Trump urge al Senado a proceder ¡°sin demora¡± al relevo de la juez Ginsburg en el Supremo
El presidente considera su ¡°obligaci¨®n¡± nombrar un candidato antes de las elecciones del 3 de noviembre y abre un proceso llamado a marcar la campa?a. La senadora Susan Collins rechaza que se vote antes de la elecci¨®n

El presidente de EE UU, Donald Trump, ha dejado claro que se dispone a iniciar el proceso para tratar de cubrir, antes de las elecciones del 3 de noviembre, la vacante que deja en el Tribunal Supremo la juez Ruth Bader Ginsburg, fallecida el viernes a los 87 a?os. El s¨¢bado por la ma?ana, Trump ha ordenado que las banderas en la Casa Blanca y el resto de edificios oficiales ondearan a media asta. A continuaci¨®n, despejando cualquier duda, ha urgido a los senadores republicanos a tomar en consideraci¨®n ¡°sin demora¡± su nominaci¨®n para ocupar la vacante en el Supremo. ¡°Nos pusieron en esta posici¨®n de poder e importancia para tomar decisiones por el pueblo que orgullosamente nos eligi¨®, la m¨¢s importante de las cuales se ha considerado desde hace mucho la selecci¨®n de jueces del Tribunal Supremo. ?Tenemos esta obligaci¨®n, sin demora!¡±, ha tuiteado.
.@GOP We were put in this position of power and importance to make decisions for the people who so proudly elected us, the most important of which has long been considered to be the selection of United States Supreme Court Justices. We have this obligation, without delay!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 19, 2020
El presidente, que el viernes por la noche hab¨ªa difundido un comunicado oficial en t¨¦rminos de respeto y duelo por la magistrada, sin mencionar la situaci¨®n pol¨ªtica que se ha creado, se alinea as¨ª con las intenciones expresadas esa misma noche por Mitch McConnell, l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado: ¡°Los estadounidenses reeligieron nuestra mayor¨ªa [en el Senado] en 2016 y la ampliaron en 2018 porque prometimos trabajar con el presidente Trump y apoyar su programa, particularmente sus extraordinarios nombramientos de jueces federales. Una vez m¨¢s, mantendremos nuestra promesa. El nominado del presidente Trump ser¨¢ votado en el Senado¡±, dijo, apenas una hora despu¨¦s de conocerse la muerte de una aut¨¦ntica leyenda de la justicia estadounidense e icono de la izquierda.
Con estas dos declaraciones, queda lanzada una batalla pol¨ªtica de alto voltaje que definir¨¢ el resto de la campa?a electoral. A la mente de todos salt¨® el recuerdo de lo sucedido en 2016. En febrero de ese a?o, muri¨® el conservador Antonin Scalia, y el presidente Barack Obama propuso a un magistrado progresista moderado, Merrick Garland. Los republicanos ten¨ªan mayor¨ªa simple en el Senado, por lo que controlaban los procedimientos, y McConnell, decidi¨® bloquear el nombramiento. El argumento fue que era a?o electoral y que deb¨ªa ser el pr¨®ximo presidente el que hiciera la propuesta. ¡°La gente tiene que tener voz¡± en el proceso, argument¨® McConnell ante el estupor de la Casa Blanca, los dem¨®cratas y la judicatura. La contradicci¨®n con sus declaraciones del viernes es palmaria.
¡°No hay duda de que los votantes deben elegir al presidente y el presidente debe elegir al juez para que el Senado lo tome en consideraci¨®n¡±, dijo el viernes por la noche Joe Biden. ¡°Esa es la postura que el Senado republicano tom¨® en 2016, cuando quedaban 10 meses para las elecciones, y es la que debe tomar ahora¡±. Biden incluso tuite¨® la frase exacta de McConnell de hace cuatro a?os.
