Fernando Carrillo: ¡°La m¨¢quina de la guerra en Colombia est¨¢ produciendo nuevas v¨ªctimas¡±
El jefe del ministerio p¨²blico asegura que hay que ¡°volcar este Estado c¨¦ntrico en los territorios¡± y que le ¡°preocupa much¨ªsimo¡± los ataques a la independencia de la justicia
Fernando Carrillo Fl¨®rez (Bogot¨¢, 57 a?os), procurador general de Colombia, afronta la recta final de su mandato al frente del organismo encargado de combatir la corrupci¨®n e investigar las faltas disciplinarias de los servidores p¨²blicos. Aunque le restan cinco meses al frente del ministerio p¨²blico, el Congreso ha elegido este jueves a Margarita Cabello, una exministra del presidente Iv¨¢n Duque, como su relevo. ¡°Lo que viene requiere muchos acuerdos nacionales. Colombia tiene que parar este extremismo, esta crispaci¨®n y por supuesto esta polarizaci¨®n. Ac¨¢ no podemos seguir movi¨¦ndonos en los extremos¡±, valora Carrillo, quien ha sido ministro de Justicia y del Interior, embajador en Espa?a y parte del movimiento de la s¨¦ptima papeleta que dio origen a la Constituci¨®n de 1991. Esta conversaci¨®n con EL PA?S se produce en medio de uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos desde la firma del acuerdo de paz con las FARC, con el estallido de m¨²ltiples masacres durante las ¨²ltimas semanas.
Pregunta. ?Por qu¨¦ estamos viendo este incremento repentino en las masacres en distintos lugares de Colombia?
Respuesta. Se ha demostrado una vez m¨¢s que la densidad institucional del Estado es muy pobre en las regiones y los territorios. Aqu¨ª se ha cre¨ªdo que por la presencia transitoria y coyuntural de la fuerza p¨²blica se recuperan los territorios, y se recuperan a base de confianza en el Estado, de presencia social y de justicia territorial. Los acuerdos de paz iban en esa direcci¨®n de crear una institucionalidad social, estamos hablando de salud, educaci¨®n, servicios p¨²blicos, v¨ªas y justicia. Y subrayo justicia, porque el mayor d¨¦ficit de la institucionalidad en los territorios de Colombia es la justicia local. Donde no hay justicia local no puede haber paz, hay barbarie, hay regreso al pasado. Porque lamentablemente lo que estamos viendo en t¨¦rminos de masacres, de asesinatos de lideres sociales, de anarqu¨ªa a nivel del orden p¨²blico es la presencia de crimen organizado, sin duda, de actores armados ilegales, pero que est¨¢n de alguna amparados por la inexistencia de estructuras judiciales locales.
P. La Procuradur¨ªa ha advertido, entre otras, sobre el incremento del reclutamiento forzado, a¨²n en plena pandemia. ?Por qu¨¦ ha sido incapaz el Estado colombiano de llegar a los territorios, a pesar de que esa era una de las grandes promesas de los acuerdos?
R. Algunos han cre¨ªdo que el cumplimiento mediocre de los acuerdos de paz es tener un visto bueno ante la comunidad internacional. Y el compromiso va mucho m¨¢s all¨¢ que eso. Ha sido gracias a todo el respaldo de la comunidad internacional, de los embajadores europeos concretamente y de tantos otros, que se ha mantenido alg¨²n tipo de compromiso del Gobierno con los acuerdos de paz. Insisto en que no se trata solamente de ir a los territorios una vez se han cometido las masacres, contar los cad¨¢veres, reunirse con los familiares y devolverse a Bogot¨¢. Lo que se requiere es una presencia permanente de la institucionalidad. Hay que volcar este Estado c¨¦ntrico y centralizado, en los territorios. El problema de la paz en Colombia sigue siendo un problema de una institucionalidad escu¨¢lida y d¨¦bil, y una casi nula presencia del Estado. Lo que habr¨ªa que pensar es cu¨¢l es en verdad el porcentaje de cumplimiento, y la voluntad pol¨ªtica de cumplimiento. Lejos de reducir el n¨²mero de v¨ªctimas, de cumplirle, de reparar, de restituir, lo que est¨¢ pasando en Colombia en los ¨²ltimos meses es que la maquina de la guerra est¨¢ produciendo nuevas v¨ªctimas.
