria¡ª, despu¨¦s de 13 a?os como maestra en escuelas p¨²blicas. Escribi¨® su tesis doctoral sobre c¨®mo disminuir el abandono escolar y retener a los estudiantes en estos centros.
Cuando se doctor¨® en 2007, con 56 a?os, Biden mand¨® colocar un letrero fuera de su casa que dec¨ªa: ¡°Aqu¨ª viven la doctora y el senador Biden¡±.
Y as¨ª seguir¨¢ siendo si llegan a la Casa Blanca. ¡°Si eso sucede, voy a seguir ense?ando. Es importante y quiero que la gente valore a los profesores y su contribuci¨®n profesional¡±, asegur¨® en una reciente entrevista.
Una asesora clave en la elecci¨®n de Kamala Harris
Cuando Jill Biden lleg¨® a la Casa Blanca como segunda dama apenas ten¨ªa apariciones con los Obama. Sus colaboradores cuentan que era t¨ªmida y dudaba sobre su papel pol¨ªtico como esposa del vicepresidente. As¨ª que se acerc¨® a lo que conoc¨ªa mejor: la educaci¨®n, aunque tambi¨¦n se dedic¨® a respaldar campa?as de apoyo a las tropas militares. La profesora tuvo que pedir varios permisos en el centro educativo en el que trabaja para asistir a los actos oficiales y las giras internacionales con su esposo. ¡°Cuando alguno de los estudiantes pregunta si estoy casada con el vicepresidente, les digo que somos parientes y eso generalmente los calma¡±, escribi¨® en un correo electr¨®nico a un colega. Los miembros del servicio secreto que la escoltaban entonces deb¨ªan vestir como estudiantes, seg¨²n pidi¨® ella misma a la Casa Blanca.
Con el tiempo, la ex segunda dama ha ganado confianza y seguridad en su papel como consejera del candidato dem¨®crata a la presidencia. El equipo de Biden ha contado a The Washington Post que para la selecci¨®n de Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia la esposa del pol¨ªtico fue una pieza clave en la decisi¨®n, adem¨¢s de que ha sido la persona que m¨¢s cerca ha estado del candidato durante toda la campa?a, ante las medidas de distanciamiento social por la pandemia del coronavirus. La profesora se ha convertido por inercia en asesora pol¨ªtica y hasta en guardaespaldas cuando alg¨²n fan¨¢tico ha intentado acerc¨¢rsele al candidato. El ¨²ltimo empuj¨®n a la campa?a lo ha dado al esposo de Harris, el abogado Douglas Emhoff, a qui¨¦n el d¨ªa del anuncio de la candidatura le pregunt¨® a trav¨¦s de Twitter: ¡°?Est¨¢s listo, Doug?¡±.
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