El movimiento Sleeping Giants mina la red de desinformaci¨®n del gur¨² de Jair Bolsonaro

El verbo ¡°desmonetizar¡± entr¨® a formar parte del vocabulario pol¨ªtico de Brasil cuando el movimiento Sleeping Giants, que expone a las empresas que financian con sus anuncios en Internet de extrema derecha y noticias falsas, lleg¨® al pa¨ªs hace tres meses. Caus¨® entonces malestar en sectores influyentes de apoyo a Jair Bolsonaro y motiv¨® hasta una breve y pol¨¦mica investigaci¨®n de la Polic¨ªa Federal, en medio del debate sobre la injerencia del presidente en las fuerzas de seguridad.

En Internet, desmonetizar significa anular la posibilidad de generar ingresos a trav¨¦s de la publicidad autom¨¢tica en las p¨¢ginas web. Para este proyecto, que alerta a los anunciantes que sus productos aparecen en espacios de desinformaci¨®n, la palabra representa la acci¨®n m¨¢s eficaz para desinflar redes que difunden el odio y la mentira, como la que encabeza el mayor gur¨² del Gobierno de Bolsonaro, Olavo de Carvalho.

La web Brasil Sem Medo (Brasil sin miedo) fue creada a finales del a?o pasado por Carvalho, mentor intelectual del bolsonarismo. Se define como ¡°el mayor diario conservador del pa¨ªs¡± y es el tercer objetivo de la versi¨®n brasile?a de Sleeping Giants. En marzo, cuando la pandemia de la covid-19 ya hab¨ªa matado a 30 personas en Brasil, YouTube elimin¨® un v¨ªdeo en el que Olavo de Carvalho afirmaba: ¡°No hay un solo caso confirmado de muerte por coronavirus. Esta epidemia simplemente no existe¡±. La web respalda la narrativa bolsonarista e insiste en relativizar las muertes por la enfermedad.

A principios de junio, Sleeping Giants inici¨® una campa?a para desmonetizar la web Brasil Sem Medo por ¡°utilizar constantemente noticias falsas, discursos de odio y teor¨ªas de conspiraci¨®n¡±, adem¨¢s de ¡°promover la ¡®anticiencia¡¯ en plena crisis de salud p¨²blica¡±. Adem¨¢s de exigir a los anunciantes que retiraran la publicidad autom¨¢tica, el movimiento adopt¨® la estrategia de ¡°ir directo a la fuente¡±. Apunt¨® contra las empresas que ofrecen tecnolog¨ªa de medios de pago a la web, que cobra 290 reales (53 d¨®lares) por el plan de suscripci¨®n anual.

Hotmart, empresa utilizada como sistema para vender suscripciones en l¨ªnea, dud¨® sobre si dejar o no de ofrecer el servicio a Brasil Sem. ¡°No nos compete juzgar las noticias falsas en internet¡±, justific¨® en un comunicado Jo?o Pedro Resende, director de la empresa. El 7 de julio, sin embargo, Hotmart anunci¨® que hab¨ªa decidido dejar de ofrecer su tecnolog¨ªa a productos period¨ªsticos de car¨¢cter pol¨ªtico, ¡°independientemente de la ideolog¨ªa¡±. Sin embargo, Brasil Sem Medo sigue utilizando su medio de pago. Seg¨²n c¨¢lculos de Sleeping Giants, el portal recauda unos 236.000 reales (43.000 d¨®lares) mensuales.

Otra t¨¢ctica que ha empleado Sleeping Giants para desmonetizar la m¨¢quina olavista ha sido exponer a PayPal y PagSeguro, plataformas que permiten la venta de los cursos en l¨ªnea de Olavo de Carvalho y recaudan donaciones para el ide¨®logo bolsonarista. Tras un mes de presi¨®n, la estadounidense PayPal bloque¨® la cuenta de Olavo de Carvalho, reiterando ¡°el compromiso de revisar diligentemente que todos los usuarios cumplan las pol¨ªticas de uso¡±. La brasile?a PagSeguro, sin embargo, se resiste a suspender las transacciones electr¨®nicas que benefician al bolsonarista aduciendo ¡°cuestiones legales¡±. ¡°Por ley, las instituciones de pago deben garantizar el acceso no discriminatorio a sus servicios y la libertad de elecci¨®n de los usuarios finales¡±, dice la empresa.

¡°Censura comunista¡±

Indignado por el bloqueo de PayPal, Olavo de Carvalho afirm¨® que la campa?a para evitar la financiaci¨®n de su p¨¢gina web es ¡°censura comunista¡±. ¡°Utilizan la palabra desinformaci¨®n para designar cualquier error accidental o inexactitud¡±, dijo el gur¨² bolsonarista en una transmisi¨®n en directo. ¡°No han mostrado ninguna noticia falsa m¨ªa¡±. En su pr¨¦dica contra los ideales progresistas a los que se refiere como ¡°adoctrinamiento comunista¡±, Carvalho ha llegado a asociar la pedofilia con el ¡°movimiento gay¡± y, recientemente, reclam¨® la pena de muerte para el magistrado del Supremo Alexandre de Moraes, responsable de la investigaci¨®n de las noticias falsas que tiene en su punto de mira a influenciadores y parlamentarios bolsonaristas.