P. ?Qu¨¦ no se ha cumplido?
R. No se ha cumplido, por ejemplo, el capitulo ¨¦tnico de los acuerdos, que supon¨ªa mayor institucionalidad, mayor inversi¨®n para las poblaciones ind¨ªgenas, afros y campesinas. Que est¨¢n confinadas, pero los actores armados est¨¢n atentando contra ellas. Y contra los j¨®venes, porque todos estos muertos de estas ¨²ltimas masacres son colombianos j¨®venes, adem¨¢s. Porque no han accedido a pretensiones de la guerrilla. Porque han sido estigmatizados. O simplemente como una muestra de autoridad de actores armados que disponen de la vida de las personas arbitrariamente y est¨¢n sembrando un terror y un miedo que no se ve¨ªa en Colombia hace muchos a?os.
P. ?Es esta la mayor crisis de seguridad desde la firma de los acuerdos?
R. Yo creo que s¨ª, sigue agudiz¨¢ndose la violencia, sigue recrudeci¨¦ndose la violencia. Dice Indepaz [Instituto de estudios para el desarrollo y la paz] que son m¨¢s de 1.000 l¨ªderes sociales asesinados desde la firma de los acuerdos, y ese ya es un indicador absolutamente preocupante. Y no es el n¨²mero, porque ah¨ª hay una discusi¨®n con el Gobierno, no es la defensa con el espejo retrovisor. Aqu¨ª tenemos que mirar qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando en Colombia en este momento, y ponernos de acuerdo. Lo cierto es que los escenarios de la violencia m¨¢s descarnada est¨¢n repiti¨¦ndose en los territorios. En Nari?o, Cauca, Choc¨®, Antioquia, Norte de Santander, Arauca. Hay seis departamentos donde se est¨¢ concentrando la violencia y el exterminio de l¨ªderes sociales y de excombatientes de las FARC.
P. El momento pol¨ªtico tambi¨¦n es delicado. Luego de la detenci¨®n domiciliaria del expresidente ?lvaro Uribe, ordenada por la Corte Suprema, usted hizo un llamado a acatar las decisiones de la justicia.
R. En un concepto que rendimos ante la Corte, mostrando como la Procuradur¨ªa est¨¢ en el fiel de la balanza, le pedimos a la sala de instrucci¨®n que enviara el expediente del expresidente Uribe a la Fiscal¨ªa por razones absolutamente jur¨ªdicas. Por la solidez que dan varios fallos de la propia Corte Suprema que explican con much¨ªsima claridad que cuando un senador pierde su fuero [Uribe renunci¨® a su esca?o], simplemente ese proceso tiene que ir a la Fiscal¨ªa salvo que se pruebe una relaci¨®n funcional con los delitos, que cree la Procuradur¨ªa no estaba probada en el expediente. Y eso nos llev¨® a, en el ¨²ltimo p¨¢rrafo de ese memorial, insistir de nuevo en que desde el presidente de la rep¨²blica hasta el m¨¢s modesto de los funcionarios p¨²blicos tiene que respetar y hacer respetar los fallos de la justicia. La forma de controvertir un fallo de la justicia es ante las instancias judiciales, en el marco del proceso mismo. La base de un Estado de derecho es el respeto a la autonom¨ªa, la independencia y el poder judicial, cuyas decisiones deben acatarse.
P. El senador Iv¨¢n Cepeda, considerado v¨ªctima en el caso, ha manifestado que la Corte deber¨ªa mantener su competencia. ?Por qu¨¦ abundan las interpretaciones?
R. El concepto de la Procuradur¨ªa es absolutamente jur¨ªdico, apegado a la normatividad, a la propia jurisprudencia de la misma Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados en el pasado profirieron y se?alaron criterios para los casos en que un senador pierde el fuero. Yo no me voy a meter en la controversia pol¨ªtica. En el mismo caso, exoneramos de toda responsabilidad disciplinaria al senador Iv¨¢n Cepeda, en otro proceso disciplinario, por considerar que no hab¨ªa lugar a ning¨²n tipo de sanci¨®n.
