La madre de una ni?a que se suicid¨® tras ser abusada en la escuela: ¡°En Ecuador nunca hubo justicia para las ni?as violadas¡±
La Corte Interamericana de Derechos Humanos impone al Estado una compensaci¨®n para la familia dos d¨¦cadas despu¨¦s de la muerte de la menor
¡°Nunca la pude ayudar cuando ella estuvo en vida porque nunca supe lo que pasaba¡±. Petita Albarrac¨ªn a¨²n se quiebra al hablar de su hija Paola Guzm¨¢n. ¡°Nunca me dijo nada por las amenazas¡±, se reprocha. Su hija se suicid¨® a los 16 a?os, hace ya 18, despu¨¦s de enterarse de que estaba embarazada del vicerrector de su escuela en Guayaquil, Ecuador. El hombre, entonces de 65 a?os, llevaba m¨¢s de un a?o abusando de una ni?a que era 50 a?os menor. Seg¨²n ha sentenciado ahora la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Ecuador no fue lo suficientemente diligente ni para evitar el acoso sexual ni para perseguir a los responsables.
En el primer pronunciamiento de la CIDH por abusos sexuales en el ¨¢mbito educativo, el tribunal conden¨® a Ecuador por no haber protegido a una menor que ¡°vio lesionados sus derechos a la vida, a la integridad personal, a la vida privada y a la educaci¨®n¡±. Y orden¨® al Estado a entregar una reparaci¨®n econ¨®mica a la familia de Paola Guzm¨¢n, a limpiar el nombre de la v¨ªctima -que fue considerada en el proceso judicial como parte responsable al atribuirle un rol de seductora- y a dar una perspectiva de g¨¦nero al sistema educativo.
El Estado ecuatoriano, recoge la sentencia del caso Guzm¨¢n, ¡°no le prest¨® el auxilio debido para procurar evitar su muerte¡±. Adem¨¢s de que todos en la escuela sab¨ªan que exist¨ªa una relaci¨®n sexual de abuso prolongada, la menor no recibi¨® la ayuda debida y se suicid¨®. Hab¨ªa ingerido diablillos - juegos pirot¨¦cnicos con alto contenido de f¨®sforo blanco que explotan cuando se golpean contra el suelo- y fue atendida en la enfermer¨ªa de la escuela. All¨ª solo le dijeron que rezara para que pudiese ser perdonada por lo que hab¨ªa hecho. La menor muri¨® un d¨ªa despu¨¦s en el hospital.
Lo ¨²nico que no result¨® suficientemente probado en el caso ante la CIDH fue que Paola resultase embarazada por el abuso y que se practicara un aborto clandestino por presi¨®n del vicerrector con el m¨¦dico del centro, a cambio, de nuevo, de favores sexuales. Eso fue lo que le contaron a Petita Albarrac¨ªn las compa?eras de escuela de su hija, una vez que hab¨ªa muerto. ¡°Mi hija estuvo embarazada porque le ense?¨® una prueba de un laboratorio particular a su compa?era¡±, explic¨® en su momento la mujer, seg¨²n recogieron medios locales, cuando a¨²n lidiaba con las autoridades locales para que se reconociera el da?o causado. ¡°?l abus¨® de su confianza. Ella tal vez lo vio como un superior, como un profesor. Pero ¨¦l abus¨®, la manipul¨®. Mi hija ten¨ªa 16 a?os y este hombre ten¨ªa 65. Eso no es amor. Cuando ella estaba ah¨ª tirada, ¨¦l tuvo que haberla amenazado para que no nos dijera nada. Eso ella se lo llev¨® a la tumba¡±, denunci¨® la madre.
Lita Mart¨ªnez, directora ejecutiva del Centro Ecuatoriano para la Acci¨®n y Promoci¨®n de la Mujer CEPAM-Guayaquil, uno de los promotores de la denuncia, explica que se intent¨® alcanzar una soluci¨®n amistosa con el Gobierno de Ecuador, sin resultados. ¡°Tenemos la esperanza de que ahora s¨ª cumplan, pero tampoco estamos cr¨¦dulas¡±, dice. La CIDH, en una decisi¨®n poco habitual, impuso un acompa?amiento de la propia Corte y de las v¨ªctimas en el proceso de transformaci¨®n que debe acometer el pa¨ªs.