Desde entonces, la polarizaci¨®n alrededor de los nombramientos del Supremo no ha hecho m¨¢s que aumentar. Trump, el presidente m¨¢s impopular en d¨¦cadas, ha nombrado ya dos magistrados. La posibilidad de que nombre un tercero es una perspectiva inasumible para los dem¨®cratas. Si la vacante de Ginsburg se cubriera con otro juez conservador, quedar¨ªa cimentada una mayor¨ªa conservadora de seis a tres en la m¨¢s alta instancia judicial del pa¨ªs. Los nombramientos son vitalicios. Dicha mayor¨ªa permitir¨ªa a los conservadores ganar los casos incluso cuando uno de sus jueces decidiera votar con los progresistas. Ese tribunal, temen los dem¨®cratas, bloquear¨ªa durante un par de generaciones avances progresistas, o incluso revertir¨ªa asuntos como el derecho al aborto.
Una batalla por la confirmaci¨®n del candidato propuesto por Trump en el Senado, en paralelo a la campa?a electoral, arrojar¨ªa al centro del debate pol¨ªtico una serie de temas explosivos, desde el aborto hasta la libertad religiosa, pasando por la regulaci¨®n de la inmigraci¨®n o la protecci¨®n del medio ambiente, asuntos todos que est¨¢n sobre la mesa del Supremo. Trastocar¨ªa por completo, llen¨¢ndola de sustancia pol¨ªtica de alto voltaje, una campa?a que los dos candidatos han tratado de ce?ir, con notable ¨¦xito, a sendos temas fetiches: la nefasta gesti¨®n de Trump de la pandemia, en el caso del dem¨®crata Joe Biden, y el mensaje de ley y orden, en el caso del presidente y candidato republicano.
Pero ya antes de la muerte de Ginsburg, el propio Trump hab¨ªa dejado clara su voluntad de introducir el tema de la judicatura en la recta final de la campa?a. Hace apenas 10 d¨ªas repiti¨® la ins¨®lita jugada, que tan bien le funcion¨® hace cuatro a?os, de publicar una lista de potenciales candidatos a ocupar vacantes del Supremo, en un gui?o a ese electorado conservador que no conecta con las formas extravagantes de Trump, pero est¨¢ dispuesto a tolerarlas si el fin es una judicatura blindada a la agenda social progresista.
D¨ªas antes de su muerte, seg¨²n inform¨® la radio p¨²blica NPR, Ginsburg dict¨® una declaraci¨®n a su nieta Clara Spera, que dec¨ªa as¨ª: ¡°Mi deseo m¨¢s ferviente es no ser sustituida hasta que un nuevo presidente asuma el poder¡±.
No est¨¢ claro si los republicanos podr¨ªan nombrar al sustituto de Ginsburg antes de las elecciones. Los procedimientos en el Senado llevan su tiempo y lo normal es que una confirmaci¨®n de este tipo lleve de dos a tres meses. Hacerlo a todo correr a?adir¨ªa a¨²n m¨¢s tensi¨®n. Adem¨¢s, aunque Biden ganara la presidencia y los dem¨®cratas ganaran la mayor¨ªa en el Senado, Trump sigue siendo presidente hasta el 20 de enero al mediod¨ªa y los senadores republicanos siguen en sus esca?os hasta finales de diciembre, por lo que podr¨ªan hacerlo tambi¨¦n en el periodo interino.
En la pr¨¢ctica, con las leyes y reglamentos en la mano, los dem¨®cratas tendr¨ªan muy dif¨ªcil oponerse a esa confirmaci¨®n. Pero se abren varias opciones. Primero, que haya al menos cuatro senadores republicanos que anuncien que no confirmar¨ªan al candidato de Trump, con lo que McConnell no tendr¨ªa mayor¨ªa. Hay al menos declaraciones de cuatro de ellos prometiendo que no lo har¨ªan y que aplicar¨ªan los mismos criterios a un presidente republicano que a Obama. El m¨¢s importante, Lindsey Graham, que es el presidente del Comit¨¦ de Justicia, el que debe realizar la confirmaci¨®n del magistrado. Graham, adem¨¢s, se presenta a la reelecci¨®n el 3 de noviembre en Carolina del Sur. Hay 23 senadores republicanos (McConnell incluido), cuyas decisiones en este asunto est¨¢n marcadas por sus posibilidades de reelecci¨®n, no solo por lo que digan Trump y McConnell. Graham indic¨® el s¨¢bado que est¨¢ dispuesto a votar la elecci¨®n y a sobrevivir pol¨ªticamente a una contradicci¨®n muy dif¨ªcil de explicar.
