La polic¨ªa de la provincia de Buenos Aires se subleva para exigir un aumento de sueldo
La fuerza de seguridad reclama un aumento salarial cercano al 60% y el derecho a sindicarse
La Polic¨ªa Bonaerense se ha sublevado. En plena crisis econ¨®mica y sanitaria, con la provincia sometida a una cuarentena severa, los agentes llevan tres d¨ªas reclamando un aumento salarial cercano al 60% y el derecho a sindicarse. El mi¨¦rcoles decidieron elevar la tensi¨®n y rodear la residencia presidencial de Olivos, lo que provoc¨® el rechazo tanto del Gobierno como de la oposici¨®n. La polic¨ªa de la provincia de Buenos Aires es una fuerza numerosa, con unos 130.000 miembros (90.000 de ellos en ejercicio), y mal pagada: los salarios b¨¢sicos no llegan los 40.000 pesos, equivalentes a 400 d¨®lares al cambio oficial y a 307 al cambio real.
Al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se le desparraman los problemas. Adem¨¢s de gestionar una provincia superpoblada y con altos ¨ªndices de pobreza, principal foco de la pandemia en Argentina, de no saber qu¨¦ hacer ante las ocupaciones de terrenos por parte de familias desesperadas (y de grupos m¨¢s o menos mafiosos) y de encontrarse en plena renegociaci¨®n de la deuda, tiene que hacer frente ahora a una sublevaci¨®n dif¨ªcil de controlar porque no hay l¨ªderes ni estructuras representativas.
Tanto ¨¦l como su ministro de Seguridad, Sergio Berni, son criticados desde el gobierno nacional por no haber sabido prever que la polic¨ªa estaba a punto de entrar en ebullici¨®n. Kicillof y Berni, dos fieles de la vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, atraviesan el peor momento desde que asumieron sus cargos en diciembre pasado.
De Berni se quejan tambi¨¦n los intendentes peronistas de la provincia, hartos de su af¨¢n de protagonismo y de su estilo autoritario. Enfrentado a la ministra de Seguridad del gobierno nacional, Sabina Frederic, y no especialmente cercano al presidente Alberto Fern¨¢ndez, Sergio Berni podr¨ªa ser la v¨ªctima ideal si se decidiera que alguien tiene que pagar por el estropicio de la polic¨ªa.
Agradezco todas las muestras de preocupaci¨®n y afecto que he recibido. Los problemas debemos afrontarlos y resolverlos en paz y con sensatez.
— Alberto Fern¨¢ndez (@alferdez) September 9, 2020
A quienes quieren venir a acompa?arme, los abrazo y les pido que no olviden que estamos en pandemia.
No potenciemos el riesgo.
La Polic¨ªa Bonaerense tiene una historia problem¨¢tica. Abundan los casos de corrupci¨®n y violencia injustificada. Ahora mismo est¨¢ bajo investigaci¨®n por la muerte de un joven, Facundo Astudillo, y ha protagonizado varios tiroteos causados por simples desobediencias de j¨®venes a respetar la cuarentena. A partir de 2016, la ciudad de Buenos Aires opt¨® por disponer de una polic¨ªa propia (bastante mejor pagada) y prescindir de la Bonaerense.
La paralizaci¨®n de actividades a causa de la cuarentena ha reducido de forma sustancial los ingresos de los agentes, habituados a percibir retribuciones extraordinarias por el mantenimiento de la seguridad en actos masivos, como partidos de f¨²tbol, o por servicios privados durante las libranzas, como protecci¨®n ocasional de joyer¨ªas u otros negocios. Las tomas de tierras, el control del cumplimiento de la cuarentena y el aumento de la delincuencia, por la crisis y por el vaciado parcial de c¨¢rceles con motivo de la pandemia, mantienen a los agentes en tensi¨®n permanente desde hace meses.
El ministro provincial Sergio Berni se reuni¨® de madrugada con varios representantes policiales en su cuartel general del Puente 12, en La Matanza, y les record¨® que el Gobierno de Kicillof se hab¨ªa comprometido a efectuar una ¡°mejora importante¡± de los salarios, estimada en un 30%. Pero no hubo ning¨²n acuerdo. Los agentes reclaman un aumento del 60% sobre los salarios l¨ªquidos, derecho a la sindicalizaci¨®n, horas extraordinarias mejor retribuidas y m¨¢s de 2.000 pesos mensuales en concepto de mantenimiento del uniforme y el equipamiento, entre otras reivindicaciones.
Tras el fracaso de la reuni¨®n con Berni, un suboficial de la polic¨ªa cuyo hijo fue asesinado en 2018, se encaram¨® a la torre de vigilancia del cuartel de Puente 12 y amenaz¨® con suicidarse. Otro polic¨ªa logr¨® subir con arneses y convencerle de que desistiera. Poco despu¨¦s, centenares de agentes rodearon con sus veh¨ªculos la residencia presidencial de Olivos, cuya protecci¨®n tuvo que ser reforzada con fuerzas de la Prefectura y la Polic¨ªa Federal. El presidente Alberto Fern¨¢ndez se ofreci¨® a recibir a una delegaci¨®n, pero la propuesta fue rechazada. Fern¨¢ndez expres¨® su pleno apoyo a Kicillof y dijo que el problema no iba a resolverse con los polic¨ªas ¡°escondidos en patrulleros y tocando bocinas¡±.
Los principales referentes de la oposici¨®n criticaron tambi¨¦n a los agentes por rodear Olivos, aunque dijeran comprender los motivos de la protesta. El principal sindicato argentino, la Confederaci¨®n General del Trabajo, filoperonista, calific¨® las protestas policiales de ¡°insubordinaci¨®n¡±.
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