P. La decisi¨®n de Cepeda confirma su absoluci¨®n, a pesar de que la defensa de Uribe insiste en pedir que se revise.
R. Porque el ministerio p¨²blico lo que defiende son los intereses de la sociedad. Como en un proceso disciplinario y en un proceso penal, independientemente de los extremismos y la polarizaci¨®n que hay en Colombia, que quiere invadir las decisiones judiciales, la Procuradur¨ªa puede fallar en un caso en funci¨®n siempre de los intereses de la juridicidad. Y punto. Nunca dej¨¢ndose influir por ese veneno que es la politizaci¨®n de la justicia.
P. ?Le preocupa esa polarizaci¨®n que impera en torno a los procesos contra el expresidente Uribe?
R. Me preocupa much¨ªsimo la forma en que se pretende atacar a la justicia. La justicia es la puerta de entrada de la legitimidad del Estado. Donde no hay justicia existe la barbarie, no existe el Estado de derecho, no se respetan los dict¨¢menes de una constituci¨®n. Y por eso, independientemente de que uno le guste o no le guste un fallo, tiene que respetar a las autoridades jurisdiccionales, es un principio b¨¢sico. Luego cualquier intento de mostrar elementos pol¨ªticos en una decisi¨®n judicial, de lado y lado, es absolutamente discutible y condenable. M¨¢ximo cuando se utiliza una tribuna p¨²blica para poner en entredicho las decisiones de los jueces.
P. Usted ha propuesto una reforma a la justicia, ?En que se diferencia de las dem¨¢s que est¨¢n sobre la mesa, y en particular de la que promueve el Centro Democr¨¢tico?
R. Son cinco los argumentos que definen la naturaleza de la reforma, y lo que la diferencia de las dem¨¢s. Esto fue un proceso de consulta que hicimos durante seis meses, donde intervinieron m¨¢s de 9.000 colombianos. No sale del cubilete de un concili¨¢bulo de expertos, sino de las necesidades de la ciudadan¨ªa. Es un proyecto de justicia en donde el ciudadano es el centro. En segundo lugar es una reforma b¨¢sica, no una con grandes pretensiones de modernizar las cortes. Est¨¢ centrada en las necesidades de una justicia local, rural, la del ciudadano que sufre los vej¨¢menes de la violencia. Es una micro reforma pero de consecuencias macro. No se necesita reformar la Constituci¨®n. Lo tercero, est¨¢ centrada en las regiones, toca a las poblaciones m¨¢s vulnerables de Colombia donde la justicia no existe. Lo ¨²ltimo es que aborda los problemas que vamos a vivir de aqu¨ª en adelante con la gran conflictividad por cuenta de la pandemia. La inspiraci¨®n del proyecto es fortalecer el Estado de derecho desde la base.
P. Usted fue uno de los l¨ªderes del movimiento que desemboc¨® en la Constituci¨®n, ?qu¨¦ siente cuando escucha las propuestas de una constituyente para reformar a la justicia?
R. Siento que son propuestas innecesarias, inoportunas e inefectivas. A los colombianos les importa muy poco lo suceda en las altas cortes. Las necesidades jur¨ªdicas insatisfechas de los colombianos est¨¢n a nivel local. Son los campesinos que tienen un problema de acceso a las tierras, los l¨ªderes sociales que ven un problema de impunidad frente a los asesinatos y la forma en que los estigmatizan, las mujeres que sufren violencia dom¨¦stica.
P. ?Qu¨¦ le aconsejar¨ªa a su sucesor o sucesora?
R. Tres consejos fundamentales. Que no se olvide que esta instituci¨®n naci¨® como baluarte de la ¨¦tica p¨²blica, y el d¨¦ficit m¨¢s grande que tiene Colombia no es fiscal, econ¨®mico o social, es el d¨¦ficit de ¨¦tica p¨²blica. Y esto tiene que ser un referente ¨¦tico. Lo segundo es que en virtud de eso, la defensa del inter¨¦s p¨²blico le impide a un procurador permitir que esto se convierta en un coto de caza de los pol¨ªticos, y sobretodo de los pol¨ªticos regionales. Y lo tercero es que tampoco es una instituci¨®n para hacerle favores a nadie. El que crea que la Procuradur¨ªa es una m¨¢quina de hacer favores siendo c¨®mplice de los amigos o perseguidor de los enemigos, simplemente est¨¢ distorsionando la funci¨®n del ministerio p¨²blico.
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