Adem¨¢s, hace responsable al sistema judicial ecuatoriano por la impunidad en que deriv¨® el proceso penal. ¡°Trat¨¢ndose de una ni?a v¨ªctima de violencia sexual, las autoridades judiciales tendr¨ªan que haber obrado con mayor diligencia¡±, recoge la sentencia, tras dar por probado que la lentitud de la justicia abon¨® para que el responsable del abuso, Bol¨ªvar Esp¨ªn, vicerrector entonces de la escuela Mart¨ªnez Serrano de Guayaquil, se fugase antes de que se dictase una orden de prisi¨®n preventiva. Los delitos, finalmente, prescribieron sin sanci¨®n para el culpable.
¡°La investigaci¨®n se inici¨® en diciembre de 2002 y la prescripci¨®n de la acci¨®n penal fue declarada el 18 de septiembre de 2008. De los cerca de cinco a?os y nueve meses que dur¨® el proceso penal, no consta actividad alguna¡±, reprocha la Corte CIDH a Ecuador.
Educaci¨®n sexual en las escuelas
Uno de los puntos m¨¢s ¡°revolucionarios¡± del pronunciamiento del tribunal interamericano, seg¨²n aclaran Lita Mart¨ªnez y Catalina Mart¨ªnez, directora regional del Centro de Derechos Reproductivos, es que Ecuador debe introducir la educaci¨®n sexual en su malla curricular y abordarla con perspectiva de g¨¦nero. De esta forma, los ni?os ser¨¢n capaces de reconocer cu¨¢ndo se dan casos de abuso de una autoridad educativa. Adem¨¢s, la Corte reconoce la libertad sexual de los j¨®venes. ¡°La situaci¨®n no va a cambiar inmediatamente porque es un proceso que lleva a?os y porque se tiene que dar una transformaci¨®n en la pol¨ªtica p¨²blica, en la cultura y en la opini¨®n p¨²blica¡±, reconocen las abogadas.
La Corte introduce ese requisito de la perspectiva de g¨¦nero en respuesta a c¨®mo se llev¨® el proceso judicial del caso Paola Guzm¨¢n. ¡°La Corte Superior de Justicia de Guayaquil consider¨® que no hubo delito de acoso sexual, pues no fue el vicerrector quien ¡®persigui¨®¡¯ a Paola, sino que fue ella quien requiri¨® sus ¡®favores docentes¡¯, siendo ello el ¡®principio de la seducci¨®n¡¯. La misma decisi¨®n entendi¨® que la conducta del vicerrector configuraba ¡®estupro¡¯ y, al explicar esto, se?al¨® que en ese delito la seducci¨®n se dirige a ¡®alcanzar el consentimiento y lograr la c¨®pula carnal, con mujer honesta¡±, recoge la sentencia, que reprocha a la justicia ecuatoriana un ¡°an¨¢lisis sesgado con base en preconceptos de g¨¦nero¡±. Conllevaron, concluye, a atribuirle ¡°impl¨ªcitamente (a la v¨ªctima), al menos de modo parcial, responsabilidad en lo que finalmente ocurri¨®¡±. Y nunca se consider¨® la ¡°especial situaci¨®n de vulnerabilidad en que se encontraba por ser ni?a y sufrir dicha violencia de un docente¡±.
Por eso, parte de la condena contra Ecuador incluye, adem¨¢s, la obligaci¨®n de dar a conocer todo lo que ocurri¨® a trav¨¦s de un acto p¨²blico de reconocimiento de responsabilidad internacional. ¡°All¨¢ (en la CIDH) s¨ª vieron lo que pas¨®. Vieron todas las pruebas, pero aqu¨ª, nadie le dio importancia a lo que estaba pasando en la educaci¨®n: la violaci¨®n y el acoso. Doy gracias a Dios que a¨²n me tiene en pie para ver que se hace justicia con mi hija. En Ecuador no hay justicia ni para mi hija ni para todas las ni?as que han sido acosadas¡±, cuestiona todav¨ªa la madre de Paola.
Ecuador tiene ahora un a?o para acatar la sentencia y deber¨¢ reportar sus avances a la Corte, que no cerrar¨¢ el caso hasta que el pa¨ªs haya dado ¡°cumplimiento cabal¡± a todos los pedidos.
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