Seg¨²n el ¨²ltimo balance de Sleeping Giants, m¨¢s de 270 empresas han respondido a la solicitud de desmonetizar Brasil Sem Medo eliminando el sistema autom¨¢tico de anuncios de Google. Con solo tres meses de funcionamiento, la versi¨®n brasile?a del movimiento calcula que ha hecho perder alrededor de un mill¨®n de reales (183.000 d¨®lares) a p¨¢ginas y canales vinculados a la extrema derecha.

¡°Tenemos mucho que agradecer a todos los seguidores que se involucran a diario en nuestra lucha, exigiendo a las empresas responsabilidad social para tener un pa¨ªs libre de noticias falsas¡±, afirma el administrador de la cuenta brasile?a ¡ªque permanece en el anonimato por razones de seguridad¡ª al celebrar los resultados que ha obtenido el movimiento en menos de 100 d¨ªas.

El bolsonarismo reacciona al cerco digital

Antes de ir a por Brasil Sem Medo, Sleeping Giants tuvo en su punto de mira a los peri¨®dicos digitales Jornal da Cidade Online y Conex?o Pol¨ªtica, ambos con una l¨ªnea editorial bolsonarista y un historial de difusi¨®n de noticias falsas. Jornal da Cidade Online perdi¨® m¨¢s de 200 anunciantes, pero, despu¨¦s de pasar dos meses desmonetizado, volvi¨® a publicar anuncios a trav¨¦s de plataformas alternativas, como el programa de afiliados de Bet365, una empresa de apuestas brit¨¢nica. La p¨¢gina de Facebook del peri¨®dico sigue llena de anuncios autom¨¢ticos.

Para mantener las aportaciones y escapar del cerco digital, especialmente en el sistema de Google, activistas digitales asociados al bolsonarismo han recurrido a otras formas de financiaci¨®n. Entre las opciones que han probado se encuentra el uso de bitcoins o incluso de plataformas de financiaci¨®n colectiva menos conocidas, como Thinkspot, lanzada recientemente con el objetivo de monetizar contenido ultraconservador.

Debido a la desbandada de anunciantes en p¨¢ginas alineadas con la extrema derecha, la cruzada de Sleeping Giants ha hecho reaccionar a simpatizantes y miembros del Gobierno de Bolsonaro, que han empezado a hacer campa?a contra las empresas que vetan anuncios en las p¨¢ginas de sus aliados. Un estudio realizado por Netlab, un laboratorio de la Universidad Federal de R¨ªo de Janeiro que investiga las interacciones en las redes sociales, identific¨® que el 30% de las cuentas que escrib¨ªan hashtags contra marcas en Twitter estaban operados por bots.

El contraataque no se limita al entorno digital. Seg¨²n The Intercept Brasil, la Polic¨ªa Federal intent¨® investigar al movimiento en mayo, pero todo qued¨® archivado a pedido de la propia fiscalia. EL PA?S interrog¨® a la polic¨ªa sobre la investigaci¨®n, sin obtener respuesta. El administrador de la cuenta de Sleeping Giants tampoco respondi¨® a las consultas del peri¨®dico.

En un comunicado enviado a EL PA?S, el portavoz de Google informa que, entre abril y junio de este a?o, se retiraron anuncios de m¨¢s de 600.000 p¨¢ginas y 16.000 dominios brasile?os por incumplimiento de sus pol¨ªticas, que fueron actualizadas en marzo para evitar la monetizaci¨®n de p¨¢ginas y canales con informaci¨®n sobre la covid-19 contrarias al consenso cient¨ªfico.

Con m¨¢s de 380.000 seguidores en Twitter, Sleeping Giants Brasil ya tiene un alcance mayor que su matriz estadounidense. Adem¨¢s de centrarse en desmonetizar las tres p¨¢ginas web mencionadas, el movimiento ha tenido ¨¦xito en acciones puntuales, como el desbaratamiento de una campa?a de financiamiento del grupo ultraderechista 300 de Brasil, calificado por la Fiscal¨ªa como un ¡°grupo criminal armado¡±, y la embestida contra el canal de gamers Xbox Mil Grau. Conocido por sus discursos racistas, sexistas y homof¨®bicos, el canal cerr¨® gracias a la movilizaci¨®n en torno a YouTube y a los anunciantes. ¡°Una lucha colectiva que dio resultado¡±, celebr¨® Sleeping Giants Brasil.