My statement on the Supreme Court vacancy: pic.twitter.com/jvYyDN5gG4
— Sen. Susan Collins (@SenatorCollins) September 19, 2020
La senadora Susan Collins, de Maine, fue la primera en oponerse a la confirmaci¨®n. En un comunicado, la republicana moderada dijo que el presidente Trump tiene todo el derecho a hacer su propuesta y el Senado a considerarla, pero que no deber¨ªa haber votaci¨®n y que la designaci¨®n la debe hacer el presidente que salga de las urnas. ¡°Dada la cercan¨ªa de las elecciones, creo que el Senado no deber¨ªa votar al nominado antes de la elecci¨®n. Lo justo para los americanos, que van a reelegir al presidente Trump o bien van a elegir a otro, es que la decisi¨®n de un nombramiento vitalicio para el Tribunal Supremo lo haga el presidente elegido el 3 de noviembre¡±. Es la primera baja en las filas de McConnell. Har¨¢n falta tres m¨¢s para parar este proceso.
Otro factor a tener en cuenta es que la candidata a vicepresidenta de los dem¨®cratas, la senadora Kamala Harris, tambi¨¦n se sienta en el Comit¨¦ de Justicia. Un proceso de confirmaci¨®n dar¨ªa a Harris la oportunidad de despedazar en p¨²blico al candidato a magistrado, como hizo con el juez Kavanaugh. Aquella actuaci¨®n fue decisiva en elevar su perfil entre el gran p¨²blico para poder lanzar su candidatura a presidenta y convertirla en una de las figuras dem¨®cratas m¨¢s conocidas de EE UU.
Justice Ginsburg was a titan¡ªa relentless defender of justice and a legal mind for the ages.
— Kamala Harris (@KamalaHarris) September 19, 2020
The stakes of this election couldn¡¯t be higher. Millions of Americans are counting on us to win and protect the Supreme Court¡ªfor their health, for their families, and for their rights. pic.twitter.com/RjlQ6ZwPET
Los dem¨®cratas hac¨ªan circular desde el viernes otra posibilidad, tambi¨¦n en clave electoral. Consistir¨ªa en prometer que, si ganan la Casa Blanca y la mayor¨ªa en el Senado el 3 de noviembre, ampliar¨¢n el n¨²mero de magistrados del Supremo. La cifra de nueve jueces no est¨¢ escrita en la Constituci¨®n, sino en una ley. Ha ido variando entre 6 y 10. De esa forma, garantizar¨ªan contrarrestar los tres nombramientos de Trump. El c¨¢lculo, aparte de las consecuencias pr¨¢cticas, es que ser¨ªa un importante reclamo electoral para movilizar el voto, igual que la vacante de 2016 fue fundamental para llevar a las urnas a los republicanos que detestaban a Trump.
La muerte de Ginsburg subraya todo lo que est¨¢ en juego en estas elecciones. A Trump le brinda una oportunidad de alejar el foco de su gesti¨®n de la crisis sanitaria y de recordar a los votantes conservadores, sobre todo a aquellos que comulgan m¨¢s con las formas serenas de Biden que con la estridencia de las suyas, por qu¨¦ importa que haya un republicano en la Casa Blanca. A Biden, por su parte, le ofrece un argumento para movilizar al electorado joven y de izquierdas, aquel que muestra menos entusiasmo con su candidatura, record¨¢ndole tambi¨¦n por qu¨¦ es diferente que mande un republicano o un dem¨®crata. Se va una figura fundamental en la historia reciente de Estados Unidos. Y el vac¨ªo que deja dispara a¨²n m¨¢s de revoluciones la campa?a electoral m¨¢s fren¨¦tica en d¨¦cadas.
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